domingo, 9 de diciembre de 2007

NAVIDADES BLANCAS… O NEGRAS


Hacia 1995, uno de mis hermanos largó trapo hacia las Américas con su mujer y la prole porque una empresa norteamericana le había hecho una oferta de trabajo muy difícil de rechazar. Hasta ahí todo sucedió normalmente. Y, de hecho, ahora que por fin han vuelto a Europa, podemos decir que durante estos doce años todo ha transcurrido normalmente, si bien tal normalidad ha de entenderse como puedan entenderla los norteamericanos y no como la entendemos los europeos, que son cosas totalmente diferentes. Así pues, durante aquel primer año en las Américas, mi familia se encontró inmersa en algunas situaciones que, pese a ser normales en aquellas tierras, son sorprendentes a nuestros ojos europeos y latinos. Una de ellas se produjo al llegar la Navidad.

En honor a la verdad he de decir que mi cuñada no es una persona especialmente religiosa y que, en lo que respecta a mi hermano, le importa un huevo el Papa, la Iglesia y cuanto intenten imponerle como una verdad ajena a la razón. Para ellos, como para tantos otros, la Navidad es una fiesta entrañable y familiar cuya trascendencia religiosa se perdió hace ya mucho tiempo entre el champán, los polvorones y las facturas de los regalos. Pero mi cuñada pensó que era conveniente comprar unas figuras de Belén para que los niños no echasen en falta algo que habían visto en casa cada año. O sea que salió de casa, tomó el coche y se dirigió a unos grandes almacenes que había por ahí, en medio del campo, como está casi todo en Estados Unidos.

Supongo que mi cuñada las pasó canutas para hacerse entender. Aunque Estados Unidos sea el país laico más religioso del mundo, no es fácil que la gente conozca las tradiciones que no tengan una relación directa con el general Custer y Papá Noel. Sin embargo, al cabo de un rato ya salía de los almacenes con un hermoso paquete bajo el brazo. Subió al coche, condujo durante los treinta kilómetros que mediaban entre ese comercio ubicado en medio de la nada y su casa y, nada más sentarse en el sofá, desenvolvió el paquete. Chasco. Todas las figuras, incluidas la de la Virgen y la del Niño Jesús, eran de raza negra. Mi cuñada y mi hermano pueden ser sospechosos de muchas cosas, pero si hay algo de lo que sin duda jamás podrían ser acusados es de ser racistas. No obstante, mi cuñada pensó que sus hijos no iban a entender por qué eran negros San José y el Niño Jesús y decidió ir a cambiar las figuras a la tienda. Pero recordó de pronto que la dependienta que le había atendido era, precisamente, de raza negra. ¿Cómo hacerlo para que comprendiera que tras la petición de cambio no había un reproche racista? ¿De qué manera se lo iba a decir para que no se ofendiera? Ni corta ni perezosa, se dijo que quien pagaba era ella y que el Niño Jesús había sido siempre blanco. O sea que salió de casa, tomó el coche y condujo los treinta kilómetros que ya empezaba a conocer de memoria.

En pocos minutos consiguió lo que quería. La dependienta, que podía ser negra pero desde luego no era tonta, comprendió lo que pasaba, se rió de buena gana, dijo Claro, ustedes son blancos, y en seguida se perdió en las interioridades del almacén. Al cabo de un rato, mi cuñada volvía a salir del local comercial con un hermoso paquete bajo el brazo. Subió al coche, condujo casi sin mirar los treinta kilómetros que había hasta su casa y, en cuanto se sentó en el sofá, abrió el paquete. Todas las figuras, incluida la del Rey Baltasar, eran de raza blanca.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero, entonces, ¿Jesus era de raza blanca? había judios blancos y negros, no? a lo mejor resulta que tenía el pelo rizado a lo afro.

Anónimo dijo...

Jesús era marrón, tirando a oscurito. (por lo del desiero), supongo.

Anónimo dijo...

Y tú cómo lo sabes, fernando? Y los otros reyes, si venían de oriente, cómo es que eran blancos? hay muchos blancos en oriente? a lo mejor solo tenían blancas las barbas como un santón hindú.

Anónimo dijo...

"Los Reeeeeeeyes deeeeben dicculpaaaaarse", dice Chávezfgrt.

Anónimo dijo...

por qué no se calla coño ya de una puñetera vez el chávez ese?
populista, que eres un populista.

Anónimo dijo...

Diccúúúúlpate tú tambiééééén...

Anónimo dijo...

-Antes muerto que sencillo -dijo el rey- y como te pongas pesao no te mando ni a mi hijo.

Anónimo dijo...

Gappaaaar, Melchooooor y Jovellaaaaanos son unos imperialiiiiittas...

Anónimo dijo...

-No me da la real gana - dijo anónimo.