Supongo que en cuanto publique este escrito habré conseguido muchas más enemistades de las que ya tenía. Hay cosas que no pueden decirse. Pero creo que es de justicia, al menos, hablar de ello.
Para empezar, he de decir que estoy deseando que los marineros españoles secuestrados por los piratas vuelvan a casa. Faltaría más. Basta ver las caras de sus mujeres y sus hermanas en la tele. Sin embargo, veo un par de incoherencias en toda esta historia.
Los atuneros españoles que faenan en el Índico tendrán, a partir de ya, escolta armada. Se trata de una escolta privada, sí. O al menos eso dicen. Pero resulta que esos escoltas lleva armas de guerra proporcionadas por el ejército español, han sido entrenados por las fuerzas armadas españolas y han sido transportados en un avión de nuestras fuerzas aéreas. O sea, ésas que pagamos todos.
Es curioso que el Estado español tenga que ocuparse de parte de la seguridad de un negocio privado como es la pesca del atún. Porque entonces tendremos que pagar el atún en el supermercado y, además, la seguridad de los atuneros del Índico. Por otra parte, cualquiera sabe que, si entra en Harlem de noche, puede tener problemas. Es de cajón. Y a nadie se le ocurriría pedir escolta armada para hacer turismo en los barrios duros. Del mismo modo, me parece injusto que los marinos que faenan unas aguas turbulentas y repletas de piratas hayan pedido que el ejército les ampare.
Todo este asunto me recuerda a las muchas ocasiones en que ha caído pedrisco, truenos, rayos, santos y centellas sobre los cultivos de nuestros campos (¿nuestros?). Resulta que, si se pierde parte de la cosecha por esas causas, el Estado paga una indemnización a los agricultores, que, además, se cabrean lo suyo, organizan follones fenomenales en las carreteras con retenciones del tráfico y neumáticos ardiendo y exigen más. Vaya, hombre. De modo que estamos en las mismas: todos pagamos los desperfectos, pero luego nadie va a rebajar los precios en el mercado.
Yo tuve una tienda hace años, una librería modesta con la que pretendía ganarme la vida. Cuando tuve que cerrarla, cuando no pude más, nadie me dio un euro extraído del dinero público para que pudiera seguir adelante.
6 comentarios:
Pues ya somos dos, yo tampoco entiendo por qué hay que subvencionar a los atuneros. Pero es que además, al pagar el rescate, estamos subvencionando a los propios piratas. Y seguirán yendo atuneros a Somalia, porque el caladero es muy rentable y porque el armador, que es el que manda y el que exige soldados, se queda en casa.
Saludos.
Y no sólo es eso, Moncho. También me mosquea la actitud de los políticos, tanto la del gobierno como la de los de la oposición. Es decir, las mentiras de siempre. Voy a ver si me explico sin herir a nadie. Aseguro que no es ésa mi intención. Pero resulta que, después de años de decir que el gobierno no negocia con los terroristas (de ETA, se entiende), ahora están negociando con otros terroristas. Los llaman piratas, pero no se diferencian mucho de los otros. Y tanto los socialistas como los peperos están de acuerdo en negociar con ellos. O sea que vale ya, que negocien, por supuesto, que saquen de allí a nuestros marinos, pero que también utilicen sus recursos diplomáticos para solucionar los problemas de aquí, cuando los haya. Aquí, en España, van ya muchos muertos por la cerrazón de gobiernos sucesivos que no han querido negociar. ¿Lo recordáis?: El gobierno no negocia ni negociará con los terroristas.
cuando te pones a pensar en estas cosas te das cuenta que la parcialidad e hipocresía del gobierno es brutal. Dependiendo del interés y repercusión mediático de un tema, aunque sea similar en cuanto al contenido con otros temas vistos de diferente forma (como bien has dicho con el tema de ETA), se actúa de una manera u otra. Es cuanto menos, desalentador.
Un saludo
Tenéis toda la razón, los dos. Es escandaloso el trato que se da a unos y a otros. Independientemente de cuál sea la solución que te parezca mejor, no se puede actuar de forma tan diferente y pretender ser serio al mismo tiempo. Un cero tanto para el gobierno como para la oposición.
Un cero a los políticos, Moncho. Como siempre. ¿Por qué te crees que soy anarquista? Dan asco.
somos tres!
alguien tendría que fundar el partido PATA (LETA): Partido de Antipolíticos Totalmente Asqueados.
Tendría un éxito asegurado!
Un cero para el armador, y para los politicuchos.
saludos,
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