lunes, 17 de marzo de 2008

LA EDAD QUE TENEMOS (algunos)


No siempre somos conscientes de los muchos años que llevamos dando vueltas por este mundo traidor. Por lo menos, los de mi generación. A veces nos acordamos de algo que sucedió en nuestra juventud y, al pensar que han pasado veinte años desde entonces, decimos que son muchos años y luego seguimos comiendo lentejas o viendo el último bodrio que ofrece la tele. Sin embargo, veinte años son muchos años. He descubierto un método que puede darnos una referencia para que podamos valorar el tiempo transcurrido desde nuestro nacimiento. Se trata de contar hacia atrás.

Por ejemplo, yo nací en 1962 y, por lo tanto, tengo 46 años. Soy plenamente consciente de lo que ha sucedido en el mundo desde mi nacimiento, pero los hechos me resultan tan familiares que me impiden valorar el paso del tiempo como procede. En cambio, si cuento hacia atrás desde la fecha de mi nacimiento, sucede todo lo contrario. Como quien dice, se me cae el mundo encima. Porque 1962 menos 46 nos da, como resultado, 1916. O, dicho de otra forma: Desde el día de hoy hasta la fecha de mi nacimiento ha pasado el mismo tiempo… que desde mi nacimiento hasta la Primera Guerra Mundial. Y durante esos 46 años tuvieron lugar, entre otras cosas, la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la Guerra de África, la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial y buena parte del franquismo. De miedo, ¿verdad?


7 comentarios:

Anónimo dijo...

No me jodas hombre. Creo que lo voy ha hacer al revés. Si tengo 46, me faltan 54 para llegar a los cien. Osea que en realidad el año que viene tendré menos 45. Uff. por un momento me había asustado.

Anónimo dijo...

Para los que tenemos hijos; es muy facil.
Yo, por ejemplo. Estoy acompañando ahora a mi hija mayor a los lugares donde yo iba cuando tenia su edad. Por lo tanto (me mire o no al espejo... lo que no recomiendo a nadie.. que se parezca a mí)es innegable que ha pasado mucho tiempo desde entonces. Evidentemente no me voy a poner a pensar en el dia en que nací... pero si miro las fotos de mi infancia, veo que el abismo entre cuando yo era un crio y mi juventud es muy superior que el que hay entre mi juventud y la de mi hija. En este último caso, y según como; algunas cosas podrian parecer incluso iguales. Solo parecer... que conste!!.

Lluis

Anónimo dijo...

Yo también tengo la sensación de que durante los 15 primeros años de mi existencia todo transcurría en "cámara lenta" pero después mi vida adoptó el ritmo de una película de Buster Keaton.
Terrible!

Anónimo dijo...

hombre, visto así (como describe César, oh César!), resulta curioso.
Prefiero otras diversiones que si no me amuermo!
Jose (47, que ya son tacos!)

Anónimo dijo...

Pues esos 46 años, del 16 al 62, a mi me hubiese gustado vivirlos. Sobretodo hasta el 45, que los quince siguientes debieron de ser asaz jodidillos...

Del 16 al 20 en Paris. Del 20 al 30 a caballo entre Berlín, Londres y Moscú. Del 31 al 39 en España. Y después de vuelta a Rusia, a morir en algún lugar del frente del este, siempre antes del 45. Caput.

Cine, Ballet, Swing, Vanguardias, Manifiestos, Física Cuántica y Ejército Rojo.

Anónimo dijo...

Vamos, que lo del aburrimiento y la vida sosegada no va contigo, Moncho.
Me parece que, si existiese la máquina del tiempo, más de uno se apuntaría encantado a tu plan. No estarías solo.

MIGUEL ANGEL DÍAZ DE QUIJANO SANCHEZ dijo...

jajaja, que bueno, Fernando.
mike