sábado, 31 de mayo de 2008

De nuevo el PLAN IBARRETXE


Hay que ver cuánta razón tienen los que dicen que casi todo es cíclico. Si bien de un modo intermitente, desde hace ya unos cuantos años oímos hablar del Plan Ibarretxe. Cada cierto tiempo, cuando se acercan las elecciones vascas o cuando al gobierno nazionalista de Euskadi le interesa crearse enemigos para dárselas de víctima, vuelve a aparecer el fantasma de la consulta popular sobre la independencia. Es un truco que se repite. Y sólo es un truco. Ni a Ibarretxe se le escapa que el referéndum es más inútil que la lucha por la anexión de los territorios vasco-franceses. Pero ahí está otra vez, dale que te pego a lo mismo. Tanto es así que hace siete meses escribí un artículo al respecto y aún tiene sentido. Casi todo es cíclico, ya digo. Y el artículo en cuestión decía:


El lehendakari Ibarretxe está obsesionado con preguntar a su pueblo si quiere la independencia y el gobierno del Estado, sea de uno u otro color, está obsesionado en impedírselo. Llevamos así varios años. Al margen de que los verdaderos problemas de la mayoría de los ciudadanos suelen estar en las antípodas de las neuras de los nacionalistas —qué más me da el Estatut o la independencia de Euskadi si no puedo pagar el alquiler, por ejemplo—, creo que se trata de un asunto que no tiene la menor importancia.

Desde mi punto de vista, Ibarretxe debería tener derecho a preguntar lo que le dé la gana porque ésa es precisamente la esencia de la democracia: el planteamiento público de una cuestión para que la ciudadanía decida. Y con mayor razón cuando ese referéndum que algunos dicen que amenaza los cimientos de nuestra sociedad no es vinculante; o sea, es simplemente de opinión y no obliga a nada.

Sin embargo, también creo que, en el caso de plantearse la independencia de uno de los territorios que actualmente componen España, deberían ser consultados
todos los españoles y no sólo los habitantes de esos territorios. Sería absurdo que Villanueva del Trabuco se independizara de España porque así lo hubieran decidido los vecinos de la localidad o, puestos a afinar un poco más, que el Valle de Arán dejase de pertenecer a Cataluña tras una votación unilateral de los araneses.

Me pregunto, no obstante, qué sucedería si la pregunta «¿El País Vasco debe ser independiente?» fuese formulada tanto entre los vascos como entre los españoles. Es decir, en lugar de uno, dos referéndums. Probablemente en el País Vasco saldría que
No y en España saldría que .

(El dibujo es de Forges)

sábado, 24 de mayo de 2008

LUCIO URTUBIA



Ayer estuve en un acto con Lucio Urtubia, el histórico anarquista que heredó la metralleta Thompson de Quico Sabaté y, a la par que atracaba oficinas bancarias para financiar el movimiento libertario, falsificaba cheques de viaje y puso en jaque a uno de los bancos más poderosos del planeta, el City Bank. En muchos aspectos, su vida recuerda a la de Laureano Cerrada.

Lástima que, tras la proyección del documental sobre su vida, los burócratas de siempre rompieran la magia de la reunión para discutir sobre siglas sindicales y demás miserias.

Pero Lucio está contento. El paso del tiempo ha hecho que sus años de pistola y cárcel tengan hoy otro color y que ya no haya quien le acuse de haber sido un delincuente o algo peor. A los ojos de la prensa y de cualquiera, Lucio fue un combatiente antifranquista, uno de esos individuos que siempre hacen falta y que escasean tanto.


(Las imágenes están extraídas de la página web del documental sobre Lucio. Para saber más, desde hace años está a la venta el libro Lucio, el anarquista irreductible, escrito por Bernard Thomas y editado por Ediciones B)


miércoles, 21 de mayo de 2008

El PRINCIPIO del FIN de la COCINA para PIJOS


Los cocineros pijos están que trinan. Resulta que otro cocinero, no mucho menos pijo que ellos aunque con ciertas dosis de ética en sus planteamientos, ha dicho que sus colegas elaboran platos que ni ellos mismos se atreverían a pedir en un restaurante. El tipo se llama Santi Santamaría, y está considerado como uno de los más renombrados restauradores de alta cocina. Sus razones tendrá para afirmar eso, ¿verdad? Lo digo tras observar la reacción de los aludidos, Quique Dacosta, Juan Mari Arzak, Pedro Subijana, Martín Berasategui, Sergi Arola, Andoni Luis Aduriz y Ferrán Adrià. En lugar de combatir los argumentos de Santamaría, han salido en tromba con el discurso de que si su colega ha perdido el juicio, que si es una vergüenza, que si sólo quiere protagonismo y demás muestras de incapacidad defensiva.

En cuanto a mí, no puedo negar que todo este asunto me encanta. La supuesta cocina de esos cocineros ególatras me cansa como me cansan los peluqueros que dicen ser artistas o las modas que pretenden ser más que modas. Y las declaraciones de Santi Santamaría parece que sean el principio del fin de toda esa pantomima gastronómica que nos ha invadido en los últimos años. O culinaria, debería decir, porque el término gastronómico hace referencia al buen comer y los frutos de la cocina de última generación sólo tienen relación con el esnobismo culinario y la gilipoyuá. Como afirmé hace un tiempo en este blog, para los pijos debe ser muy interesante comer un pepino que sepa a morcilla y una morcilla que sepa a pepino. No me extraña que algunos de esos cocineros se hagan llamar alquimistas, como los que dijeron haber encontrado el elixir de la inmortalidad. Son igual de farsantes unos y otros.

(Si no frenamos la tontería pijolari de la supuesta alta gastronomía, las cocinas del futuro podrían ser como en la foto. La imagen está extraída de astrosociety)

martes, 20 de mayo de 2008

CHINA FUNCIONA


Acostumbrados como estamos a que todos los medios occidentales hablen mal del gobierno de China, es sorprendente que, disponiendo de la carnaza que ofrece el terremoto reciente, nadie haya levantado la voz para atacar una vez más al eterno enemigo del capitalismo. Y nadie me hará creer que los periodistas se callan por respeto a las víctimas, claro que no. Se callan porque no tienen más remedio que hacerlo: China funciona, está demostrando que sabe qué hacer cuando las cosas se le ponen en contra. Justo al contrario de lo que ocurrió en Estados Unidos hace dos o tres años. ¿Alguien recuerda la inundación que se llevó por delante media ciudad de Nueva Orleans? El gobierno estadounidense se colapsó, se quedó en nada mientras grupos de militares y civiles armados patrullaban las calles de la ciudad para evitar los desmanes a tiros. La gestión fue un desastre, mucho peor que la que hubiese llevado a cabo cualquier gobierno tercermundista. Pero los necios siguen negando las evidencias, visten camisetas con la bandera de las barras y las estrellas y afirman que el comunismo se hundió con la Unión Soviética. Desde luego, hay quien domina el arte de olvidar lo que no le interesa.

(En la foto, el modo ejemplar que tuvo el gobierno norteamericano de evacuar las viviendas inundadas. La imagen está extraída de diariodeavisos)

lunes, 19 de mayo de 2008

MURCIA, BARCELONA y el AGUA


Lo siento por los zapateristas radicales que pululan por este blog, pero he de volver a hablar de la guerra del agua. Es algo que me supera, que me cabrea y que me indigna. Porque los socialistas me engañaron con su negativa al trasvase del Ebro cuando se planteó. Ya no volverán a engañarme.

Mi padre era de Murcia. He estado allí una infinidad de veces, desde pequeño, y conozco la situación de la ciudad y de su entorno bastante bien. El problema del agua en Murcia es algo muy serio, siempre lo ha sido y, sin embargo, jamás lo ha tratado nadie con el respeto que merece. Hasta hace poco decían los socialistas que los murcianos no podían quejarse de la «captación temporal de agua del Ebro» porque sólo sería empleada como agua de boca para Barcelona, cosa que la ciudad de Murcia siempre ha tenido resuelta. Bueno. Es cierto que en Murcia siempre cae agua cuando abres el grifo, pero no es menos cierto que ese agua que cae no se puede beber. Tiene un sabor repugnante e incluso tiene color. Sirve para llenar la cisterna del váter. De modo que, en lugar de agua de boca, podrían llamarla agua del culo. Así seguirían con el mismo tono de cachondeo y podríamos reírnos todos un poco más de las desgracias ajenas.

El minitrasvase, la captación temporal de agua o cómo quieran llamarlo es una burla o un modo de continuar con un discurso agotado. Me explico. Mi nombre está incluido en una lista de correo electrónico de cierto grupo de opinión pretendidamente progresista de Cataluña. Cada dos o tres días recibo los comunicados, las convocatorias de actividades y mil comentarios sobre los problemas de actualidad. Cuando esa actualidad rozó un asunto tan importante como fue la intentona de trasvasar el río Ebro para dar de beber a las tierras de Murcia en tiempos de Aznar, los mensajes llegaron por docenas. En aquel momento todos estaban en contra. Criticaron la propuesta como si el agua tuviese como objetivo exclusivo los campos de golf, como si fuese un capricho o un desprecio gratuito a los ecologistas. Tan intenso fue el ataque que yo, que nunca he podido soportar a Aznar, que en aquellos momentos también estaba en contra del trasvase y que nunca me había dado por participar activamente en esos debates, me vi en la obligación de escribir un texto para dejar las cosas un poco más claras. Hablé de la finca murciana de mi tío, una tierra calcinada por el sol, blanquecina y agrietada, que mi familia ha trabajado hasta unos extremos inimaginables para arrancarle unos cuantos sacos anuales de limones y almendras. Nunca he visto llover allí. Jamás, en mis cuarenta y seis años de vida.

Pues bien. Eso sucedió hace un tiempo. Hoy, sin embargo, cuando apoyan el trasvase los mismos que en el pasado dijeron que era una atrocidad, no he recibido ni un solo mensaje al respecto. Nada. ¿La situación ha cambiado tanto? ¿No estamos hablando, si no de lo mismo, de algo muy parecido?

Con todo esto sólo pretendo que se me entienda una reflexión. El problema del agua en Murcia tiene muchos años. Por lo menos, tantos como yo tengo. Y lo cierto, lo auténticamente cierto, es que apenas se ha hecho nada jamás para remediarlo. En el día de hoy Barcelona tiene ante sí, no un problema, sino su sombra: una «amenaza» de problema. El agua puede faltar dentro de seis meses, no pasado mañana ni al otro; y, no obstante, ya se han movido todos los hilos para que esa amenaza no pueda convertirse en realidad. Incluso se pretende hacer algo tan impopular como trasvasar agua del Ebro a las cañerías de Barcelona. O a las piscinas de la ciudad y alrededores, vaya, cuyos dueños probablemente fueron los que alzaron la voz contra la distribución de agua para los supuestos campos de golf de Murcia.

Y lo peor de todo: A día de hoy, en que las lluvias han vuelto y ya no sería necesaria la pretendida «captación temporal de agua», el gobierno socialista se ha enrocado, dice que no hay garantías de que llueva en adelante y que, por lo tanto, la estructura que debía ser temporal va a pasar a ser definitiva. Mientras tanto, los que tienen más que nadie siguen dándoselas de víctimas y pidiendo más y más.

(En la imagen de arriba, tierras de la Región de Murcia. La foto está extraída de flickr.com)

jueves, 15 de mayo de 2008

El Chiki Facha

El CAMELO de la REENCARNACIÓN


Al hilo de lo que hablábamos ayer acerca de la enormidad del Universo, me ha venido a la mente cierta reflexión que me hice una tarde mientras me bebía dos o tres litros de granizado de limón. El granizado no tiene ninguna relación directa con mi reflexión y el limón tampoco, pero si a Newton siempre se le ha permitido que asociase una manzana a su teoría de la gravitación universal, no veo por qué no ha de permitírseme a mí asociar el granizado de limón al destino de las almas humanas. O sea que, una tarde, mientras daba cuenta de varios litros de granizado de limón, me puse a pensar en la incomprensiblemente extendida creencia en la reencarnación y llegué a ciertas conclusiones, a saber: Con lo enorme que es el Universo, con la inmensa cantidad de planetas y planetoides que hay, los seres humanos tienen que reencarnarse precisamente aquí, en este planeta esquinado de una de las galaxias más insignificantes del Universo conocido. Y si no, preguntadle a algún farsante de esos que dicen saber en qué se había encarnado uno en el pasado. Siempre te dirá: Tú fuiste el general Custer, o Cleopatra, o el Rey del Mondongo. No sé de ningún caso en que se le haya dicho a alguien que en el pasado fue un marciano. Y mucho menos que fue, en lugar de algún célebre personaje de la Historia, el esclavo feo, jorobado, sin dientes y con las uñas sucias que limpiaba las letrinas del palacio.

(¿Las vacas se reencarnan en humanos después de ser vacas? ¿O en delfines? La imagen de arriba está extraída de painkiller)

miércoles, 14 de mayo de 2008

JESUCRISTO y los EXTRATERRESTRES


Allá por los años setenta me hice una pregunta que sólo ahora, un montón de años más tarde, ha obtenido una respuesta satisfactoria. Y la solución al problema ha llegado nada menos que de la mano del director del Observatorio Astronómico del Vaticano. Al loro.

Siempre he creído que no estamos solos, que el Universo es inmenso y que sería estúpido pensar que no hay nadie más, que somos los únicos y que los planetas, las constelaciones y todos los fenómenos siderales están al servicio de nuestras necesidades. Opinar lo contrario sería dar la razón a la ortodoxia cristiana, que afirma que el Hombre es la obra maestra de la Creación y que lo demás es tramoya. No puede ser, claro. No tiene sentido que el Universo sea tan grande y que solo sirva para dar cobijo a una colonia de bípedos que habitan un pequeño planeta esquinado. O sea que los extraterrestres existen. No tienen por qué haber venido a darse una vuelta por estos lares en sus platillos volantes, pero tienen tanto derecho a la vida como nosotros. Y entonces, una vez planteada la situación de un Universo habitado por muchas comunidades de seres, llega la pregunta: ¿Qué pasa con ellos? Si Jesucristo fue el enviado de Dios, ¿también se presentó en otros planetas para redimir a sus criaturas y también tuvo que morir de un modo tan cruel? Podría ser que los habitantes de otros mundos no hubiesen caído en la tentación de morder la manzana del Paraíso, claro, en cuyo caso no habría hecho falta la presencia de ningún ser divino para redimirles. ¿Verdad que, expuesto de esta manera, suena todo muy raro? Siempre me ha fascinado que el hijo de Dios se moviese en un territorio no mucho más grande que la Comunidad de Aragón y que no pusiera los pies en Siberia, pongo por caso. Y, si no fue capaz de dirigirse en persona a los chinos ni a los bantús por una evidente falta de medios de locomoción, ¿cómo iba a presentarse ante los extraterrestres?

Bueno, pues, como he dicho antes, el director del Observatorio Astronómico del Vaticano ha venido a sacarme de dudas. Ni corto ni perezoso, el jesuita José Gabriel Funes ha dicho que Jesús murió en la cruz para redimirnos, no sólo a nosotros, sino también a los hermanos extraterrestres. Uuuuuf. Menos mal. Así ha podido evitar un mogollón de millones de muertes consecutivas por crucifixión. Tantos, como planetas con posibilidades de vida sabemos que existen, al menos, en nuestros alrededores.


(La foto de arriba ya fue comentada en este blog. Se trata del supuesto marciano que fotografió uno de los artefactos que la NASA acostumbra a enviar a nuestros planetas vecinos)

martes, 13 de mayo de 2008

La VICEPRESIDENTA y el POLÍGAMO


Parece el título de un cuento: La Vicepresidenta y el Polígamo. De un cuento del siglo XXI, se entiende, o al menos de un cuento posterior a la Ilustración y a la Revolución Francesa. Las princesas y las hadas dejaron de poblar el mundo de los cuentos hace ya unos cuantos años y, en su lugar, no nos queda más remedio que colocar a otras figuras. Lo malo es que no es un cuento. O lo bueno. Porque la verdad es que todo este asunto tiene gracia.

La Vicepresidenta del Gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega, se fotografió este domingo en compañía de tres mujeres africanas en algún rincón de Níger. No sé qué hacía por esas tierras, pero estaba. Y cuando las tres mujeres le pidieron que se hiciera una fotografía con ellas, no lo dudó. Miró a un lado, miró al otro, observó el rostro satisfecho del padre de las muchachas y se dejó fotografiar. No podía haber nada malo en eso, ¿verdad?

Momentos más tarde, nuestra Vicepresidenta estaba horrorizada. Alguien le dijo que el supuesto padre no era tal, sino el orgulloso marido de las tres muchachas. De modo que Fernández de la Vega se había fotografiado junto al fruto de una tradición ancestral que le repugna: la poligamia, algo habitual en algunos países de África.

Bueno. En realidad no ha sucedido nada grave. A nuestra Vicepresidenta sólo le ha pasado lo que les pasa a los pijos cuando, por alguna razón, abandonan sus lujos y sus avenidas arboladas y van a los barrios bajos. Tampoco ellos comprenden los hábitos de muchos habitantes del extrarradio y dicen que les horroriza ese modo de vida, el vicio a la vista de cualquiera, la acumulación de la basura en las esquinas y un montón de indecencias más. ¿Es que no se dan cuenta de que vivir así es indigno? Supongo, sin embargo, que la Vicepresidenta habrá aprendido la lección. Si en lugar de ir a hacerse fotos al Tercer Mundo se hubiera ido a Suecia, no le habría pasado nada.

(La foto de arriba está extraída de elpais)

lunes, 12 de mayo de 2008

El MUNDO al REVÉS


Los ignorantes, los cobardes y los que no tienen cerebro suelen culpar de todos los males a los que han llegado de fuera. Es lo más fácil. Todo lo malo nos viene del exterior, dicen los nazionalistas. No aceptan que siempre haya sucedido lo mismo y que su pueblo, como cualquier otro pueblo, tuvo momentos de hambre y necesitó viajar a otras tierras para sobrevivir. Allí también hubo imbéciles, claro. En todas partes hay ignorantes, cobardes y descerebrados que dicen que todo lo malo llega de tierras lejanas.


(En la foto, inmigrantes españoles en 1949. La imagen está extraída de lacomunidad)

viernes, 9 de mayo de 2008

El REINO de los CRÉDULOS


Según las noticias, últimamente vuelve a haber un número abusivo de avistamientos de OVNIS. También sucedió en los años setenta, cuando bastaba salir a la calle para ver un par de naves extraterrestres e incluso para que le saludaran a uno sus tripulantes, como le sucedió a una mujer que así lo afirmó en la emisión catalana de Televisión Española. Con la obsesión nazionalista metida en el cuerpo, al locutor del programa sólo se le ocurrió preguntarle:

¿Y en qué idioma hablaban los extraterrestres?

Bueno dijo la mujer, también enferma del virus nazionalista, son seres muy inteligentes y saben hablar en muchos idiomas: en español, en catalán…

Yo era un chaval, pero recuerdo que me partí de risa mientras imaginaba al extraterrestre asomándose por una ventanilla del platillo volante y diciendo: Bon dia tingui! El caso es que entonces había un montón de programas, revistas y libros sobre el fenómeno OVNI. Y ahora también. En cambio, durante los años ochenta y noventa, apenas vio nadie a un marciano. Tal vez tenga algo que ver con el hecho de que durante esos dos decenios casi no hubo programas ni revistas ni libros que hablasen de ello. Solo tal vez, ya digo. Pero todo el asunto me suena a camelo, a psicosis, a fraude informativo.

No soy un escéptico. Al menos, no en el sentido más radical. El Universo es enorme y estoy convencido de que no somos los únicos habitantes en esta comunidad de vecinos. Pero de ahí a suponer que unos seres de otros planetas vienen a vernos en unas naves volantes que se parecen tanto a nuestros aviones hay un abismo. Y de ahí a que hablen en catalán no hay un abismo, sino una fosa marina.

Uno que no se lo cree en absoluto es Luis Alfonso Gámez. Acudo de vez en cuando a su blog para ver cómo se indigna ante una nueva superchería ufológica o parapsicológica. Siempre está en contra o, mejor dicho, del lado de la razón. Y lo bueno del caso es que los comentaristas de sus artículos se cuentan por docenas, pero por docenas de personas… que están en contra de lo que él dice. O sea, el mundo al revés. La gente lee sus artículos para llevarle la contraria. La verdad es que me lo paso muy bien leyendo Magonia, que es como se llama el blog. Y también aprendo mucho. Como debieron aprender los marcianos de los años setenta para hablar en catalán, un idioma indudablemente minoritario en el Sistema Solar de nuestra Galaxia. ¡Cómo van a hablar en catalán los marcianos si todos sabemos que les tira más el bable! Aunque, si miramos bien al ex presidente Pujol… Bueno, que cada cual saque sus conclusiones.


(La foto de arriba está extraída de parecidosrazonables)

jueves, 8 de mayo de 2008

CATALUÑA elimina el BACHILLERATO NOCTURNO


Después de que el Informe Pisa dejase la educación en Cataluña a la altura del betún, el gurú del Departamento de Educación de la Generalitat, Ernest Maragall, ha dado el golpe de gracia al asunto suprimiendo el bachillerato nocturno. Cojonudo. De ese modo mata varios de pájaros de un tiro, pero sobre todo elimina el gasto siempre innecesario del acceso a la cultura de los pobres o, dicho de otro modo, de los que tienen que alternar la jornada laboral y los estudios. Para colmo de colmos, dice que lo ha hecho porque las nuevas tecnologías sustituyen al bachillerato nocturno. Claro. Todo el mundo sabe que los profesores no sirven para nada y que pueden ser sustituidos por un programa informático. Sobre todo los de ciencias. O sea que ya pueden ir preparándose los catedráticos, maestros y demás, aunque den las clases a la luz del día. El señor Maragall está diciendo entre líneas que, dentro de poco, Cataluña va a prescindir de sus servicios.

(Los nazis quemaron libros públicamente. No han sido los únicos. La imagen está extraída de notasmoleskine)


miércoles, 7 de mayo de 2008

El GRAN ESCÁNDALO del Siglo XXI


¡Qué indecencia! ¡Qué escándalo! ¡Dónde iremos a parar! Según dicen los miembros de la consabida confabulación judeo-masónica, Franco compró los votos que dieron a Massiel la victoria en el Festival de Eurovisión de 1968. ¡Madre mía, cuánta maldad! ¿Cómo es posible que alguien sea tan perverso? Seguro que saber semejante cosa les habría sentado fatal a los que estaban a la espera de la ejecución de su sentencia de muerte por motivos políticos.


(La foto de arriba está extraída de publico.es)


martes, 6 de mayo de 2008

La REVOLUCIÓN de los CLAVELES

En la primavera de 1974 se produjo en Portugal lo que se llamó la Revolución de los Claveles, el golpe de Estado de unos militares progresistas que fueron y son la envidia de cuantos creemos en la libertad y la razón. No hubo ni un tiro. Los tanques desfilaron por las calles de Lisboa como si fuera una fiesta, demostrando que estaban de parte del pueblo al frenar su marcha en los semáforos en rojo para que cruzasen los peatones. Portugal, el hijo pobre de Europa, dio una lección formidable al mundo. La canción de Zeca Afonso, a modo de banda musical del montaje que he subido al blog, sirvió de contraseña para que la maquinaria revolucionaria se pusiera en marcha.


lunes, 5 de mayo de 2008

Los NUEVOS AVENTUREROS


Según dijo el escritor G. K. Chesterton, el hombre moderno viaja a lugares exóticos para huir de la calle donde nació.

Cuando alguien intenta contarme su viaje a Tailandia le digo que tengo que irme urgentemente a Zinzinati a ver a mi abuela o que tengo prisa porque me esperan en una orgía. Algo así, fácil de creer y que no suene a burla. Y es que esa gente me aburre. No sólo porque me importen un bledo sus experiencias, que es la verdad, sino porque no soporto a los que se creen grandes aventureros por el hecho de cambiar de escenario durante el mes que tienen de vacaciones. Los hay a montones. En cuanto uno se despista, aparece el plasta de turno e intenta contarte sus aventuras en una selva tan exótica y tan salvaje que puede accederse a ella en un autobús de línea. Qué rollo.

Pasé parte de la infancia junto a un pueblo turístico de la costa española. Era normal ver a los turistas extranjeros dándoselas de millonarios ante unos lugareños que aparentaban creérselo todo aunque, en el fondo, sabían que lo de esos tíos no era más que un farol. En cuanto acabasen las vacaciones, los guiris volverían a sus países para atarse a una cadena de montaje y trabajar aún más duro que los españoles que les habían atendido con tanta reverencia. Hoy los papeles han cambiado y somos nosotros, los españoles, quienes vamos a ciertos países del Tercer Mundo y derrochamos el dinero que hemos conseguido ahorrar a costa de comer sobras todas las noches del año.

Me molestan. Me molestan mucho. Y no se dan cuenta de que su propia conducta también les molesta a ellos. Voy a ver si me explico. No estoy en contra de hacer un viaje de vez en cuando. De hecho soy hijo de ninguna parte debido a tanto viajar: desde pequeño cambié de ciudad un montón de veces, siempre al compás del vaivén laboral de mi padre. Luego, ya de mayor, he seguido con lo mismo por mi cuenta y sé diferenciar muy bien a un viajero de un turista. Porque, al contrario de lo que les sucede a los nuevos aventureros, no voy huyendo de mis vecinos ni de mí mismo. Lo mío es visceral. Lo suyo, un modo de creer que son alguien.

O sea que es mejor que a nadie se le ocurra enseñarme las mil quinientas fotografías que ha hecho en su viaje a Hong Kong. Si lo intenta, que se prepare. Tengo dieciséis cajones llenos de unas muy estupendas películas de comuniones, bodas y bautizos de familiares que no dudaré en proyectar antes de que abra sus álbumes de fotos. El que avisa no es traidor.

(La foto de arriba está extraída de latintaazuldelamemoria)


viernes, 2 de mayo de 2008

¡A LA PLAYA, A LA PLAYA!


Cuestión de inteligencia. Como cada año, en cuanto se acerca el verano empiezan a aflorar los más horrendos modelitos, los sombreros mejicanos, las gafas de sol macarrónicas y todo aquello que, durante el resto del año, es motivo de burla y de comentarios despectivos. Lo curioso es que los tipos que se burlan de la estética de sus vecinos en invierno son los mismos que, en verano, se visten de payasos para ir de vacaciones. «¡Vamos a la playa!», rugen al ver cómo se acerca la fecha, «¡Vamos a aburrirnos a ese lugar horrible!». Pero empecemos por el principio.

Los extranjeros siguen ganándonos en cuanto a vestimentas veraniegas ridículas. Y entre los extranjeros, le rien ne va plus está compuesto, sin duda, por los ingleses y demás bípedos de ascendencia sajona. Lo de los yanquis, por ejemplo, no tiene desperdicio. Siempre he creído que llegan de sus países con sus ropas habituales y que, en la misma aduana, un funcionario español les da las camisas floreadas, los bañadores pasados de moda hace decenios y unos calcetines a cuadros para que puedan combinarlos con las sandalias que, por lo general, ya traen de sus casas.

Una vez en nuestro país, los guiris se mezclan con muchos españoles que, hartos de ver a sus vecinos durante todos los días del año, han decidido ir de vacaciones al mismo sitio que ellos. O sea, a la playa, el único lugar del mundo donde hace tanto o más calor que en la ciudad donde trabajan duramente para pagar la hipoteca. Allí se hacinan todos, tan felices, y lucen los horrendos modelitos, las gafas de macarra y los sombreros mejicanos a los que me refería al principio. Los hay que lucen también las grasas. Debido a la inexistencia de controles estéticos a la entrada de las playas, cualquiera se cree con derecho a exhibir la panza rebosante y el culo caído ante los ojos horrorizados de los demás. Y es que la playa, en verano, es la más elevada expresión de la chabacanería y la horterada.

En primer lugar habría que estudiar detenidamente los motivos que impulsan a la gente a ir a la playa. Por lo general, esos motivos son incoherentes. Por ejemplo, los veraneantes van a la playa a tomar el sol, pero muy astutamente se ponen cremas para que no les dé el sol. Toma inteligencia. «Es que, si no, me quemo», dicen los muy imbéciles. Y no pasaría nada si después hicieran algo comprensible para una mente normal. Pero, en lugar de eso, se bañan en las procelosas aguas marinas… para ir a ducharse más tarde. Y eso lo hacen bajo la triste excusa de que el agua del mar tiene sal. Claro. Por supuesto que tiene sal. El agua del mar siempre ha tenido sal. Estoy seguro de que si, en vez de sal, tuviese mierda, dirían que se duchan después porque el agua del mar tiene mierda. Que, por cierto, es lo que tiene en grandes cantidades. Al menos, el agua del mar Mediterráneo. Porque entre las medusas, los envases de Coca-Cola, las manchas de petróleo y los condones flotantes, hay mierda a patadas.

El agua que sale de los grifos de las poblaciones costeras no suele ser potable. De hecho tiene un sabor a cañería oxidada que, si bien está suavizado por el arsénico y los cloros varios que le echan, resulta bastante desagradable. El ruido nocturno de las motos y los borrachos impide el desarrollo de un sueño sano y favorece la intromisión de unas pesadillas capaces de volver loco a un alférez de la Legión. Y en cuanto a la comida que se degusta en los llamados restaurantes… bueno, está en consonancia con la calidad del agua del grifo. Un asco, vamos. Pero en verano hay que ir a la playa, cómo no. Hay que hacer lo que hacen los demás y comer bocadillos de queso con arena, que están pa cagarse. A veces creo que hubo un error en la cadena evolutiva y que el homo sapiens se tenía que haber quedado en la época de los dinosaurios. Bueno, no. ¡Pobres dinosaurios!


(En la imagen, una playa relajante. La foto está extraída de somosviajeros)


jueves, 1 de mayo de 2008

El 1 de MAYO


En Chicago, a finales del siglo XIX, fueron condenados a la horca y ejecutados unos cuantos obreros que participaron en unas revueltas para reivindicar la jornada laboral de ocho horas. Aunque UGT y otros sindicatos amarillos oculten la información, todos esos obreros eran anarquistas. Poco después, la Internacional Socialista decidió que la fecha del inicio del conflicto sería, en adelante, la celebración del Día del Trabajo. Esa fecha era el uno de mayo.

Los tiempos han cambiado mucho desde entonces. Los obreros, tras decenios de pistoletazos, bombas e incluso actos pacíficos, han ido alcanzando algunos de los objetivos que perseguían desde el momento en que se dieron cuenta de la fuerza que tenían como colectivo; es decir, desde que tomaron conciencia de clase. Pero eso ya parece cosa del pasado. Tantos logros han conseguido con el paso del tiempo que, a día de hoy, los obreros son más burgueses que los comerciantes de Girona.

Hace tres años yo trabajaba en una imprenta que estaba situada en un polígono industrial. Me levantaba a las seis y media y, helado de frío, tomaba un autobús que me acercaba hasta allí. En todo el polígono era el único español que iba en ese medio de transporte. Los demás compatriotas iban en sus vehículos particulares. Y en cuanto a mis compañeros de trayecto, marroquíes en su mayoría, estaban deseando ganar un poco más para comprarse un coche molón y darse pisto entre los suyos.

O sea que está claro. Los obreros de hoy en día viven muchísimo mejor que sus predecesores. De eso no hay duda. Pero parece que han olvidado que muchos otros obreros murieron para que ellos puedan disponer de lo que actualmente disponen. Si Buenaventura Durruti, Francisco Ascaso, Juan García Oliver o cualquier otro revolucionario pudieran ver lo que está sucediendo, no tendrían más remedio que reconocer que el capitalismo ha vencido. De momento, claro está.


(La foto de arriba está extraída de dalequedale)