miércoles, 26 de marzo de 2008

Otra BURLA de la IGLESIA


Los representantes de la Iglesia vuelven a burlarse de nuestra inteligencia y aquí no pasa nada. El gobierno socialista no piensa mover un dedo en contra del patrimonio de los curas y los españolitos de a pie seguiremos pagándoles un porrón de euros para que sean felices y puedan seguir comiendo perdices y langostices. De escándalo. Es verdad que Zapatero ya lo advirtió antes de ganar las elecciones y que no nos viene de nuevas: a la Iglesia, ni tocarla. Mamá, miedo.

Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona, perdió una excelente oportunidad de callarse el otro día, cuando hizo la comparación más desafortunada desde que algún reprimido relacionó la virtud con la virginidad. Fue a propósito de la eutanasia. Ignorando la sensibilidad de sus oyentes, que bien pudieran estar sufriendo la muerte lenta de un ser querido, y demostrando un desprecio soberano a la dignidad de la especie humana, dijo que Jesús murió sin cuidados paliativos y que no por eso tuvo una muerte indigna. Madre mía.

Para empezar, Jesucristo no murió de una enfermedad incurable que fuese minando poco a poco su salud y su dignidad de hombre. Murió ejecutado. Los romanos le clavaron en la cruz como hacían con todos los que se atrevían a enfrentarse al poder de Roma. Y las ejecuciones, en aquellos tiempos, estaban pensadas precisamente para producir dolor, no para matar sin sufrimiento. ¿A qué obedecen, si no, los treinta y tantos latigazos, la procesión hasta el lugar de las ejecuciones con la cruz a cuestas, los clavos y todo lo demás? Lo de los cuidados paliativos debía traer sin cuidado a los legionarios romanos, más hechos para arrear estacazos al prójimo que para cantarle canciones de cuna.

Pero es que, además, el hecho de que Jesús no impidiera aquella muerte brutal cuando pudo hacerlo no conduce necesariamente a la afirmación de que todos los demás debamos morir con dolor. Fue una decisión personal. Que yo sepa, nunca habló de la necesidad del sufrimiento como manera de alcanzar la salvación. O sea que no sé de qué oscura caverna ha sacado las ideas el arzobispo emérito de Pamplona, pero su discurso huele a sadismo inquisitorial, a martirio ajeno, a mierda.

Y para acabar, otra cosa. Del mismo modo que la ley del divorcio no obliga a nadie a divorciarse, la ley de la eutanasia no es una fórmula magistral para deshacerse de la suegra. El arzobispo emérito de Pamplona debería saberlo. Claro que también debería saber que ese Jesucristo del que habla tanto no podría entrar actualmente en el Vaticano por ir mal vestido, sucio y seguido de doce indigentes. Porque Jesucristo era pobre. Cuando murió no tenía nada encima. Señor arzobispo: Ya que usted dice que hay que seguir el ejemplo de Jesús en lo referente a la muerte sin cuidados paliativos, supongo que estará de acuerdo en que hay que seguir su ejemplo en todo lo demás. ¿Es usted pobre, señor arzobispo? ¿Se cubre usted con harapos y come de lo que le dan?

P.D.: Por cierto, todos los individuos que la Iglesia asesinó por medio de la Inquisición murieron también sin cuidados paliativos. En su opinión, señor arzobispo emérito de Pamplona, ¿su muerte fue igualmente digna? ¿Y la de los santos inquisidores?


(En la imagen de arriba, instrumentos de tortura de la Santa Inquisición. Es evidente que la Iglesia no se ha caracterizado nunca por el empleo de cuidados paliativos. La foto está extraída de cienciapopular)


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Si en aquel entonces hubo de usar el látigo en el templo de Salomón...

Con qué les correría a los vaticanos si entrara hoy?

Desde luego es el mayor sepulcro blanqueado de la historia.

Si el tipejo este que ha dicho eso tuviera dos dedos de frente, se daría cuenta de lo imbécil de su razonamiento. Aún así lo seguiría diciendo, probablemente, dado que , a la vista está, carece de un discurso coherente.

Seguimos para bingo.

Anónimo dijo...

La agonía que precedió a la muerte de Jesús, duró unas cuantas horas. No dudo que se le hiciesen interminables, pero solo fueron unas cuantas horas. La agonía de las personas que solicitan que se les aplique la eutanasia es mucho mayor. Puede durar años!

Es increíble la facilidad que tienen algunas personas para disponer de la vida de los demás como si de la suya propia se tratara.

Anónimo dijo...

César, lo tuyo con la iglesia está tomando el cariz de una auténtica cruzada... Aunque te asiste casi siempre la razón. En este caso sin dudarlo ( sin dudarlo yo, claro, que ya veo que tu no dudas ni lo más mínimo).

Lo que mas me inquieta es esa especie de violín con tres agujeros, ¿para qué coño serviría?

Al tipo que se lo inventó deberían haberle practicado la eutanasia activa nada más nacer, a lo espartano.

Un abrazo muy, muy digno.

Anónimo dijo...

Pues Moncho me ha dado que pensar.

Para qué sería el "violín"?
Bueno, para qué sería, está claro; quiero decir, ¿cómo se utilizaría?.

El agujero grande parece como para alojar una pierna o un cuello pero..., los dos pequeños...?

Puf!
Me estoy imaginando cada cosa.....

Anónimo dijo...

César
Podria ser el tema de tu tercer libro (hay para un Ulises)
Los que estudiamos con los "hermanos", sabemos que no utilizaron, ningún paliativo para ayudarnos a aprender (a alguien le suena aquello de "la letra con sangre entra"?)ni tampoco para mostrarnos el camino de la salvación (no hace falta irse muy lejos para entender sus "usos" y "propositos").Además una cosa es el uso del dolor y otro todavia peor la sugestion para el dolor y el miedo (¿puede un niño de 7 años, o menor - que se mueve con pequeños limites que puede alcanzar y comprender ; lo que significa estar condenado para toda la "eternidad"?)
Es una historia tan conocida que intentar entender sus razones y argumentaciones, es una autentica falacia.
De todas maneras parece que todo eso fue para "salvarnos". Si ya estamos salvados, ¿para que continuar sufriendo?.

Lluis

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

No es mala idea, Lluis, y voy a tenerla muy en cuenta. Pero no sería mi tercer libro. Por lo que se vé no sabes que existe un primer libro, anterior a los que van a aparecer en breve.

Mi primer libro se titula "El exilio está aquí", se publicó en España en 2001 y ahora está a la venta en Italia. Hay un par de zumbaos nortemaericano e inglés que venden ejemplares de la edición española a 500 dólares y a 3oo ó 400 libras, que es mucha más pasta. Deben estar como cabras.

O sea que sería el cuarto. Pero ni por esas. Ahora estoy escribiendo una crónica novelada de la vida de Laureano Cerrada, uno de los anarquistas más increíbles de todos los tiempos. Supongo que aparecerá en Otoño (abriré un blog, siguiendo mi propia línea, para ir ambientando al personal).

Pero tomo nota, ya te digo, porque no se me había ocurrido novelar aquella infancia franquista y puede ser muy divertido. Por cierto, si al final escribo ese libro (que creo que sí), te vas a hartar de verte en las páginas de las novelas como personaje.

Anónimo dijo...

vaya tela con los clérigos!
están que no dan una a derechas!
la cagan cada vez que hablan!
y la foto no tiene desperdicio, los artilugios se las traen!
yo creo que en sus ratos libres los inquisidores eran sadomasoquistas por lo menos!
yo estoy de acuerdo con la eutanasia, repito.
Jose