jueves, 31 de enero de 2008

LOS VAMPIROS ESTÁN ENTRE NOSOTROS


Aunque a primera vista parezca una contradicción, me gusta definirme como un ser social aunque ferozmente individualista. No se trata de conceptos contrapuestos. Pueden existir grupos humanos que, al margen de su característica grupal y por encima de todo, respeten la individualidad de sus componentes. No es lo habitual, ya lo sé. Por lo general, el grupo anula a la persona y todo aquel que no comulgue a pies juntillas con lo que diga la comunidad es despedido, injuriado, exiliado, vilipendiado, olvidado o incluso ejecutado. Pero en algunas ocasiones no es así y la persona cuenta.

Así pues, nunca he comprendido las razones que tiene la gente para asociarse. No lo entiendo. Hay quien dice que es por debilidad, por defecto de personalidad o cosas por el estilo. Ni idea. Pero es cierto que la gente se agrupa en torno a un interés y luego pretende que todos los demás también nos apuntemos al carro. La verdad es que me molesta ese pretendido monopolio de la verdad. Aunque ya digo: no me fascinan los grupos de personas. Y, a veces, los de objetos tampoco.

En cualquier caso, en este mundo hay asociaciones de todo género. Desde mi punto de vista hay muchas más de las que se necesitan, pero allá cada cual con lo suyo. Hay asociaciones de vecinos, de embarazadas, de gilipollas, de amigos de los mandriles y de todo cuanto podamos imaginar. He buscado asociaciones en Internet y las he encontrado a patadas. No obstante, la que más me ha atraído sin lugar a dudas es la Sociedad Española de Estudios sobre Vampiros. Toma ya. Para definirse dice:

La Sociedad Española de Estudios sobre Vampiros es una organización independiente sin ánimo de lucro (…) que nace (…) con el propósito de LLENAR UN VACÍO EN EL PANORAMA EUROPEO E IBEROAMERICANO EN MATERIAS RELACIONADAS CON EL VAMPIRISMO.

Eso es verdad. Tanto en Europa como en Iberoamérica hay un vacío tremendo en lo referente al estudio sobre el vampirismo. Vamos, me atrevería a decir que incluso en Oceanía existe un vacío parecido. ¿O alguien conoce algún estudio neozelandés sobre los vampiros? No debe extrañar, entonces, que un grupo de personas inquietas y sensibilizadas con la cuestión dedique sus esfuerzos a semejante actividad.

De modo que, ya puestos, he buscado en Internet si existe una Asociación de amigos del Hombre-Lobo o del Monstruo de Frankenstein, pero parece ser que no tienen página web. Sin embargo, el vacío que existe en el Cuerno de África sobre el Hombre-Lobo y el Monstruo de Frankenstein bien merece un hueco en el hiperespacio. Creo que voy a abrir una lista de firmas para elevar una queja al Ministerio correspondiente.


(En la foto de arriba, la Familia Munster)


4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí tampoco me ha ido nunca lo de las afiliaciones pero tengo que reconocer que últimamente he tratado, (y no es broma) de encontrar alguna asociación de personas bondadosas y no he encontrado; de intelectuales, y tampoco he encontrado (de pseudointelectuales, sí pero esos no me interesan) (los intelectuales se conforman con hacer la tertulia en el bar); y de gente inteligente y, tampoco. (parece ser que hubo en algún lugar del tiempo alguna asociación de superdotados o algo así pero "chaparon"; no se debían de aguantar entre ellos).

El resto de asociaciones no me han interesado nunca.

Supongo que si hubiese buscado una asociación de amantes de los espaguettis seguro que hubiera encontrado a cientos.

Anónimo dijo...

Según Maslow y su jerarquía de necesidades del ser humano, la necesidad de afiliación está en el tercer nivel por encima de las de seguridad y de las fisiológicas y por debajo del reconocimiento y de la autorrealización.

Pero la afiliación la podemos buscar de diversas maneras como podría ser buscando un grupo de amigos, o apuntándonos a un gimnasio o bien, "afiliándonos" a algún grupo, secta o partido de manera "oficial".
Pero este último tipo de "afiliaciones" suelen "obligar" de alguna manera a seguir una cierta etiqueta, protocolo o norma lo cual puede conllevar perder la identidad en lugar de encontrarla y también la libertad.
En los partidos, grupos o sectas siempre suele haber alguien que manda y alguien que se somete. Ahí se encuentran personalidades complementarias.

Yo sigo prefiriendo los grupos de amigos (como tu blog, Cesar) o las gordas del gimnasio, donde la libertad de pensamiento y actuación siguen rigiendo.

Anónimo dijo...

Siempre fué muy dificil darle una lógica a todo el tema eclesiástico,ahora ya no saben que hacer, la gente no va a las iglesias, por no haber no hay ni curas,pero a sus fieles les inculcan sus consignas como si de una secta se tratara, votar al PP, no os pongais condones que es pecado,( aunque os vaya la vida en ello),incluso como en el caso de Opus Dei se reparten el poder económico en las empresas, como le paso en una empresa quimica en la que trabaja mi mujer, de repente hecharon a un alto cargo para poner a uno del opus , lo raro es que llegó a oidos de los trabajadores.
mike.

er jose dijo...

ja,ja,ja, ..
hostias tío!
desde luego,hay gente pa tó!
creo que en mi tarjeta voy a poner algo así ... "miembro de la sociedad española de estudios sobre vampiros" ¿o sobre mandriles?...
no sé estoy dudando.