lunes, 14 de abril de 2008

14 de ABRIL: día de la REPÚBLICA


Por mucho que algunos bípedos cercanos al Partido Popular o a la Iglesia Católica pretendan negarlo, el advenimiento de la Segunda República fue una fiesta masiva en todos los rincones de España. Así lo demuestran las fotografías, las películas y todos los textos de entonces. La gente estaba hasta las orejas de reyes, de militares y de curas que, por cierto, no perdieron parte de sus privilegios por decisión propia, por un repentino anhelo de justicia social o por amor al prójimo. La República llegó porque la situación se había hecho insostenible.

A veces pienso que la Segunda República española se adelantó a su tiempo, que necesitaba unos años más en el horno y que los gobiernos de izquierdas se precipitaron dictando unas leyes demasiado avanzadas. Pero al cabo del rato pienso que no. Después de siglos de tiranía política y, sobre todo, eclesiástica, era necesario ese estallido de libertades aunque luego llegaran los militares para mandarlo todo a paseo. Los de derechas se empeñan en decir que el gobierno de la República se pasó de largo. No sé si es hipocresía o simple ignorancia. Porque supongo que nunca les ha dado por analizar cómo han ejercido el poder, durante más de mil años, los reyes, los dictadores y, por supuesto, la Iglesia. La Constitución de 1931 fue un texto innovador y progresista, una recompensa a esa inteligencia tantas veces machacada por los que todos sabemos. En comparación, la de 1978 apenas inventa nada. Sólo es más de lo mismo y, como va viéndose con los años, en ocasiones se queda corta.

Sin embargo, desde mi punto de vista, la República no es la panacea. Indudablemente es más racional que un gobierno hereditario o impuesto por la fuerza de las armas. Pero solo se trata de un paso más en la búsqueda de algo mejor. ¿Y qué es ese algo mejor que debería aparecer en el futuro? No tengo ni idea. Por desgracia tengo la máquina del tiempo estropeada y no puedo responder a eso.


P.D.: Si alguien quiere comprar pulseras, naipes y hasta librillos de papel de fumar con los colores de la República, puede dirigirse a izqrepublicana.


(En la imagen, la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931. La foto está extraída de canales.nortecastilla)


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Como entonces, como ahora... siempre abra enemigos de la "Libertad" y , por lo tanto, necesidad de continuar luchando por ella. No nos durmamos, la libertad siempre esta amenazada (en muchos lugares del mundo... y también, aveces - y no pocas- aquí).
¿Es más libre quien más tiene?
¿Es mas facil perderla para quien cree que no necesita luchar por mantenerla?. A veces la libertad es una apariencia, una falacia; y poco más

LLuis

Anónimo dijo...

Yo llevo tiempo pensando en esa forma de gobierno ideal pero no acabo de dar con la solución.

Creo, de todas maneras que, lo que hace falta para que un gobierno funcione, es una sociedad sana y para conseguir una sociedad sana, es necesaria una gran cultura social, psicológica y biológica del ser humano y con este último asunto, todavía estamos en pañales.
Deberíamos ir al fondo de la cuestión; ¿por qué actúa el hombre como lo hace?

Está prácticamente demostrado que hay una serie de humanos que traen un equipaje biológico cuando nacen que les impide pensar y actuar de manera prosocial y estos son los que lo fastidian todo.
Pero está demostrado también que se puede "educar" a estos individuos pero, para eso, hace falta que la sociedad esté impregnada de esa cultura de la que estoy hablando.
A estos individuos se les puede educar o aislar pero para eso hay que identificarlos primero.

Por ejemplo:
Qué hubiese ocurrido si cuando Hitler escribió Mein Kampf, la gente se hubiera dado cuenta de sus verdaderas intenciones y de su juego manipulativo y lo que realmente se escondía detrás de sus palabras.
Con una sociedad educada y sensibilizada para detectar "la maldad" y la manipulación, los tipos como Hitler, sus fanáticos seguidores y tantos y tantos políticos intolerantes y agresivos que hay alrededor del mundo, no tendrían dónde ejercer su juego porque la principal condición que hace posible que lo consigan es el engaño.

Y yo creo que para encontrar una forma de gobierno que funcione primero tenemos que andar mucho en ese terreno.

Anónimo dijo...

Mis dos abuelos salieron a la calle a celebrar la llegada de la República. Cinco años más tarde se jugaron la vida del lado de los militares rebeldes. No se conocían de nada, y vivían en lugares de España muy separados entre sí, uno en Aragón y otro en Toledo. No eran militares profesionales, en aquel momento uno era maestro y otro era ayudante de topógrafo.

Algo debió pasar, entonces, entre esos años, ¿no os parece? ¿Por qué dos personas que habían recibido a la república con los brazos abiertos en el 31 lucharon contra ella en el 36?

Me gusta lo que ha dicho Lluis. yo creo que es libre quien decide serlo.

Anónimo dijo...

Moncho:
A mí la República me importa un bledo, pero el argumento de tus abuelos tiene trampa. ¿Verdad que ambos eran católicos? Nadie se levantó contra la República como forma de gobierno. Los católicos se levantaron al ver que se hacía con ellos lo que ellos habían hecho con los demás durante dos mil años. La República, no obstante, no duró ni un decenio.

Anónimo dijo...

¡Con la Iglesia hemos topado!