domingo, 6 de marzo de 2011

Gadafi: un hombre corriente


El día 17 de diciembre de 2007 publiqué un artículo encabezado con la foto que encabeza el de hoy. Es el coronel Gadafi. Vale la pena clicar sobre la foto para observar los pequeños detalles. Pues bien. Ese sujeto indescriptible, ese energúmeno, ese individuo que posiblemente será juzgado por crímenes contra la humanidad si no lo matan antes, ha sido durante muchos años el gran amigo de las democracias occidentales, esas que se llenan la boca de valores y de principios. Y es que, en principio, tenía y tiene petróleo. O sea que, principios, lo que se dice principios, los tiene. Pero poco más. Que vengan ahora los políticos de derechas o de izquierdas (es decir, los de centro) a hablarme de las grandes virtudes del sistema democrático. Es que tengo ganas de reírme un rato, que la vida está mu mala.

viernes, 4 de marzo de 2011

Rubalcaba: precisamente al contrario


No voy a entrar en valoraciones sobre lo que pueda ocasionar el descenso obligatorio de velocidad máxima en las carreteras españolas. Supongo que el ahorro conseguido entre el consumo menor y las multas que, sin duda, van a poner hará que los políticos puedan seguir comiendo perdices y langostices a nuestra salud. No voy a hablar de eso. Voy por otro lado.

En cuanto el gobierno se sacó de la manga esa reducción de la velocidad máxima, salió la pepera Dolores de Cospedal acusando a los socialistas de no tener nada previsto y de improvisar sobre la marcha. Y Rubalcaba, a quien yo tenía por un tío inteligente, entró al trapo y se defendió diciendo que esa medida no es improvisación pues se aplicó en Estados Unidos hace ya un porrón de años y, por lo tanto, hay experiencia al respecto. Bueno, pues, en mi opinión, tanto Dolores de Cospedal como Rubalcaba han demostrado, en esta cuestión, que son unos perfectos torpes. Porque, precisamente, creo yo que la valía de un gobierno no está en aferrarse a un programa a sangre y fuego, pase lo que pase, o en tener una libretita con las soluciones previstas para ciertos casos en concreto, sino en saber improvisar ante una situación que aparece de golpe y porrazo, sin que nadie la espere. ¿Qué sucedería si nos atacasen los marcianos? ¿Tirarían también de libretita o se las ingeniarían para solucionar el problema con los medios al alcance; es decir, utilizando la inteligencia?

O sea que seguimos igual. La clase política española continúa demostrándonos su estupidez y su ignorancia precisamente en la materia que debería dominar: la política.

(La foto de Rubalcaba está extraída de chusticieros)