Cuando veo un pase de modelos en el periódico o por la tele, suelo pensar: Mira, seguro que esa combinación de estridencias amarillas con sombrero en forma de lámpara, antenas fosforescentes y zapatos de aire marciano será lo que llevarán, el año que viene, todas las marujas para ir al mercado. O bien: En el metro voy a ver trajes de esos a patadas.
Sinceramente creo que ninguno de esos pases ha marcado jamás una tendencia, de no ser la de los payasos. No conozco a nadie que haya visto, ni siquiera en una triste ocasión, a alguien ataviado con uno de esos vestidos extravagantes. Naturalmente, se me puede decir que tales muestras de mal gusto sólo se exhiben en fiestas de muy alto copete a las que, por supuesto y por suerte, no tenemos acceso ni mis amigos ni yo. Pero ésa sería una afirmación con trampa. Porque si bien es cierto que yo no acostumbro a frecuentar tales fiestas, sí lo hacen las cámaras de los programas del corazón. Y aunque la vanidad y lo estéticamente ridículo proliferen entre según qué gente y en según qué bailes, ni siquiera en esos programas se ha visto que nadie lleve las atrocidades con las que pretenden deslumbrarnos en los pases de modelos. De modo que nada: no existen fuera de las pasarelas. Entonces, claro, uno se pregunta: ¿A quién puede importarle que determinado sastre tenga pesadillas y las plasme en sus diseños? ¿Dónde está el negocio si nadie va a comprar el fruto de sus visiones?
Por si todo eso fuese poco, después del desfile aparece el modisto y se coloca en medio de la foto, vestido con un traje a medias entre d’Artagnan y
(La foto de arriba está extraída de www.elpais.com)
5 comentarios:
Yo me imagino, o me quiero imaginar, que esas ropas tan extravagantes que salen en los desfiles son como una especie de ejercicio de diseño en el que el "artista" se da a conocer. Es como un decir, soy una persona muy creativa y esto es lo que soy capaz de hacer porque domino este arte. Pero luego a las tiendas llega ropa "normal" de estos diseñadores y esa es la que se vende.
Pero qué razón tienes! Estos diseñadores salen a la pasarela con un halo de vanidad producto de su convencido ingenio que dan ganas de tirarles tomates.
Yo creo que cuando uno "asiste" a un desfile de estos ha de ser con la intención de dejarse llevar por la vista, como el que contempla un cuadro y no con talante práctico (o sea con la intención de ponerse el cuadro por sombrero).
No estoy de acuerdo, Cesar, con esta vision tan superficial que has dado del mundo de la moda. Como dice Mar la mayoria de los diseños que salen en las pasarelas son extravagancias que tienen el propositode llamar la atencion de los medios de comunicacion para promocionar la coleccion. Menospreciar la labor de todo un modisto de Dior diciendo que se podria dedicar a vestir payasos es desconocer absolutamente el trabajo creativo que supone diseñar una coleccion de esta embergadura.
jajajaja que bueno de verdad, yo nunca lo he entendido, claro que Jose Luis, lo ve de otra manera para eso a hecho bellas artes, pero yo no dejo de ver unas vestimentas muy extrañas eso si a veces podemos ver los pechos de las modelos que están como un queso y que nadie se me ofenda, es la pura verdad, de alguna manera tienen que hacerlo para pedirte por un pantalón , mil euros, etc, etc,
mike
ostias mike!
tu tambien comentas?
como mola tío!
respetando todas las opiniones, yo estoy mas con mike i con cesar,...
asin es ...
vaya bodrios que se llegan a ver ...
me refiero a las ropas i no a las titis, ... claro! aunque algunas tampoco estan como para mojar pan tampoco !!
(uf,... estoy batiendo mi record de comentarios)
Por cierto un saludo muy especial a cesar, miembro tambien muy especial de nuestra generacion inexistente! er jose
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