domingo, 31 de octubre de 2010

Que viene el Papa


(El chiste es de Manel Fontdevila, ha sido publicado en la versión en papel del periódico Público y creo que no necesita ningún comentario de apoyo)

sábado, 30 de octubre de 2010

El jurado popular


Cuando estudié Derecho, hace ya muchos años, estaba empezando a plantearse el asunto del jurado popular en España. Debo decir que al principio yo estaba de acuerdo en su implantación, pero luego, a medida que los profesores fueron explicándome las ventajas y los inconvenientes, me decanté irremediablemente en su contra. ¿Por qué? A veces creemos que sabemos mucho de algo o que estamos autorizados a emitir juicios al respecto y, sin embargo, en cuanto alguien con más conocimiento de la situación nos habla de ello, es muy posible que cambiemos de parecer.

Con el jurado popular me sucedió eso mismo. En un primer momento pensé que sí, que claro, que la justicia debía estar en las manos directas del pueblo. Pero no. El pueblo se deja arrastrar por demasiadas pasiones, por las modas, por lo que le cuentan en la tele, en los periódicos o en las revistas. Ante un jurado popular, por ejemplo, tiene muchas más posibilidades de ser condenado un tío feo y mal vestido que uno guapo y elegante. Del mismo modo las mujeres, ante un episodio de violencia de género, tienen muchos puntos a su favor en virtud de la campaña de Zapatero al respecto; o el payo frente al gitano; o el vecino aparentemente intachable frente al que no tiene casa. Recordemos que muchas mujeres votaron a Suárez, en las primeras elecciones democráticas, “porque era el más guapo”. ¿Esas mismas personas deben tener el poder de condenar o absolver a alguien?

Puede decírseme que también los jueces están sujetos a las influencias, a las modas pasajeras o a los dolores de cabeza. Y es verdad. Todos somos humanos, pero creo que los jueces no son tan susceptibles de ser embaucados por asuntos circunstanciales como el común de los mortales. Para eso estudiaron.

¿Verdad que nadie se entromete en el trabajo de un ingeniero cuando se pone a construir un puente? No todo puede ser democrático. El vecino del quinto no debe ni puede opinar sobre el hormigón empleado para construir el aparcamiento subterráneo ni puede ni debe opinar sobre la anestesia que hay que inyectar al paciente. De la misma manera, en mi opinión, la justicia ha de estar en manos de profesionales que no se dejen influir por los periódicos, por la tele, ni por ningún otro estímulo. ¿Un jurado compuesto por tres o cuatro letrados? Quizás de ese modo no siempre tendrían ventaja los que estén de moda, los guapos o los bien plantaos.

(La foto pertenece a la película Doce hombres sin piedad, escrita por Reginald Rose y dirigida por Sidney Lumet)

viernes, 29 de octubre de 2010

La batalla de las audiencias


La programación de la tele está directamente relacionada con la audiencia. Por eso es tan mala. A mayor audiencia, más tiempo ha de estar en antena un programa. Y todos sabemos que, en lo que atañe a la cultura, la opinión de la mayoría no suele ser la mejor ni la más cualificada. En lo que atañe a otras cosas, tampoco; pero ahora no quiero hablar de política.

Según tengo entendido, el nivel de la audiencia se mide con unos aparatitos colocados en los receptores de un número determinado de telespectadores. No sé de cuántos. ¿Cien? ¿Mil? ¿Cien mil? Ni idea, pero el caso es que deben ser muchos para que las encuestas tengan valor, vamos, digo yo.

Sin embargo, no conozco a nadie que tenga instalado el aparatito. Ni nadie que yo conozca sabe de nadie que pueda tenerlo. Y conozco a muchísima gente que, a su vez, conoce a mucha más gente aún. O sea que no sé. ¿Colocan esos aparatos en algunos televisores antes de venderlos y el consumidor se los lleva a casa sin saber nada de eso? No lo creo. Me parece, más bien, que todo es un cuento. ¿Qué garantía tenemos de que la encuesta de cierta cadena es correcta? ¿Dónde están los aparatitos, o los inspectores, o los mismos ciudadanos encuestados a quienes nadie conoce? TeleChollo llega al 95% de audiencia. Ah, ¿sí? ¿Y dónde están las pruebas?

En este mundo traidor hay un montón de historias que nos creemos así, porque sí, sin plantearnos nada de nada. Tal cosa es así porque lo dice la gente. Tal otra es asá porque lo dice el de allá. O porque lo dice el periódico, vaya, cuyas fuentes de información a menudo son un misterio insondable. Por mi parte, cada vez soy más escéptico. ¿Dicen que la democracia es la forma de gobierno menos mala? Bueno, eso aún tienen que demostrármelo.

(He extraído la imagen de profeblog)

miércoles, 27 de octubre de 2010

La factura de Sanidad


De un tiempo a esta parte están sonando unas trompetas que no me gustan nada. Por un lado, la comunidad autónoma de Andalucía está presentando la factura de los gastos hospitalarios a quienes hayan tenido la desgracia de tener que utilizarlos. No pretende cobrar más de lo que cobra con los impuestos, al menos de momento. Sólo trata de informar al ciudadano de lo que cuesta cada consulta, cada intervención, cada tratamiento. Por otro lado, el gobierno de Cataluña ha ido un poco más allá y hace poco planteó la posibilidad de cobrar una parte de lo que, hasta el día de hoy, paga totalmente la Seguridad Social. Por suerte se le ha dicho que no, si bien quien ha propuesto ese regreso a las cavernas no ha dimitido ni ha dicho Esta boca es mía.

O sea que aún no ha pasado nada. Pero da que pensar que empiece a hablarse tanto de un asunto tan delicado como éste; y más, cuando se hace en un tono tan asquerosamente paternal, como si los ciudadanos tuvieran que dar gracias al Estado cuando éste utiliza el dinero de los ciudadanos en el bien de los ciudadanos: “Mira qué buenos somos los gobernantes”, parecen decirnos: “Gastamos tu dinero en curarte”. “Mira a cuánto sube la factura de tu operación. Y no te cobramos nada: es gratis.” ¿Gratis? ¿No sale el dinero de los impuestos?

La Seguridad Social, uno de los grandes logros de Europa frente al capitalismo salvaje de los Estados Unidos, una de esas cosas que nos alejan de la ley de la selva, parece que está de capa caída. Se habla de establecer el copago. ¿Cómo, copago? ¿Qué significa tal cosa? ¿Significa que una parte debe pagarla el ciudadano? ¿Y quién paga la otra, la que aporta el Estado? ¿No es el mismo ciudadano con sus impuestos? Algunas voces dicen que quien se exceda con los medicamentos debe pagar más. Muy bien. Entonces, quien no tenga coche no debería pagar los impuestos que vayan a parar a la construcción de carreteras.

Es muy curioso, además, que estas medidas trogloditas hayan sido planteadas por unos gobiernos que presumen de ser progresistas e incluso de izquierdas; o sea, socialistas. Aunque, bueno, según lo que estamos viendo en los últimos tiempos, la política social en España es como Peter Pan. Nos gustaría que existiese, pero sólo es un cuento.

(El chiste es de Forges, claro)

miércoles, 20 de octubre de 2010

El nuevo gobierno de Zapatero

Según el presidente Zapatero, paridad es la igualdad en número de hombres y mujeres al frente de una determinada institución como pueda ser el gobierno, por ejemplo. Según el diccionario de la Real Academia, paridad no es nada de eso, sino una comparación de algo con otra cosa, la igualdad de las cosas entre sí o el valor comparativo de una moneda con otra. Supongo, no obstante, que los asesores de Zapatero se inventaron la nueva acepción para definir una composición del gobierno también nueva, compuesta por igual número de hombres y de mujeres. Nadie con cerebro comprendió las virtudes de semejante cosa. ¿Por qué debería haber igual número de mujeres que hombres en el gobierno? Al frente del gobierno deben estar los mejores, y me da igual si son hombres, mujeres, calvos, jipis, frailes o transexuales. Los me-jo-res. Pero desde el principio a nuestro presidente sólo le ha preocupado la foto, el escaparate, la apariencia, y planteó su particular paridad como una de sus grandes apuestas. Durante un tiempo, a todos los que no estábamos de acuerdo con semejante imposición, nos llamaron de todo.

Sin embargo, rectificar es de sabios, como dijo no sé quién. Y Zapatero, en su nueva estructuración del gobierno, no ha tenido en cuenta esa absurda paridad que se inventó cuando accedió al poder. Tampoco ha reconocido que era una memez, eso es verdad. Pero la ha pasado por alto a la hora de formar el nuevo gobierno. Algo es algo.

Ha sucedido lo mismo con el Ministerio de Igualdad, suficientemente criticado en este blog, que ha desaparecido como tal y ha entrado a formar parte, nadie sabe por qué misteriosa razón, del Ministerio de Sanidad. Nueva carambola. ¿Qué tiene que ver el culo con la cebolla? Pero también nuevo y silencioso paso atrás en uno de los más cacareados inventos zapateriles.

O sea que no está mal. Zapatero ha dado un golpe de timón al margen de lo que digan. Desaparecen unas chorradas que han durado demasiados años y, aunque es de suponer que con el tiempo se inventarán otras para colocarlas en su lugar, ésa ya será otra historia.

lunes, 18 de octubre de 2010

Prostitutas reflectantes


Prostitutas reflectantes. ¿A que parece el nombre de un grupo de punk-rock? Pues no lo es. Se trata del titular de una noticia muy seria.

En la zona del Segrià, en Cataluña, los mossos d’Esquadra han multado a varias prostitutas de carretera con 40 euros por no llevar el chaleco reflectante y, por lo tanto, ser un peligro para los conductores. A partir de ahora, las prostitutas irán a trabajar ataviadas con el mencionado chaleco. Sin embargo, yo en su lugar no estaría muy tranquilo. Conozco el habitual comportamiento de los mossos y sé que aplican el reglamento a rajatabla, sin tener en cuenta la más mínima razón ni circunstancia. O sea que, en mi opinión, las prostitutas ya pueden empezar a colocar los triángulos señalizadores si no quieren que les multen también por eso.

(He extraído la foto de un foro anónimo. Ignoro cuál es su origen)

viernes, 15 de octubre de 2010

Los mineros chilenos y los presidentes españoles


A pesar de que me resulta muy difícil fiarme de un político, y mucho más de un político que sonría tanto, me ha gustado la actitud del presidente de Chile, Sebastián Piñera, ante el suceso de los mineros atrapados bajo tierra y su rescate. El tío ha estado ahí. Chupando cámara, por supuesto, pero ha estado. Lo digo porque me he puesto a pensar en qué habrían hecho los sucesivos presidentes que hemos tenido que sufrir los españoles ante un hecho semejante y he aquí las conclusiones.

Sobre Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo no tengo mucho que decir. Me pillan un poco lejos y tuvieron unos problemas y una realidad muy diferentes, pero creo que ambos habrían sido correctos, solemnes, sin exhibición de emociones.

Felipe González posiblemente habría sido el más resuelto, el más espontáneo. No sé qué habría hecho, pero seguro que habría salido del paso de alguna manera. El tío tenía palique y tablas para cualquier cosa.

En cuanto a Aznar, simplemente no se habría presentado en la boca de la mina. Cuando la crisis del chapapote ya demostró que todo se la resbalaba: dio un corto paseo en helicóptero, acudió a una reunión a puerta cerrada y dejó a su segundo, Mariano Rajoy, para que diese la cara.

Y en lo que respecta a nuestro actual presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, bueno… habría estado allí durante unos minutos, seguro, y luego habría tomado un avión para asistir a una muy importante cumbre, en Moscú, sobre el tan menospreciado salmonete siberiano y sus derechos inalienables.

(La foto está extraída de 140perfil)

jueves, 14 de octubre de 2010

Bin Laden y el mulá Omar


Y a todo esto… ¿dónde está Bin Laden? Las Torres Gemelas se fueron abajo hace ya nueve años y, desde entonces, sólo se ha sabido de él a través de los mensajes que lanza al mundo. Algunos son terribles, apocalípticos, amenazas de grandes desastres que acojonan a cualquiera. Otros, en cambio, son diferentes. Por ejemplo, el último. En lugar de llamar a la guerra santa y de hablar de infieles y de todo eso, nos alerta acerca de los males que puede ocasionar… el cambio climático. Toma jeroma. Confieso que me ha sorprendido que el terrorista más sanguinario de todos los tiempos salga ahora con ésas.

Pero esta nueva aparición en los medios me ha hecho pensar. ¿Cómo es posible que nadie sepa nada de él cuando lo están buscando todos los servicios de inteligencia del mundo occidental y el gobierno de los Estados Unidos ofrece un porrón de millones de dólares por su cabeza? Aquí pasa algo. O es cierto eso que dicen algunos y nunca se le ha perseguido, o está escondido en la finca de alguno de sus amigos multimillonarios, o los servicios secretos de inteligencia no están a la altura ni del agente 86. Me temo que es esto último. Porque, en realidad, no se trata sólo de Bin Laden. ¿Ya no recuerda nadie al mulá Omar? ¿Dónde anda ese terrible y feo líder de la resistencia talibán? Recuerdo que al principio de la actual guerra de Afganistán, cuando las tropas norteamericanas tenían sitiada la ciudad de Kandahar y hablaban de su poderío invencible y de la inminente victoria de los Estados Unidos, el tío se las piró a lomos de una motocicleta destartalada. Bueno, pues, según parece, aún lo están buscando.

(En la foto, el Mulá Omar. La imagen está extraída de elpais)

viernes, 8 de octubre de 2010

Crece la alarma antiterrorista


El gobierno de los Estados Unidos de América, el de Japón y el de un par de países más han incrementado el nivel de la alerta antiterrorista. Según han dicho sus portavoces, un grupo desconocido puede estar preparando un atentado para llevarlo a cabo en cualquier momento y en un lugar indeterminado de Europa. Cuánta precisión, mi madre.

Me canso de decirlo, pero los políticos continúan creyendo que los demás somos un hatajo de borregos a los que es fácil engañar, cautivar y dirigir. Claro que hay terroristas en el mundo. Y por supuesto que pueden atentar en cualquier momento y, por desgracia, casi donde les dé la gana. Pero uno, en su ignorancia, se pregunta qué objetivo real tienen estas alarmas subidas de tono. ¿Creen los gobernantes que los ciudadanos estadounidenses o japoneses van a anular sus vacaciones en Italia porque “puede haber un atentado en cualquier punto de Europa”? Europa es muy grande; y las posibilidades de que a uno le toque la china, casi nulas. ¿Pretenden que, en previsión de ese posible atentado, los demás ciudadanos no salgamos de casa, no tomemos los transportes públicos, no vayamos a tomar un café o a comprar el periódico? ¿Suponen que los terroristas, viéndose descubiertos, van a echarse atrás y dedicarse a otra cosa? Y lo que es más importante: ¿Continúan creyendo los gobernantes que alguien cree que les preocupan los ciudadanos?

Ya digo: es posible que próximamente haya un atentado en Europa, claro está; pero la alarma no podría impedir que se produjera. En mi opinión, esa alarma sólo puede servir para dos cosas. O bien se pretende tapar algo que por el momento se me escapa, o bien, simplemente, se quiere conservar la paranoia como medio de mantener al pueblo sumiso y asustado.

(El dibujo de arriba es de Ferreres, y lo he extraído de la edición en papel del periódico Público)

domingo, 3 de octubre de 2010

Los experimentos de Estados Unidos


Hace unos sesenta años, científicos de Estados Unidos infectaron con sífilis y gonorrea a unos setecientos presos y enfermos mentales guatemaltecos para comprobar los efectos que la penicilina tenía en esos casos. Huele a experimento nazi, ¿verdad? Parece algo imposible, como de película, ¿no? El gobierno de los Estados Unidos no es ni ha sido nunca nazi, en eso estamos de acuerdo; pero sí es el único del mundo que ha sido capaz de lanzar dos bombas atómicas sobre ciudades habitadas, por ejemplo, o toneladas de gas naranja sobre los campos poblados por supuestos combatientes enemigos. Ahora aparecen las pruebas de este último horror y, después de pensar un poco, uno se pregunta qué saldrá a la luz cuando hayan pasado cincuenta años desde la aparición del SIDA.

(La imagen está extraída de blogcurioso)

sábado, 2 de octubre de 2010

La embajadora ante los extraterrestres

Aunque ya se están volviendo atrás en vista de la cuchufleta que generó la noticia, lo cierto es que la semana pasada se dijo que la ONU había nombrado a una embajadora, Mazla Othman, por si se daba el caso de un encuentro con seres extraterrestres. Según comentó la hormiga Barrancas en el programa de Pablo Motos, menos mal que la ONU no ha nombrado en su lugar a Sarkozy, porque en cuanto éste se hubiera percatado de que los extraterrestres van indocumentados, los habría enviado a Rumanía.