La DEMANDA SOCIAL
Hace un rato he visto en la tele cómo una portavoz del Partido Popular rechazaba la proyectada y desconocida nueva Ley del aborto que el gobierno quiere presentar al respetable público hacia el año que viene. Ni sabemos de qué va la Ley ni está claro el día o el mes que pueda proponerse. Pero eso ahora da igual. El caso es que la mencionada portavoz, aparte de las cavernarias razones de siempre, ha argumentado su rechazo diciendo que no existe una demanda social al respecto. Evidentemente, eso no es verdad. El aborto es un tema candente desde que el mundo es mundo y mucho más, en nuestro país, desde que se instauró la democracia. No obstante, al margen de que haya o deje de haber esa demanda social, en cuanto he oído semejante motivo para rechazar una Ley, me he preguntado: ¿Es necesario que haya una determinada demanda social para formular leyes? ¿Las minorías, entonces, no tienen derecho a la Justicia? Y lo que es más grave: Algo que puede ser un deber o un derecho, ¿sólo puede ser tenido en cuenta si hay una determinada demanda social? ¿La Justicia se basa exclusivamente en lo que diga la mayoría? ¿En qué mundo estamos? Ah, ya. Me había olvidado.
2 comentarios:
ah, los agujeros negros de la democracia...
Y desde luego es ridículo que sea un político (o política) la que hable de demandas sociales, ¿desde cuándo les han importado a los políticos las demandas sociales? Exceptuando las dos semanas previas a la jornada electoral, claro está.
José Luis
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