viernes, 18 de diciembre de 2009

Cataluña y los toros

El Parlamento catalán ha votado a favor de abrir un debate sobre la prohibición de las corridas de toros. Pues muy bien. A mí no me gustan los toros. Pero tampoco me gustan otras muchas cosas, como los imbéciles, las cabezas cúbicas, los referéndums inútiles o la creación de supuestas embajadas catalanas en medio mundo que cuestan millones de euros y no sirven absolutamente para nada.

De todos modos, uno puede ponerse a pensar con estas cosas. Y teniendo en cuenta la cantidad apabullante de corridas de toros que hay en Cataluña, prohibirlas en ese territorio sería igual de lógico que si se prohibieran los viajes interplanetarios, los bocadillos de cerebro de mono o los templos budistas en Villanueva del Trabuco.

O sea que uno piensa, ya digo. Y me parece que detrás de esa posible prohibición no está el amor a los animales. Más bien está otra cosa: la misma canción de siempre. Las corridas toros son fiestas españolas. No así tirar cabras desde los campanarios de las iglesias. Qué curioso. ¿Por qué no prohíben la pesca deportiva? No he visto algo más agresivo: meter un anzuelo en el paladar de un ser vivo, sacarlo de su elemento y dejarlo morir de asfixia.


domingo, 13 de diciembre de 2009

Copenhague 2009


Como era de esperar, la gran cumbre del cambio climático ha tenido sus consecuencias. Menos mal que alguien organiza esos actos y esas cosas. Porque, en contra de lo que todo el mundo pensaba, los países más contaminantes han dicho que pa ti y pa tu tía, que no van a rebajar ni los precios y que agur, hasta la próxima. Obama se está luciendo. No ha dicho agur porque no es vasco, pero le ha ido de un pelo.

(El dibujo, del genial El Roto)


viernes, 11 de diciembre de 2009

Solidaridad NO


Recuerdo que, hace unos ocho o nueve años, se comercializaron unas camisetas con un estampado que decía, simplemente: Solidaridad. Inmediatamente me pregunté: Solidaridad, ¿con quién? ¿Con todo el mundo? ¿Con las ballenas, con los jipis, con la guardia civil, con Sadam Hussein y Bush al mismo tiempo, con el vecino que no para de dar martillazos, con los skins, con los hijos de puta? El término solidaridad, en sí mismo, es un concepto vacío. Ha de ir aparejado a algo más para tener sentido. Pero por aquel entonces estaba de moda ser solidario. ¿Con quién? Daba igual. Había que ser solidario y punto.

Conozco a algunos individuos (pocos) que realmente han luchado por causas ajenas. Tienen todos mis respetos. Pero me huele que la mayoría de los que dicen hacer cosas por los demás sólo lo hacen para satisfacerse a sí mismos. O sea que, poco después de ver las camisetas que he comentado, diseñé una que se vendió bastante bien. Era una camiseta negra en la que, a la altura del pecho izquierdo, podía leerse: Solidaridad NO. Fue un escándalo en la ciudad. Claro. La gente no entiende lo que no le interesa.

¿Por qué cuento todo esto? Ayer estuve hablando con mi mujer sobre un asunto que tiene algo que ver. Desde hace ya unos cuantos años persiste la costumbre entre los españoles adinerados de adoptar a niñas chinas, vietnamitas o negritos muy monos. ¡Y qué monos son, cuando son pequeños! “Mira, ¿has visto a mi hijito? Es una monada”. Sí. Es monísimo.

También algunas ONG’s traen a algunos niños saharauis para que pasen un par de meses de verano en nuestro supuesto paraíso. Lógicamente, los niños se lo pasan en grande con los lujos primermundistas. Van a la piscina, viajan en automóviles que no habían visto en su vida, comen bien, se visten como los pijos, juegan cuanto pueden y todo es Jauja. Las ONG’s se jactan de haber hecho una acción encomiable y se lo dicen a todo el mundo: “Mirad qué bien hacemos las cosas”. Pero, claro, todo se acaba. Y los niños saharauis vuelven a su miseria soñando con lo que han tenido durante un tiempo. Un corto espacio de tiempo. Muy corto, pero muy intenso.

Después, cuando han crecido y cruzan el estrecho en barcazas inmundas y en condiciones inhumanas, las ONG’s no están ni los defiende nadie. Claro. Ya no son tan monos. Obvio: han crecido. Y han exigido su derecho de ser felices. Se lo habían prometido los españoles cuando lo de las piscinas y los coches y los lujos y querían recuperarlo. Pero ya no son niñitos. Cuestión de tamaño. Y de hipocresía.

jueves, 10 de diciembre de 2009

La corrupción y la ley


Dos ex altos cargos de CIU, acusados de corrupción urbanística, han salido de la cárcel tras pagar un millón de euros cada uno. He de confesar que no tenía ni idea de la existencia de uno de ellos. Del otro sí. Y no quiero dármelas de listo, pero no me extrañó en absoluto que un juez le echase la vista encima. Por su actitud y su soberbia se veía, no sé, se adivinaba que había algo turbio. Eso no quiere decir que sea culpable, por supuesto. En este país acostumbramos a condenar a quien sólo está siendo procesado. No obstante, todo este jaleo me ha hecho pensar en algo que siempre he pensado. Para empezar, un millón de euros son muchos euros. Y, en mi opinión, si un juez pide una fianza de un millón de euros por cabeza, ha de estar muy seguro del color de las cosas. Pero…

Cuando yo era joven, allá por el mesozoico, conocí a unos cuantos individuos de calaña diversa. Sobre uno de ellos, en concreto, se decía que vivía del robo de radiocasets de coches, algo que, dicho sea de paso, por aquel entonces era una actividad bastante habitual. Le llamaban el seco. Pues bien. En cierta ocasión, hablando con no sé quién, sacamos a colación su caso porque acababa de ser detenido y encerrado en la cárcel. Ignoro si el juez dijo nada sobre una posible fianza, pero el tal no sé quién me dijo: “Eso de las fianzas es de risa. Resulta que, si un tipo roba mil millones, paga cien y sale de la cárcel. O sea que está pagando su libertad con el fruto de su propio delito. Curioso, ¿no? Es como si al seco, tras haber robado quince radiocasets, le concedieran la libertad si devolviese tres”.

(El dibujo es de El Roto)

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Obama: premio Nobel de la Paz

Después de no hacer nada durante más de cien días, el flamante premio Nobel de la Paz, Barack Obama, ha decidido enviar treinta mil soldados más a Afganistán. Ya lo decían los romanos: Si vis pacem, parabellum (Si quieres la paz, prepara la guerra).

La SGAE


Todos sabemos que la SGAE o Sociedad General de Autores y Editores existe casi exclusivamente para que puedan cobrar los empleados de la SGAE o Sociedad General de Autores y Editores. Y todos sabemos también que últimamente se están pasando un pelín en su afán de recaudar ese dinero en concepto de derechos de autor que sirve casi exclusivamente para que los empleados de la SGAE o Sociedad General de Autores y Editores puedan seguir cobrando. Es inaudito, por ejemplo, que hace poco pretendieran cobrar un tanto por ciento de las entradas de un festival benéfico. Y ya es la leche que pretendan cobrar no se sabe qué derechos de autor… nada menos que a la Tuna.

A mí no me gusta la Tuna. Me parece algo anacrónico y ridículo. En cuanto veo a un tuno, me largo a otra parte o le clavo una mirada de odio que hace que él se vaya en busca de otra posible víctima. Pero hay que ser justos. Y sospecho que las canciones que cantan los tunos son más bien populares, hijas de mil leches y difícilmente adjudicables a un autor determinado. ¿Alguien sabe quién escribió “Clavelitos”? Es una canción repugnante, de acuerdo, pero ahora eso no viene a cuento. La Tuna la canta insistentemente. ¿Y a quién se supone que la SGAE pagará esos derechos de autor que pretende cobrar a la Tuna? ¿A los descendientes de quién? Por otra parte, ¿qué va a hacer la SGAE? ¿Perseguir a los tunos por la calle, anotar lo que cantan y pasar luego la factura? O sea que cuidado. Lo digo por los que tengan la costumbre de cantar en la ducha. Quizás dentro de poco, mientras entonan una canción y se enjabonan la cabeza, pueda aparecer repentinamente un señor vestido de entierro que, con un cartapacio de papeles lacios y amarillentos, les dirá que están denunciados y que tienen que pagar una pasta gansa.

(La imagen está extraída de elcayejon)

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Nueve de cada diez


Es tremendo. Los publicistas, en el uso legítimo y lastimoso de su espacio en los medios, nos agreden con un nuevo tipo de insulto. Antes se desvivían por decir eso de Está escrito o está demostrado. Ahora no. Ahora utilizan una fórmula aún más simple para creerse superiores al resto. Y, la verdad, da risa. La cosa va de estadísticas. Y empiezo por un tópico. Ahí va.

Todos sabemos que las estadísticas dicen que las estadísticas mienten. Eso es así. No hay nada más tonto que creer en ellas. Lo dije una vez: Según las estadísticas, si tú tienes cuatro pollos y yo no tengo ninguno, cada uno de los dos tenemos dos pollos. Toma goma.

Y ahora, los sabios de la publicidad han decidido seguir tratándonos de imbéciles. Por ejemplo, dicen: Nueve de cada diez hombres prefieren afeitarse con las cuchillas de colores que tal supermercado ha puesto a bajo precio. O Nueve de cada diez dentistas aconsejan la pasta de dientes Tal para acabar con una enfermedad que no conoce nadie. Sinceramente, me gustaría saber de dónde sacan los números. Siempre son nueve de cada diez. Qué cosas. No siete ni cinco, sino nueve.

Es una estafa. Creo que mentir en cuestiones de publicidad está prohibido o debería estarlo. No sé, pero estoy convencido de que es mentira que Nueve de cada diez mujeres españolas controlan mejor lo que comen entre horas comiendo Tal Producto. O Nueve de cada diez mujeres afirman que este producto no parece un desnatado. Y, sin embargo, cada día veo esos anuncios en la tele. ¿Alguien conoce a alguna persona que haya sido sometida a encuestas parecidas? ¿Usted cree que controla mejor lo que come entre horas comiendo eso? ¿Seguro que diez personas han respondido a preguntas tan estúpidas? Otra cosa es preguntarse por qué esas mentiras no le importan a nadie.

(La imagen está extraída de ciberteca)

jueves, 19 de noviembre de 2009

Por qué no me gusta el fútbol


Sí me gusta el fútbol. Claro que sí. Incluso me atrevo a decir que me gusta más que a todos esos energúmenos que sólo saben de su equipo, que no conocen a nadie más y que van al campo provistos de trompetas, petardos y bengalas. Voy al fútbol como quien va al cine, al teatro o a disfrutar de otro espectáculo, sin más. He estado en unos cuantos campos de fútbol españoles, más que bastantes, cosa que por lo general no pueden decir los de las trompetas y la cabeza dura. No soy forofo de ningún equipo, ni siquiera seguidor. Me gusta ver el juego y me pongo de parte de quien más me guste en ese momento. Y ahora llega lo que los adictos al fútbol no pueden comprender.

En cierta ocasión, hace ya algunos años, entré en el bar que frecuentaba por ese entonces. Pese a ser un bar musical, los dueños tenían la mala costumbre de apagar la música y poner la tele si había fútbol. O, dicho de otra manera, ponían la tele si jugaba el Barça. Si no, no. O sea que lo dicho: no les gustaba el fútbol, sino un equipo en concreto. Por provocar, en cuanto entré dije con mi elegancia habitual:

¡Vaya, hombre! Ya estamos con el fútbol de los cojones.

Inmediatamente obtuve una respuesta:

Oye, César, cállate. Porque tú, de literatura y de política puedes saber cuanto quieras, pero de fútbol no tienes ni idea.

Me sonó igual que me habría sonado si me hubieran dicho:

César, cállate, porque tú puedes saber cuanto quieras de física cuántica, pero ni siquiera sabes de memoria la alineación del Real Madrid.

Lo cierto es que veo mucho más fútbol que el descerebrado que había emitido el juicio anterior. Ya digo: me gusta. Pero mi inteligencia me impide apoyar a un equipo en concreto porque lleve unos colores determinados. Puedo seguir y apoyar las evoluciones de un ciclista, de un boxeador, de un tenista, de un único individuo que me guste cómo hace las cosas. Jamás lo haré con un equipo de mercenarios que varía cada año. Es de tontos del todo. Me divierte mucho, por ejemplo, cuando los cronistas deportivos dicen:

Desde el año 1524, el Barça y el Athletic han jugado en quinientas ocasiones y han empatado cuarenta veces.

Cojonudo. Sublime. Están intentando colarme que el Barça y el Athelic que se enfrentaron hace quinientos partidos son los mismos equipos que los actuales. Y, según la opinión general, debo estar siempre de acuerdo en lo que haga un equipo, lo forme quien lo forme. Si no, soy un traidor. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

(La imagen está extraída de aredaclubes y el autor es Domenech)

martes, 17 de noviembre de 2009

Alakrana

Me alegro de que el atunero Alakrana pueda navegar libremente de nuevo. Y lo digo en serio. Ahora bien: estoy seguro de que nadie ha pagado los dos millones de euros que pedían los piratas. Los piratas, normalmente, suelen dejar libres a sus secuestrados sin pago alguno.

sábado, 14 de noviembre de 2009

La agricultura y la piratería


Supongo que en cuanto publique este escrito habré conseguido muchas más enemistades de las que ya tenía. Hay cosas que no pueden decirse. Pero creo que es de justicia, al menos, hablar de ello.

Para empezar, he de decir que estoy deseando que los marineros españoles secuestrados por los piratas vuelvan a casa. Faltaría más. Basta ver las caras de sus mujeres y sus hermanas en la tele. Sin embargo, veo un par de incoherencias en toda esta historia.

Los atuneros españoles que faenan en el Índico tendrán, a partir de ya, escolta armada. Se trata de una escolta privada, sí. O al menos eso dicen. Pero resulta que esos escoltas lleva armas de guerra proporcionadas por el ejército español, han sido entrenados por las fuerzas armadas españolas y han sido transportados en un avión de nuestras fuerzas aéreas. O sea, ésas que pagamos todos.

Es curioso que el Estado español tenga que ocuparse de parte de la seguridad de un negocio privado como es la pesca del atún. Porque entonces tendremos que pagar el atún en el supermercado y, además, la seguridad de los atuneros del Índico. Por otra parte, cualquiera sabe que, si entra en Harlem de noche, puede tener problemas. Es de cajón. Y a nadie se le ocurriría pedir escolta armada para hacer turismo en los barrios duros. Del mismo modo, me parece injusto que los marinos que faenan unas aguas turbulentas y repletas de piratas hayan pedido que el ejército les ampare.

Todo este asunto me recuerda a las muchas ocasiones en que ha caído pedrisco, truenos, rayos, santos y centellas sobre los cultivos de nuestros campos (¿nuestros?). Resulta que, si se pierde parte de la cosecha por esas causas, el Estado paga una indemnización a los agricultores, que, además, se cabrean lo suyo, organizan follones fenomenales en las carreteras con retenciones del tráfico y neumáticos ardiendo y exigen más. Vaya, hombre. De modo que estamos en las mismas: todos pagamos los desperfectos, pero luego nadie va a rebajar los precios en el mercado.

Yo tuve una tienda hace años, una librería modesta con la que pretendía ganarme la vida. Cuando tuve que cerrarla, cuando no pude más, nadie me dio un euro extraído del dinero público para que pudiera seguir adelante.

jueves, 12 de noviembre de 2009

La Iglesia ataca de nuevo


Es un genio. Sin duda. El secretario de la Conferencia episcopal española, Juan Antonio Martínez Camino, ha conseguido rizar el rizo de lo absurdo con sus últimas declaraciones. Para empezar, ha dicho que todo aquel que tenga que ver con una operación de aborto está automáticamente excomulgado. Automáticamente, nada menos. Eso es como condenar al infierno a las dos terceras partes de ciudadanos españoles sin atender a razones. Pero después ha soltado la dinamita y, en un alarde de sentido común y de saber entender de qué va esto del mundo, ha dicho que los políticos que apoyen el nuevo proyecto de ley del aborto no podrán comulgar. Toma ya. Además, sólo los políticos. No los toreros ni los albañiles: los políticos. Es como la pataleta del niño malo: “Hala, hala, hala, ahora no comulgas”. Luego se extrañan de que la gente no vaya a misa.

(En la foto, el genio. La imagen está extraída de pensaresydecires)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿Qué es lo importante?

Es que me pongo malo. Hay que ver cuánta gandulería hay a la hora de hablar. Y me refiero, sobre todo, a los periodistas de la tele, que se supone que tienen que saber expresarse de un modo, cuando menos, correcto. A fin de cuentas, la gente imita cuanto escucha como los papagayos. Y los profesionales del palique deberían tener eso en cuenta por el bien de todos. O los que les contratan, vaya, que son los más culpables.

Me refiero al adjetivo “importante”. Últimamente se utiliza para todo. Cuando alguien no atina inmediatamente con el adjetivo que debería utilizar, recurre al “importante” y se acabó. Esta mañana, sin ir más lejos, el periodista que hablaba del mal tiempo en Cataluña, ha dicho: “hace un viento importante”. Desde luego, el viento no puede ser importante en sí mismo. Puede tener su importancia por algo en concreto, que es algo muy distinto. Pero jamás puede ser importante un viento, así, por las buenas.

Ya en 1998 Lázaro Carreter nos advertía del uso excesivo del término. En su libro “El dardo en la palabra” decía textualmente: “Es asombroso este empleo recentísimo de importante, que autoriza a usos aún más audaces. Habrá hortelanos que se jacten de criar cebollas importantes, tragones felices por devorar un cocido importante, sudorosos que se den un baño importante, motoristas a quienes gusta hacer un ruido importante, y hasta estreñidos que logren, por fin, una satisfacción importante (y lo será para ellos)”.

No creo que esta queja llegue a ninguna parte, claro. Pero basta con escuchar un poco a los conocidos, amigos, enemigos y, sobre todo, a los periodistas (tan cultos ellos), para descubrir un mundo de cosas importantes. Sólo hay que prestar atención a las noticias de la tele. Es asombroso.

martes, 10 de noviembre de 2009

La corrupción


Tras los sucesivos y numerosos casos de corrupción política que, durante siglos, han azotado a nuestro país, uno se pone a pensar. En los últimos tiempos, la corrupción tiene más que ver con el Partido Popular que con cualquier otro, eso está claro, pero también es cierto que en este asunto no libran ni el Partido Socialista ni los nazionalistas de Convergencia, por ejemplo. Y después de pensar bastante en ello, me he dado cuenta de un detalle en el que la mayoría no se fija. No hay ningún caso de corrupción entre las filas de Izquierda Unida. Y que conste que no soy comunista. Aunque ellos tampoco.


(Ni que decir tiene que el dibujo es de El Roto)

lunes, 9 de noviembre de 2009

La dieta recomendable

Cada mañana pongo la tele y veo un programa de esos que no sirven para nada o que incluso son nocivos para el normal desarrollo de la mente. Ahí se habla de la gripe A, de lo necesario que es hacer gimnasia y de un millón de tonterías más. Suelo mirarlo como quien mira al cielo pensando en la infinitud del Universo. Me relajo, me evado y me quedo tan ancho. Pero hay una parte del programa que sí me gusta y a la que suelo prestar atención. Curiosamente en mi caso, porque no sé freír un huevo, se trata del apartado de la cocina. El cocinero suele hacer platos de los que me gustan, de esos que llaman de cuchara, llámense lentejas, garbanzos, sopas ricas y esas cosas. Pues bien. Resulta que el mencionado cocinero siempre tiene al lado a una nutricionista que actúa a modo de Pepito Grillo. Si el cocinero incluye unas simples rodajas de panceta al plato, la nutricionista aparece de repente y advierte de los peligros que puede conllevar comer semejante aluvión de grasas. Uno piensa: “Okey, no comeré panceta nunca más”. Si hay manzana, la nutricionista dice que hay que comer una manzana al día, por lo menos, para evitar no sé qué terribles enfermedades. Y uno piensa: “Muy bien, comeré una manzana al día”. Pero resulta que al día siguiente hay naranja, y la nutricionista dice que hay que comer una naranja al día por lo de la vitamina C y no sé qué rollos. Y uno piensa: “Muy bien, comeré una manzana y una naranja al día”. Pero es que al día siguiente hay pepino y coliflores. La nutricionista aparece en el encuadre de la cámara por arte de birlibirloque y dice que, por lo menos una vez al día, hay que comer un par de pepinos y un kilo de coliflores. Y uno, ya un poco mosqueado, empieza a hacer cálculos.

Resulta que para estar medianamente sano, según los consejos que la nutricionista de marras ha dado durante un mes de programa, hay que comer CADA DÍA lo siguiente: Una pera, una manzana, varias berzas, medio kilo de pollo a la plancha, siete tomates, un pomelo, tres kilos de garbanzos, dos sepias, un besugo entero, seis naranjas, un vaso de vino blanco, cuatro lonchas de jamón, un buen trozo de queso, medio lomo de cerdo, un plato de aceitunas, una ensalada con lechuga y cebolla, una lata de atún, un plato de macarrones, seis sopas, medio kilo de avellanas, almendras, una empanada gallega, pescado blanco y azul, varios litros de leche, una morcilla de arroz, una buena ración de patatas con chorizo y costilla, paella valenciana, cinco emparedados de tomate y huevo duro, dos tortillas francesas y cuarenta y siete magdalenas.

O sea que no sé. Creo que no sería capaz de comer todo eso cada día. Al menos, que me quiten el plato de aceitunas.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Los multimillonarios amenazaban con ir a la huelga


No sé si he comprendido de qué va todo este galimatías, pero creo que algo sí. No mucho, pero algo.

Al parecer hay una ley en nuestro país que fue promulgada para atraer a científicos, investigadores, historiadores de prestigio y a toda clase de sabios de la sabiduría mundial, de la extraterrestre e incluso de la bilbaína. Consiste, ni más ni menos, en que todos aquellos extranjeros que consigan en España un contrato anual superior a 600.000 euros (seiscientos mil), paguen menos impuestos que los españoles en su misma situación. Muy justo. No sé quién la promulgó, pero quien sea se ha lucido. Porque, naturalmente, esa rebaja de impuestos no ha atraído todavía a ningún científico, a ningún ingeniero rompedor, a ningún arquitecto ni a ningún doctor en antropología. En cambio, sí ha atraído a un montón de futbolistas, cuya actividad profesional destaca innegablemente en el campo del saber, como es de dominio público. Y cuyas declaraciones, pulidas, minuciosamente pensadas, sublimes, podrían integrarse en los libros de texto, manuales universitarios, anales y demás. Por ejemplo: “Hemos salido a ganar”, o “Vamos a sudar la camiseta”. Qué belleza. Cuánta sabiduría. Sin duda, merecen pagar mucho menos que los demás.

Lo que tiene coña es que, al enterarse de la subida de impuestos a esos millonarios, o de la igualdad frente a los millonarios españoles, saltase la federación de fútbol española diciendo que eso es una injusticia, que va a perjudicar al supuesto noble deporte y que, si la ley seguía adelante, la federación era capaz de organizar una huelga. O sea, que no hubiera fútbol durante un tiempo. Ahora se han echado atrás y han dicho que no habrá huelga. Pero el asunto es cojonudo. Y la verdad es que, si por mí fuera, el fútbol profesional podría irse a hacer puñetas y no volver. No así el de pueblo, que conste, que aún conserva un cierto aire de nobleza. Pero que unos multimillonarios no estén de acuerdo en pagar los mismos impuestos que otros multimillonarios me parece alucinante. Y que esos multimillonarios hayan estado a punto de utilizar un arma típica e históricamente proletaria como la huelga para defender sus millones me parece, no ya indecente (que lo es), sino algo propio de otra galaxia. O de nuestro país, vaya. Qué cruz, madre mía.

(El dibujo es de Forges y está extraído de El País)

jueves, 5 de noviembre de 2009

Los diminutivitos



Es sabido que cada gremio, cada agrupación de personas con ambiciones u objetivos similares, tiene su propio argot, su propio tono cantarín y demás particularidades más o menos risibles. Pero los cocineros de la tele se pasan. Acostumbran a utilizar una cantidad de diminutivos en su discurso que, la verdad sea dicha, agotan a un santo de madera: Vamos a pochar la cebollita y el ajito y luego, con el tomatito calentito haremos unas bolitas de jamón serranito. O Haremos los filetitos con harina y pondremos unas peritas muy bien asaditas de guarnición sobre la salsita.

Sinceritamente, estoy bastantito hartito de tantita tonteriíta. Esto parece la casa de Ned Flanders.


(El dibujo es de Quino)

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Obama: “Menos mal que nos queda Portugal”


Pues sí. Porque en lo que respecta a Irán, Irak, Israel, Afganistán, Pakistán, Corea, la Costa Somalí y otros lugares que me dejo, todo sigue absolutamente igual que cuando mandaba Bush. O peor. Durante este año de mandato del flamante premio Nobel de la paz (que tiene cojones), la situación internacional no ha variado nada. Nada de nada. Es como el asunto zapateril de la Alianza de Civilizaciones, que todo el mundo sabe que es muy útil. Lo de Guantánamo, por ejemplo, no tiene nombre. No se va a juzgar a nadie, sino a repartir a los presos por diversos países para que los Estados Unidos de América intenten lavar una imagen que es imposible limpiar. Y, por cierto, nuestro querido Zapatero está de acuerdo en admitir presos de Guantánamo en nuestras cárceles… sin haber sido juzgados, por supuesto. Es como si estuviéramos permitiendo que el vecino forzudo tirase su basura dentro de nuestra casa.

(El montaje de arriba es obra de FreakingNews.com)

miércoles, 5 de agosto de 2009

Algo pasa en Estados Unidos

Hoy he escuchado de nuevo la eterna noticia de una matanza a tiros en Estados Unidos. Como siempre, sin motivo ni razón. Un energúmeno ha llegado a un gimnasio y, por aquello del no sé qué, ha sacado un arma, ha matado a unos cuantos y luego se ha suicidado. De lo único que me alegro, por supuesto, es de que haya acabado matándose. Y no me alegro del todo, porque creo que merecería un castigo terrible, mucho mayor. Pero los cobardes actúan así. En cuanto al modo de enfocar la noticia… bueno. De eso podemos seguir hablando.

Los noticiarios siguen diciendo que el problema está en que las armas pueden adquirirse en cualquier esquina de Estados Unidos. Es cierto que en el supuesto país de la libertad todo hijo de vecino puede adquirir un arma cuando le dé la gana. Lo he visto con estos ojos que se han de tragar la tierra. Pero no creo que la raíz del problema esté ahí. Vamos, ni mucho menos. Hay un montón de países donde la venta de armas es tan libre como en Estados Unidos y donde no pasa nada o, por lo menos, no se producen esas matanzas repugnantes. Ahí está Israel, por ejemplo, donde tiene un fusil ametrallador hasta la madre superiora y nadie va a un supermercado a matar a quien esté merendando. Y eso que Israel no me gusta un pelo. Es un país al que le tengo cierta fobia. Pero es así y hay que ser justos. Tampoco sucede en unos cuantos países musulmanes, donde los Kalashnikof van a precio de risa. Entonces, claro, uno se pregunta: ¿Por qué sucede eso en un sitio y en otros no? ¿Por qué sucede eso en el país donde vale más quien más vende o quien destaca sobre los demás?

martes, 4 de agosto de 2009

Facebook

Alguien va a tener que inventar otra cosa porque, la verdad, al principio podía parecer divertido y, de hecho, tengo un amigo a quien el facebook le sirvió para despreocuparse del grave accidente que tuvo en moto. Durante los meses de recuperación estuvo pegado a la pantalla y soltó, minuto a minuto, cuantas memeces se le ocurrieron. Y me parece muy bien. También es cierto que, gracias al facebook, pueden recuperarse amistades de años pasados, de la juventud o incluso de la infancia. Pero a veces hubiese preferido no saber en mi vida de ciertos individuos que creía olvidados y que, por culpa de ese club de cotillas, han aparecido de nuevo en escena como si aquí no hubiese pasado nada. En fin…

Estoy empezando a cansarme de estas redes sociales de la madre que las hizo y me consta que no soy el único. Esos juegos insulsos y baratos como el de los secuestros, esas preguntas rápidas en las que se pierde la puntuación y toda norma ortográfica por las prisas de no sé qué (si tienes prisa, ¿para qué coño pones en marcha el ordenador?), esa exhibición de estupendas fotos de meriendas familiares que tanto nos gusta ver a los que no somos de la familia en cuestión… y, sobre todo, la imbecilidad elevada al cubo de según quién, que se cree con derecho a publicar frases como “Voy a ducharme”, “Mañana juega el Barça” o “Me estoy rascando el culo”. ¿Te estás rascando el culo? Pues bueno, pues muy bien, pues me alegro.

Lo dicho: alguien ha de inventar algo nuevo porque, por lo visto y leído, estas cosas degeneran a una velocidad de cohete. ¡Hasta el Papa se ha abierto un facebook para buscar amistades!


(El dibujo de arriba es de El Roto, of course)

lunes, 3 de agosto de 2009

Dan ASCO

Creo que, a lo largo de los años, de mis publicaciones y de todo lo demás, he dejado bien clara mi postura política y que no hay quien pueda dudar de ella. Soy anarquista. Y además, por convicción. No obstante, en algunas ocasiones he cometido el error de votar a algún partido porque he llegado a creer que las cosas podrían ir de otra manera si cambiaba el signo del gobierno. Bueno. Hoy se ha archivado la causa contra el presidente de la Generalitat valenciana acerca de unos trajes que supuestamente alguien le regaló a cambio de alguna miseria y no sé qué. La historia ha durado unos meses. Y no sé por qué, cuando los políticos se pelean, nunca pasa nada. Me importa un bledo de dónde hayan podido salir unos cuantos trajes cuyo precio no supera los doce mil euros. Sobre todo, teniendo en cuenta las cantidades que manejan estos tíos. Y me da igual si el tipo es del PP, del PSOE, del Partido Revolucionario Comunista Internacional o del Convento de las Agustinas. Pero este asunto me ha recordado a la comisión que investigó el asunto de los atentados el 11-M. La cosa duró un año. Y teniendo en cuenta que, desde el principio, todo estuvo y está bien claro, es sorprendente que nadie, absolutamente nadie, saliese con las manos manchadas. O sea que ahí dejo el mensaje de nuevo: dan asco. Que no cuenten conmigo nunca más. Seguiré con mi pelea, a solas o apoyado en las espaldas de compañeros que piensan lo mismo. Tal vez esté equivocado. Pero no soy inmoral.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Zapatero pierde pie


Todos sabemos que los políticos viven más alejados del pueblo que los obispos, por ejemplo, o que los halcones de Wall Street. Desde el momento en que les dan el carné del partido dejan de pertenecer a este mundo y empiezan a decir sandeces de calibres elefantiásicos. Luego, si saben pisotear a unos cuantos compañeros sin que les salpiquen demasiado las inmundicias, pueden llegar al Congreso y decir allí unas sandeces mayores. A esas alturas están ya muy lejos los recibos de la luz y la cesta de la compra. Pero si, además de haber llegado a ese templo de sabiduría, se alzan con el cargo de presidente del gobierno… bueno, entonces el sujeto en cuestión puede vivir aún más lejos del populacho que el Papa.

No dudo de las buenas intenciones que pudiera tener Zapatero cuando ganó por primera vez las elecciones. Soy así de bobo, pero incluso a Aznar le di la oportunidad en medio del escándalo que me montaron los amigos. A fin de cuentas, Zapatero cumplió al ordenar el regreso de las tropas de aquella guerra de mierda donde sólo fueron a defenderse. Era curioso. Nuestros soldados fueron allá para meterse en cuarteles y ser atacados. Nada más. Bueno, a lo que iba. Zapatero lo hizo bien al principio, pero poco a poco ha ido despegándose del suelo y cada vez vuela más alto. Supongo que les pasa a todos los que ostentan el poder durante demasiado tiempo. Hay un detalle, una simple pincelada, que demuestra que nuestro presidente Zapatero ya nada tiene que ver con el resto de los mortales y que ha pasado a formar parte de los dioses del Aneto. Me refiero al uso de un avión militar para ir a un mítin del PSOE.

La gestión de la crisis me da igual. No creo que otro partido lo hubiera hecho mejor ni peor. Me dan igual otras muchas cosas. Pero el uso de ese avión que pagamos todos para asistir a un acto de partido me parece la demostración de que ya vive totalmente en otro universo. Dicho de otra manera: cuando los del PP hacían algo parecido, los poníamos a parir.

Naturalmente, un portavoz del gobierno ha salido en su defensa diciendo que Zapatero no puede ser presidente por la mañana y dejar de serlo por la tarde y que, por lo tanto, sus desplazamientos deben estar rodeados de la máxima seguridad haga lo que haga. Vale, tío. Una cosa es que defiendas a tu jefe y otra que creas que soy tonto. Porque Zapatero ha acudido al mítin como jefe del PSOE, no como presidente del gobierno, y no habría podido ir de ninguna manera de no haber tenido la oportunidad de disponer de un avión privado. O sea que, por muchas carambolas que intenten meternos, Zapatero se ha aprovechado de su condición de presidente para ir a merendar con los amigos. Y eso es despreciar a la gente. Incluso a la que le votó. De hecho, a todos los políticos les pasa: en realidad nos desprecian con toda su alma. Desprecian a sus propios votantes.

lunes, 25 de mayo de 2009

El aborto a los dieciséis años

Hace muchos años, cuando yo tenía entre quince y veinte años, estaba prohibido abortar en España. Las chicas que decidían hacerlo tenían dos opciones: ir a Amsterdam o hacerlo en alguna clínica ilegal española. No era sólo cuestión de dinero. Lo que decidía el lugar de la operación eran las posibilidades que la chica tenía de ausentarse de casa durante unos días. Es decir: las que tenían mayor libertad iban a Londres o a Amsterdam, donde les operaban en unas clínicas modernas y con toda la higiene y las seguridades del mundo. Pero las que no tenían la libertad de ausentarse… bueno, tenían que hacerlo aquí, en clínicas que ni siquiera eran tales y en unas condiciones inmundas. En mi entorno hubo de todo. Las chicas que fueron a Amsterdam no tuvieron complicación ninguna. Una que, por desgracia, no pudo ausentarse de casa y tuvo que hacérselo aquí, por poco muere desangrada.

Todo esto viene a cuento porque el gobierno de España está a punto de promulgar una nueva ley respecto al aborto. Según esa ley, las muchachas de 16 años podrán abortar sin el consentimiento de los padres. Y me parece muy bien. En primer lugar porque, si una chica decide abortar, lo hará. Que no le quepa a nadie la menor duda. ¿Y no es mejor que lo haga en las mejores condiciones en vez de tenerlo que hacer en lugares hediondos y carentes de toda seguridad? En segundo lugar, porque la ley no obliga a nadie a no decir nada a los padres, como pretenden algunas asociaciones retrógradas, sino a no hacerlo si eso va a obstaculizar el desarrollo limpio de la operación. Que tendrá lugar sin ninguna duda, como he dicho antes, si la chica está decidida. Y en tercer lugar (dejémonos de hipocresías), porque la mayoría de edad penal está en los dieciséis. ¿Por qué no deberíamos allanar un camino por el que, seguro, va a caminar mucha gente?

domingo, 24 de mayo de 2009

LA PARIDAD


Ayer leí un artículo sobre la igualdad en España en uno de los blogs que sigo habitualmente. Estoy de acuerdo en casi todo lo que dice, pero eso ahora no importa. Porque lo que me ha llevado a escribir algo sobre la paridad es el comentario de uno de sus lectores, que, al parecer, ha echado en falta ese aspecto de la cuestión en el artículo de marras. Bueno, pues voy y tomo el relevo.

Según el diccionario de la Real Academia, paridad es una comparación de una cosa con otra, la igualdad de las cosas entre sí y, como tercera acepción, el valor comparativo de una moneda con otra. O sea, nada que se parezca a lo que los españoles de a pie, tras la subida al trono de monsieur Zapatero, entendemos por ello. Desde que Zapatero empezó a hablar de la igualdad entre hombres y mujeres, todos los españoles creemos que la paridad es la igualdad de número de hombres y de mujeres en una empresa, en el coro de la iglesia o en el mismo gobierno.

Y no hay nada más tonto que reivindicar eso. Bueno, sí lo hay; pero ahora no viene al caso hablar de Aznar. ¿Por qué debería ser justo que el gobierno sea “paritario” si, por ejemplo, las bodas homosexuales no lo son y el gobierno está encantado con ellas? ¿En qué quedamos? ¿Defendemos una cosa o lo defendemos todo para que nadie se mosquee? Porque, puestos a defender, los calvos pueden sentirse discriminados al no haber paridad entre ellos y los diputados provistos de cabello en el Congreso. O los gordos con respecto a los delgados. O los negros con respecto a los blancos. ¿A qué mentalidad retrógrada se le ha ocurrido dividir el mundo únicamente entre hombres y mujeres? Precisamente eso, dar tanta importancia a lo que no debería tenerla como es la supuesta división del mundo y de la historia entre hombres y mujeres, es lo que está propiciando las discriminaciones y la tontería.

(La foto está extraída de alejandroherrero)

martes, 19 de mayo de 2009

A OBAMA LE CRECEN LOS ENANOS


Pues sí. Todo le sale al revés. Después de haber prometido el oro y el moro, resulta que el presidente de Estados Unidos más prometedor de la historia debe dar marcha atrás en algunas de las cosas que dijo que haría y que, bueno, parece que no puede hacer.

Por ejemplo, seguirán existiendo los tribunales militares en el sucio asunto de los secuestrados de Guantánamo, lo que es como decir que la prisión seguirá ahí o que, si no sigue ahí, la trasladarán a otro lado y se acabó. Tampoco se permitirá la exhibición de fotografías en las que se vea a soldados norteamericanos torturando a iraquíes, por ejemplo, o cualquier otra imagen que tiene cojones la cosa pueda promover el antiamericanismo. O sea que, al ritmo que vamos, me da en la nariz que el tal Obama va a acabar diciendo que no es negro del todo, que es más leche que café y que, puestos a decir verdades, tampoco nació en el mismo Bilbao, sino en un chalé de las afueras.

Ya sólo le faltaría que, en las próximas elecciones norteamericanas, se presentase el del cartel de arriba.


(El cartel está extraído del grupo YES WE JARL de Facebook)

viernes, 15 de mayo de 2009

EL TRABAJO Y YO


Creo que en alguna otra ocasión ya he dicho que mi relación con el mundo del trabajo ha sido y es, cuando menos, curiosa. No sé por qué, la vida se ha empeñado siempre en hacerme mantener un pulso constante con algo que nunca he sabido por dónde agarrar. Voy a ver si me explico.

Como casi todo el mundo en estos tiempos, he trabajado en un sinfín de empleos, legales y no tan legales, mejor o peor pagados, apropiados a mi manera de ser o totalmente opuestos a ella. Pero las empresas que me han proporcionado esos empleos, tan diferentes unas de otras, han tenido un punto de coincidencia: al poco tiempo de haber entrado yo a formar parte de la plantilla, han quebrado irremediablemente. Así, como suena. Y no se trataba necesariamente de empresas nuevas o con posibilidades evidentes de irse a pique, no. Una imprenta con más de cien años de solera tuvo que cerrar dos años después de mi incorporación. Nadie entendió cómo pudo suceder, pero sucedió. A mi paso han cerrado excelentes editoriales, empresas de producción de soportes de alta tecnología, comercios, bares, etc. Parezco Atila. Y hace unos días, pensando en mi sorprendente currículum, me di cuenta de que, además, hay dos casos brutales.

Uno de ellos es el de los cómics. He leído cómics desde muy pequeño, desde mediados de los años sesenta. Por aquel entonces era normal que los chavales leyéramos tebeos. Era un mercado totalmente estable e incluso prometedor para quien decidiese rodearse de lápices y pinceles y probar suerte. Cada semana me dejaba la paga que me daba mi padre en tebeos. Los quioscos estaban llenos de ellos. De modo que lo intenté y, aprovechando el tirón de los años ochenta, publiqué mis primeras historias. Fue algo salvaje. La gente leía cómics en los bares, en el metro, en todas partes. Había una treintena de revistas mensuales. El negocio iba viento en popa. Y justo cuando empiezo a hacerme un nombre… zas. Aparecen los japoneses, invierten un montón de millones en la basura de Dragon Ball Z y otras mierdas y el mercado nacional se hunde. Hala, a tomar por saco. Era increíble. Parecía más fácil que el Papa hubiera cambiado de sexo y, sin embargo… A la calle otra vez.

Pero eso no es lo peor. Porque los cómics han durado aproximadamente un siglo y, teniendo en cuenta mis habilidades, hacer que quiebre un mercado que cuenta sólo un siglo de vida me parece relativamente fácil. Lo peor es que de un tiempo a esta parte me dedico a escribir libros. “Ajajá”, me dije. “Hay libros desde que el mundo es mundo. O sea que esto sí que es imposible que desaparezca”. ¿Sí? ¿Seguro? Pues van y aparecen los libros electrónicos. Toma goma.

Desde luego, hay quien tiene mala suerte en lo que hace. Y uno de ellos soy yo. He estado pensado mucho en eso y, viendo cómo suceden las cosas… creo que voy a meterme en política.

martes, 12 de mayo de 2009

LA PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE
(que no del día después)


Palabra de honor que me toca las narices tener que hablar de algo tan obvio. La píldora del día siguiente podrá adquirirse, dentro de poco, sin receta. Bueno, y qué.

En la página web de la COPE, como es habitual, ponen de vuelta y media a los artícifes de tan esperada medida y, puestos a decir memeces, elaboran la lista de las posibles complicaciones tras el consumo de la mencionada pastilla. Desde luego, hay que ser torpe. Basta tomar el prospecto de un analgésico común para ver muchas más complicaciones. Y no por eso dejamos de consumirlo. Pero lo más triste es que todos sabemos que los tiros no van por ahí, porque es de dominio público que a los obispos les importan un bledo las complicaciones de los fármacos.

No voy a preguntarme por las razones de quienes, sin ser obispos, se oponen a la venta libre de la pastilla en cuestión. Las conozco. Pero lo que sí me pregunto y, por otra parte, me indigna, es que la gente la llame “del día después”, en lugar de llamarla “del día siguiente”. ¿A qué viene esa paletada? ¿Tanto aprende el vulgo del cine norteamericano?

(La imagen está extraída de 4bp.blogspot)

miércoles, 6 de mayo de 2009

LOS GRUPOS Y YO

Hace unos veinte años me compré una moto grande, una Custom, por puro capricho, porque me gustó la moto y me dio por comprarla. Algunas tardes me iba a dar una vuelta por la costa, lentamente, a mi ritmo, disfrutando del viento y del paisaje. Eso era lo que más me gustaba: esos paseos en solitario mientras atardecía.

Una noche entré en un bar a tomar algo. Dejé la moto fuera, claro, y por supuesto no pasó desapercibida. A los pocos minutos me abordó un sujeto que dijo ser motero y miembro de un club de motoristas que hacían excursiones los domingos por la mañana. ¿Por qué no iba con ellos? Consideré muy difícil decirle a ese tipo que no me gustan las motos por ser motos, que no me apetecía lo más mínimo adaptar mi velocidad y mis placeres a los de todo un grupo de motoristas y que aún me apetecía menos hablar de motores y de motos como, con toda seguridad, hablaban los miembros del club durante las mañanas de los domingos. O sea que le dije que no iba a ir con ellos porque no me gustaban los grupos de personas. No me entendió, claro, e insistió en los beneficios de un buen almuerzo entre amantes de las motos. Le dije, entonces, que tampoco me gustaban los almuerzos de más de una persona. Aun así, volvió a la carga y tuve que decirle que ni siquiera me gustaban los grupos de cosas. Me miró entonces con cara de estar viendo a un loco y me dejó en paz.

Los grupos no me gustan. No me gustan los partidos, ni los colectivos, ni las asociaciones ni nada por el estilo. Todo lo que suene a terapia de grupo me repugna. Conmigo no va. Los grupos no hacen más que anular la individualidad de los individuos, convertirlos en números o en trofeos de quien haya creado el grupo. Y los partidos. Y las ONG’s. Y, por supuesto, los grupos de motoristas.

jueves, 30 de abril de 2009

LA MUJER CON EL MEJOR FÍSICO DEL MUNDO


Es un mail que me ha enviado mi madre (que tiene más de ochenta años y maneja un portátil) y que probablemente esté inundando la red, pero me ha hecho mucha gracia. De modo que lo publico. Sólo es eso: en la foto, la mujer con el mejor físico del mundo.

miércoles, 29 de abril de 2009

ROBAN EL PORTÁTIL DE CARLA BRUNI


Vaya, hombre. Unos manguis han chorrao el ordenador de Carla Bruni. Qué mala pata. Aún no se sabe si lo hicieron a sabiendas o si, por el contrario, arramblaron con lo que pudieron sin saber a quién pertenecía el género. Yo creo en esta última posibilidad. Según he leído, el ordenador estaba en casa del hermano de la ex pareja de la Bruni. También se llevaron una cámara digital y algo más. Imagino a los chorizos, luego, al darse cuenta de la identidad del propietario del portátil, diciéndose: “Mecagüen mi sombra, que la hemos cagao”. Es como robar el portátil del Papa.

El caso me recuerda a uno que oí contar hace ya muchos años. Al parecer, padre, madre y abuela iban una noche en un automóvil por las curvas del Garraf o por alguna otra parte, da igual. El matrimonio delante y la abuela en el asiento de atrás. Bueno, pues, en una de ésas, va la abuela y se muere. El matrimonio, al darse cuenta, para en un bar para recuperarse del susto con un copazo. Y cuando vuelven al lugar donde habían aparcado el coche, descubren que no está. Está más abajo, a unos cien metros, con la puerta del conductor abierta y la abuela dentro. Por lo visto, un chorizo vio cómo el matrimonio abandonaba el coche para meterse en el bar y robó el coche. Y lo que debió pasar después es muy sencillo. Cien metros más allá, al mirar por el espejo retrovisor, el tipo debió darse cuenta de que llevaba un muerto en el asiento de atrás. “Ah, no”, debió decirse. “Uno es ladrón, pero honrao”. Y, muerto de miedo, frenó en seco, salió del coche y se perdió en la oscuridad de la noche.

(La imagen está extraída de felixjtapia)

domingo, 26 de abril de 2009

LA GLOBALIZACIÓN Y EL MALO DE LA PELÍCULA


Después de leer, durante un par de horas, a ciertos autores contrarios a la globalización (a esta globalización, se entiende), uno puede concluir fácilmente que hay alguien, un personaje con nombre y apellidos, detrás de todo este lío. Parece como si estos últimos años hubiesen sido estudiados y programados por una mente malévola, inmoral y perversa a la que, además, le salen muy bien las cosas. Todo cuadra. Todo encaja en los planes del maligno. Todo, salvo el nombre del culpable. Y no hay mente lógica que pueda creer una palabra de un escritor que, después de argumentar al detalle las razones y los motivos del crimen, no sea capaz de ofrecer el nombre del asesino. Sin embargo, todos los autores antiglobalización utilizan el mismo estilo. Al final, uno se queda con las ganas de que le digan realmente algo.

Con eso no quiero decir que yo esté a favor de la globalización. Normalmente estoy en contra de todo. O de casi todo. Y esta globalización no me gusta, claro que no, pero tampoco me gusta que me den liebre por gato. Los gatos me gustan más que las liebres. Vamos, sin comparación. Tuve un conejo en casa y aquello fue Troya. Se comía los cables, el tío, y las cajas de cartón, y los zócalos de madera del pasillo, y cuanto cayera entre sus dientes. Un gato, en cambio, nunca haría eso.

O sea que no. La retórica de los antiglobalización es atractiva, embaucadora. Pero no cuela. El viejo truco nazionalista de echar las culpas de los males del mundo a un individuo inconcreto, sumamente inteligente y lejano me repugna. Sobre todo, teniendo en cuenta que, cuando peor ha ido el mundo en estos últimos años, ha sido durante el gobierno de los tres gobernantes más torpes y más ignorantes de la historia: Bush, Blair y el insigne Aznar. ¿Alguien cree que esas tres mentes pensantes hubiesen podido imaginar un plan, no a escala global, sino provincial, que no fuese la guerra? Dejémonos ya de historias y de lanzar las pelotas fuera. Los culpables de la globalización somos todos. Desde el momento en que nos dejamos llevar por la estúpida placidez que inunda nuestras vidas cotidianas, estamos siendo cómplices de lo que pasa. Lo demás es hipocresía.

(El dibujo de arriba es de El Roto)

miércoles, 22 de abril de 2009

LAS ELECCIONES EUROPEAS

Sí, señor. Dentro de unos días toca votar para las elecciones europeas y estamos todos motivadísimos. Y no es a causa de la crisis. Es que las elecciones europeas motivan por sí mismas. Todos somos conscientes de la ardua tarea que espera a los diputados que tengan que ocupar sus escaños en Ginebra. Porque es en Ginebra, ¿no? Sí, creo que eso está en Ginebra.

De modo que ahí estaremos todos, votando. Así demostraremos al mundo que somos unos demócratas civilizados. Hay que votar, sí señor. Y el que pregunte para qué es un beduino que no merece que le sigamos dirigiendo la palabra.



(La foto está extraída de nireblog)

viernes, 17 de abril de 2009

¿QUÉ DEMONIOS OCURRE?

El amigo Paco Cavero, el de Yo y Sus geranios, vuelve a estrenar cortometraje. Para poner los dientes largos a la gente ha abierto un blog al respecto:

viernes, 27 de marzo de 2009

EL COLMO DE NUESTROS POLÍTICOS


Esto ya pasa de la raya. Sus señorías, los diputados españoles, echan a la calle a los periodistas y al público en general para hablar sobre los empleos que tienen casi todos ellos al margen del supuesto trabajo como diputados. Es increíble. Porque, aparte de la indecencia de burlarse de los parados alardeando de pluriempleo, si es algo tan privado, que lo discutan en su casa. ¿A santo de qué tienen que utilizar en secreto, como las viejas pellejas, un lugar público como es el Parlamento? Al hacer así las cosas están utilizando el patrimonio público del mismo modo y con la misma moral con que el ex presidente Clinton utilizó el despacho Oval de la Casa Blanca cuando el asunto de la becaria.

(La foto está extraída de soitu)

martes, 24 de marzo de 2009

¡VUELVEN!


Señores Rajoy y Zapatero: Han perdido ustedes la partida. Acabo de enterarme de que Coco, el Monstruo de las Galletas, Gustavo y los demás vuelven a la tele. ¡Eso sí que es un notición y no los que proceden de ustedes!


(La foto está extraída de publico)

lunes, 23 de marzo de 2009

EL ABORTO EN SEMANA SANTA


Esta sí que es buena. Ahora resulta que los nazarenos van a pronunciarse sobre la ley del aborto. Supongo que, de tanto salir a la calle disfrazados de fantasmas, ya no se dan cuenta de nada. Porque no sé si saben que sus manifestaciones, al igual que las de los obreros del metal, son concesiones que el resto de la población les hace. Es decir, si pueden salir a la calle para exhibir a sus ídolos, es porque los demás se lo permitimos. De modo que lo mejor sería que siguieran dedicándose a la tradición y al folclore, que es lo suyo. Obsérvese que no he dicho a la fe en Cristo, ya que me consta que muchos de ellos no van a las iglesias ni por hacer turismo. No sé. Es como si los joteros y els castellers dijeran ahora que están en contra de la ley del suelo. Desde luego, este país es la leche. No sólo hemos de soportar durante una semana las manifestaciones públicas de los seguidores de una determinada secta sino que, además, ahora tenemos que aguantar que nos digan cómo debe gobernarse el país. Y a quien me diga que no son de una secta le recuerdo lo que siempre digo: una religión no es más que una secta con éxito.


(La foto está extraída de elmundano)

domingo, 15 de marzo de 2009

LA INVESTIGACIÓN CON CÉLULAS MADRE


Recientemente un niño ha podido salvar la vida gracias al fruto de la investigación con células madre. Estaba condenado a muerte, por así decirlo, y la ciencia ha llegado en su ayuda con los últimos adelantos. Eso ha sido posible gracias a la independencia moral de la ciencia y a que los políticos no se dejan influir del todo por el Vaticano, totalmente opuesto a esta clase de investigación. No sé cómo no se enteran de que, ante la enfermedad, vale todo. Recientemente también, el presidente Obama ha levantado las restricciones al uso de fondos federales para investigar con células madre y los curas se han enfadado, claro. O sea que propongo una cosa. Del mismo modo que los creyentes de cierta confesión religiosa no permiten que se les hagan transfusiones de sangre, los católicos podrían negarse a ser curados mediante cualquier método que tenga que ver con las células madre. Por mí no habría inconveniente. Pero que nos dejen en paz a los demás de una vez.

martes, 10 de marzo de 2009

SOMOS UNOS INADAPTADOS


Un millón de años después de la entrada en vigor de los euros, seguimos contando en pesetas. Es decir: contrariamente a lo que yo creía al principio, nunca nos acostumbraremos a ese cambio de moneda. Porque no hablamos de 50 ó de 500 euros, que sería lo normal, sino de 60 ó de 600 euros, que serían diez mil o cien mil pesetas respectivamente. Y así no hay manera. ¿Tendrán razón los creacionistas, que dicen que el hombre es incapaz de adaptarse al medio y que es mentira eso de que saliera del agua disfrazado de ameba? En virtud de lo visto con respecto al euro, sí. Si no somos capaces de alterar nuestras coordenadas mentales ante un simple cálculo, ¿cómo narices íbamos a dejar de tener pelo? Ahora bien, si estamos hechos a imagen y semejanza del ser supremo, ¿tampoco él se aclara con los euros?

(La foto está extraída de uvitelonline)


miércoles, 4 de marzo de 2009

UN METEORITO EN CASA


El fabuloso escudo antimisiles de Bush no sólo no hubiese servido de nada ante tres sujetos armados con cúters en un avión, sino que tampoco nos habría salvado de la colisión que pudo tener lugar el lunes pasado, 2 de marzo de 2009, cuando un meteorito de considerable tamaño pasó a unos 70.000 kilómetros de nuestro planeta.

El estropicio habría sido comparable al que en 1908 causó una gran explosión en Siberia, calcinando 2.000 kilómetros cuadrados de bosques.

Ante estas cosas uno se pregunta de nuevo si los políticos sirven para algo. Y no es que crea que tendrían que tener en cuenta la remota posibilidad de que un meteorito se estrelle contra nosotros. Me bastaría con que, de vez en cuando, echasen un vistazo al cielo nocturno. Tal vez así se darían cuenta de que nadie puso las estrellas para ellos.


(La foto está extraída de fresh.paper)

jueves, 26 de febrero de 2009

NO A LA PENA DE MUERTE: ES CARA


La noticia me ha recordado a Fernando VII, que en un alarde de benevolencia y de humanidad abolió la horca para poner, en su lugar, el garrote vil. Y es que, según La Vanguardia y otros periódicos de suficiente solvencia, algunos Estados de Estados Unidos como Maryland, Colorado, Kansas, Nebraska, Montana, Nuevo México y New Hampshire están planteándose abolir la pena de muerte. Pero no por principios, no. Tampoco por haberse dado cuenta de que se trata de un castigo que produce un daño irreversible y que, aparte de ser la herencia más evidente de los tiempos del salvajismo, ya se ha llevado la vida de un buen número de inocentes. No, no es por eso. Están pensando en abolir la pena de muerte… porque no es rentable. Al parecer, llevar a un acusado al corredor de la muerte implica gastar 1,9 millones de dólares más que mantenerlo en prisión. La verdad, no sé qué es más inmoral: que los países que dicen ser civilizados conserven la pena de muerte o que la eliminen porque resulta más barata la cadena perpetua.


(La imagen está extraída de lisis.wordpress)