sábado, 7 de febrero de 2009

BERLUSCONI

Es muy curioso. Cuando llamas comunista a un comunista, el tío se queda tan ancho. Incluso suele estar orgulloso de que alguien le haya llamado lo que es o quisiera ser. En cambio, cuando llamas fascista a un fascista es distinto. Por lo general, el tío se siente ofendido: confunde lo que le define con un insulto. Pues no. No estoy insultando a Berlusconi si digo que es un fascista. Porque lo es. Y no por estar intentando que una mujer que vive como un vegetal desde hace diecisiete años no pueda morir dignamente. Es un fascista porque, al tratar de anular la sentencia del Tribunal Supremo que permite morir a la mujer mencionada, está atentando contra la división de poderes, contra la base del Estado de derecho. Y si digo que los del Vaticano son unos fascistas por apoyar a Berlusconi en esta lucha contra la razón, tampoco les estoy insultando. Les estoy definiendo. Cada cual debe ser consciente de lo que es.


3 comentarios:

José Luis dijo...

Y al pan, pan, y al vino, vino.

José Luis dijo...

Además, oír hablar a los obispos y al Papa de la defensa de la vida a mi me causa repulsión. Hablan del derecho a la vida cuando a ellos les conviene.
Lo hacen encima confundiendo, tergiversando y mezclando conceptos que desconocen o les vienen muy grandes ¿Cómo es posible tanta hipocresía y tanta perversidad?

Anónimo dijo...

Yo no tengo muy clara mi opinión final sobre el tema de la eutanasia, es muy espinoso. Supongo que depende del caso.
Pero la verdad es que cuando tienes razón hay que dártela: si el caso ya está juzgado, y por el tribunal supremo nada menos, no debe haber vuelta de hoja.
Y Berlusconi es un pedazo de fascista. Y este papa..., si no lo es se parece mucho.