Es que me pongo malo. Hay que ver cuánta gandulería hay a la hora de hablar. Y me refiero, sobre todo, a los periodistas de la tele, que se supone que tienen que saber expresarse de un modo, cuando menos, correcto. A fin de cuentas, la gente imita cuanto escucha como los papagayos. Y los profesionales del palique deberían tener eso en cuenta por el bien de todos. O los que les contratan, vaya, que son los más culpables.
Me refiero al adjetivo “importante”. Últimamente se utiliza para todo. Cuando alguien no atina inmediatamente con el adjetivo que debería utilizar, recurre al “importante” y se acabó. Esta mañana, sin ir más lejos, el periodista que hablaba del mal tiempo en Cataluña, ha dicho: “hace un viento importante”. Desde luego, el viento no puede ser importante en sí mismo. Puede tener su importancia por algo en concreto, que es algo muy distinto. Pero jamás puede ser importante un viento, así, por las buenas.
Ya en 1998 Lázaro Carreter nos advertía del uso excesivo del término. En su libro “El dardo en la palabra” decía textualmente: “Es asombroso este empleo recentísimo de importante, que autoriza a usos aún más audaces. Habrá hortelanos que se jacten de criar cebollas importantes, tragones felices por devorar un cocido importante, sudorosos que se den un baño importante, motoristas a quienes gusta hacer un ruido importante, y hasta estreñidos que logren, por fin, una satisfacción importante (y lo será para ellos)”.
No creo que esta queja llegue a ninguna parte, claro. Pero basta con escuchar un poco a los conocidos, amigos, enemigos y, sobre todo, a los periodistas (tan cultos ellos), para descubrir un mundo de cosas importantes. Sólo hay que prestar atención a las noticias de la tele. Es asombroso.
4 comentarios:
hay mucho paleto César!
Importante artículo César !
He,he,he...saludos de nuevo aigo mio.
...ops, quise decir, "amigo" mio !!!
Puestos a ser "exactos" en el lenguaje,seria mas correcto "cultivar" cebollas que "criar" cebollas...
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