Debe ser superior a sus
fuerzas, no sé, o hay algo en el Universo que obliga al partido popular a
arremeter contra España, tanto si está en la oposición como si ocupa los
sillones del gobierno.
Durante el anterior gobierno
socialista, el sabio, el increíble, el ínclito José Mª Aznar, martillo de
herejes y de marroquíes belicosos, se dedicó a dar charlas por Estados Unidos
poniendo a parir a España. Por suerte lo hizo en inglés y no se enteró nadie.
Pero su partido estaba en la oposición y, aunque estuviera ejerciendo de ex
presidente desleal, su comportamiento puede llegar a ser más o menos
comprensible.
Ahora bien, lo que ya
no tiene una explicación tan sencilla es lo que pasa con su alumno más
aventajado, Mariano Rajoy. Porque cuando era el líder de la oposición destacaba
por hablar mal de España, y eso podía tener cierto sentido. Pero ahora que es
el presidente del gobierno hace lo mismo: ha dicho tantas veces en el
extranjero que en España no hay un puto céntimo, que ha dañado seriamente la
imagen de su país. Que también es el mío, leche, y no voy echando pestes por
ahí todo el día aunque gobiernen o digan que gobiernen tipos como él.
(En la foto, el nuevo
cartel de propaganda del partido popular)
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