No sé cómo lo hace, pero cada cierto tiempo el coronel Muammar el Gaddafi vuelve a estar de moda. Desde luego, es un tío astuto. Debe su cargo al golpe de Estado que dio en 1969 y, desde entonces, su relación con Occidente ha sido de lo más inestable. Ahora se le está recibiendo como un huésped de honor en Europa y recordemos que, si su gobierno no está entre los del Eje del Mal desde mediados de los ochenta, es porque en ese entonces aún no existía el nombre. Pero fue bombardeado por los norteamericanos, ha sido acusado de cobijar en su país a diversos grupos terroristas e incluso ha reconocido su participación directa en un par de atentados aéreos con numerosas víctimas. Sin embargo, gracias al petróleo y al gas de su país nadie le echa nada en cara y, pasado el tiempo, se pasea por ahí como un millonario excéntrico y ajeno a la política. Ahora está en España. Y ha llegado rodeado de una puesta en escena digna del más cínico de los comediantes. Para empezar, ha venido con cuatrocientas personas que se hospedan en un hotel carísimo donde no puede entrar nadie que no sea del séquito. Él no se hospeda ahí, claro; o, mejor dicho, duerme en una de las mejores habitaciones del hotel pero tiene intención de hacer la vida diaria en otra parte. Para eso ha traído una jaima del desierto que piensa plantar en los jardines de El Pardo, nada menos. Dice que lo de la jaima es debido a su origen beduino. Ya. Seguro que todos los beduinos viven como él. Por eso se ha traído también una camella para beber leche fresca por la mañana. Y también viajan con él, a modo de guardias de corps, treinta vírgenes libanesas. Sí, sí; habéis leído bien. ¡Treinta vírgenes africanas! ¿En qué mundo vive el tío este? También podía haberse traído al enano zumbón y a las trapecistas coristas de los Maristas. Lo que me parece inaudito es que se le respeten todos esos caprichos. Y es que, además, puede sentar precedente. No sé qué tendremos que pasar por alto cuando vengan a visitarnos el Pepayaso Pepe, el Niño de
(La foto de arriba está extraída de gutierrez-rubi.es)
9 comentarios:
Me pregunto si las treinta vírgenes libanesas habrán venido forzadas, pagadas o voluntariamente, por aquello de la erótica del poder.
La opción que menos me convence es la última. Diosssss, qué rizos!!!!!!!! y que pintaaaaaaaaaa, con el pantalón blanco nuclear y los mocasines negros con tacón paseando por la playa, porque, ¿eso es la playa, no? y le han puesto una esterilla para que vaya pasando!. brutal.
Al menos el paraguas se lo aguanta él.
Yo creo que las virgenes libanesas pueden estar tranquilas, porque con este tio no tienen nada que temer. Otra cosa diría del pobre enano zumbón, ése que dice César que va con el séquito... yo de él no dormiría nada tranquilo por las noches, porque el Gaddafi este tiene una pinta de bujarrón que tira patrás (con todo mi respeto hacia los homosexuales de pro).
Cierto, no me había fijado en ese detalle. Entonces lo de las vírgenes libanesas será para despistar, digo yo.
Si. si... cuanto más me miro la foto, más me convences, José Luis.
Bueno, para despistar o para tener al séquito contento (que parece que me acabe de caer de una higuera).
¿Habéis clicado en la foto? Sale todo mucho más grande y se aprecian mejor los detalles. El mango del paraguas es una pasada.
El mango... del paraguas, claro, con la manita que lo sujeta, las gafas ahumadas, la permanente de peluquería de barrio, los zapatones de corista y no te pierdas la camisa con sus retratos de hermanos ilustres y el mapa de Africa. Pero lo que no se puede aguantar es el porte que me lleva el colega, con ese rictus de iluminado, ese bigote de morsa y esos ojitos picarones entornados.
A mi me da un poquito de asco, la verdad, y más el amigo Nicolas Sarkozy que lo ha paseado por Paris,con la intención de hacer unos cuantos negocios "claro", con el dinero todo vale, luego se las da de democrata y progresista, enfin que no hay político bueno.
Jua jua jua. Y os habeis fijado que el que está a su lado parece que esté a punto de darle la manita?
Jo, lo que da de si la foto.
Pero dónde le ves tú el bigote de morsa, José Luis?
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