domingo, 24 de mayo de 2009

LA PARIDAD


Ayer leí un artículo sobre la igualdad en España en uno de los blogs que sigo habitualmente. Estoy de acuerdo en casi todo lo que dice, pero eso ahora no importa. Porque lo que me ha llevado a escribir algo sobre la paridad es el comentario de uno de sus lectores, que, al parecer, ha echado en falta ese aspecto de la cuestión en el artículo de marras. Bueno, pues voy y tomo el relevo.

Según el diccionario de la Real Academia, paridad es una comparación de una cosa con otra, la igualdad de las cosas entre sí y, como tercera acepción, el valor comparativo de una moneda con otra. O sea, nada que se parezca a lo que los españoles de a pie, tras la subida al trono de monsieur Zapatero, entendemos por ello. Desde que Zapatero empezó a hablar de la igualdad entre hombres y mujeres, todos los españoles creemos que la paridad es la igualdad de número de hombres y de mujeres en una empresa, en el coro de la iglesia o en el mismo gobierno.

Y no hay nada más tonto que reivindicar eso. Bueno, sí lo hay; pero ahora no viene al caso hablar de Aznar. ¿Por qué debería ser justo que el gobierno sea “paritario” si, por ejemplo, las bodas homosexuales no lo son y el gobierno está encantado con ellas? ¿En qué quedamos? ¿Defendemos una cosa o lo defendemos todo para que nadie se mosquee? Porque, puestos a defender, los calvos pueden sentirse discriminados al no haber paridad entre ellos y los diputados provistos de cabello en el Congreso. O los gordos con respecto a los delgados. O los negros con respecto a los blancos. ¿A qué mentalidad retrógrada se le ha ocurrido dividir el mundo únicamente entre hombres y mujeres? Precisamente eso, dar tanta importancia a lo que no debería tenerla como es la supuesta división del mundo y de la historia entre hombres y mujeres, es lo que está propiciando las discriminaciones y la tontería.

(La foto está extraída de alejandroherrero)

3 comentarios:

Gatopardo dijo...

Siento tener que corregirle a usted y a la RAE; pero la Paridad del Ministerio de Bibiana Aído viene de parida:
http://www.frikipedia.es/friki/Parida

Respecto a la Igualdad, me da igual que se me reconozca con los hombres o con la Humanidad en general; lo que quiero es que se me reconozca la igualdad con las herederas multimillonarias, rubias veinteañeras, de ojos verdes y medidas canónicas 90-60-90, o en su defecto, que se instaure la gerontofilia con las pobres de solemnidad.
Todo lo demás son flatulencias morales perfectamente prescindibles.

De nada. Ya sabe que me gusta ser útil.

moncho dijo...

Muy bueno César, y muy bueno Gatopardo. Al gobierno le gusta jugar con las palabras, pero Gatopardo lo hace mucho mejor. Saludos.

er jose dijo...

Qué bien hablas (escribes) César!!
(Y gatopardo tmbién y Moncho no te digo ...!).
El problema de los politicuchos es que se creen que todos somos gilipollas (o gilipollos).
Un abrazo (abraza).