Pues sí. Todo le sale al revés. Después de haber prometido el oro y el moro, resulta que el presidente de Estados Unidos más prometedor de la historia debe dar marcha atrás en algunas de las cosas que dijo que haría y que, bueno, parece que no puede hacer.
Por ejemplo, seguirán existiendo los tribunales militares en el sucio asunto de los secuestrados de Guantánamo, lo que es como decir que la prisión seguirá ahí o que, si no sigue ahí, la trasladarán a otro lado y se acabó. Tampoco se permitirá la exhibición de fotografías en las que se vea a soldados norteamericanos torturando a iraquíes, por ejemplo, o cualquier otra imagen que —tiene cojones la cosa— pueda promover el antiamericanismo. O sea que, al ritmo que vamos, me da en la nariz que el tal Obama va a acabar diciendo que no es negro del todo, que es más leche que café y que, puestos a decir verdades, tampoco nació en el mismo Bilbao, sino en un chalé de las afueras.
Ya sólo le faltaría que, en las próximas elecciones norteamericanas, se presentase el del cartel de arriba.
(El cartel está extraído del grupo YES WE JARL de Facebook)
3 comentarios:
Cuanto más alto, mas grande será la caída, ¿no era así? Quizás esperábamos demasiado de él.
No moncho, no era así. Era: Más gordo que un tocino (que un tocino gordo, claro)y ande yo caliente.
Este blog está majara. No era anónimo, era Yo.
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