Las BAJAS NORTEAMERICANAS en
Según las estimaciones oficiales, ya hemos llegado a la cifra de cuatro mil soldados norteamericanos muertos violentamente en esta última guerra de Irak. Obsérvese que he dicho violentamente. A esos cuatro mil habría que añadir los que han fallecido en Irak por otras razones —accidentes, suicidios y contagio de enfermedades, por ejemplo— y que seguirían vivitos y coleando en el caso de no haberse movido de casa. Eso es imposible de calcular, claro. Al menos, con los datos que nos da el ejército yanqui. Tampoco sabemos nada de los que, después de haber sido heridos en algún enfrentamiento o a causa de un atentado, han muerto pacíficamente en los hospitales militares. Y respecto a los que no han muerto pero han perdido las piernas, la vista o la capacidad para continuar su vida tranquilamente después de la guerra, sólo podemos ofrecer un cálculo aproximado: por cada soldado muerto de un modo violento, suelen caer heridos unos siete u ocho. O sea que ya no son cuatro mil. Deberíamos contarlos por decenas de miles.
Pero las bajas de Estados Unidos en la guerra no se reducen exclusivamente a los miembros de las fuerzas armadas. En el año 2006 ya habían caído más de mil individuos pertenecientes a un grupo que entró en Irak con las fuerzas invasoras y que, desde entonces, combaten junto a ellas. Hablo de los llamados contratistas, un término que se ha utilizado desde el principio de la guerra para ocultar su identidad de mercenarios. ¿A las órdenes de quién actúan esos tipos? ¿Y quién les paga? Es de suponer que están en nómina del propio gobierno norteamericano o de las empresas que se reparten el pastel del petróleo iraquí. Uno y otras están en las mismas manos.
Eso, en lo que concierne a la segunda guerra de Irak. Pero el título de este artículo habla de guerra si matices y, por lo tanto, también puede ser entendida como la guerra global que enfrenta a Estados Unidos con muchos otros países del mundo. El hecho de comparar la actitud bélica de Estados Unidos con la de China, Cuba, Corea o incluso Irán es de una hipocresía increíble. Porque, que yo sepa, Corea, Cuba e Irán no están en guerra con nadie. Y Estados Unidos tiene soldados, aviones y tanques en medio planeta. De vez en cuando nos sorprende la prensa con la noticia de la muerte de cuatro militares yanquis en un país africano de nombre olvidado o desconocido. Sobre los contratistas que actúan en esos países no suele decirse nada.
O sea que hay muchas más bajas de las que se habla oficialmente. Lo curioso es el lenguaje que puede emplearse para justificar la presencia militar norteamericana en Irak, por ejemplo: Los contratistas han ido a Irak para buscar armas de destrucción masiva. Supongo que es lo que dice Aznar. No se puede ser más hipócrita ni mentir tanto con menos palabras.
(En la imagen, un contratista. La foto está extraída de recodoinquieto)
4 comentarios:
Y..., ¿cuantos eran los que les mataron en las torres gemelas?
¿Esos no estaban justificados y los otros sí? o ¿cómo va esto?, que me he perdido.
Aparte de los 19 secuestradores, hubo 2.973 muertos y unas 24 personas continúan aún desaparecidas.
Salvo Bush, Bin Laden, Aznar y sus acólitos, nadie en su sano juicio puede justificar ninguna de las muertes producidas en ambos escenarios
Mi padre siempre decía son sorna que, para los estadounidenses, hay muertos de 1ª y muertos de 2ª (categoría se entiende).
Los de ellos son de primera, por supuesto.
Y son más "pobres victimas" que los muertos de los demás países; tanto si lo son de un atentado como si lo son porque ellos mismos los han enviado a luchar en una guerra sin sentido.
Un muerto estadounidense vale mucho más que cualquier otro muerto en cualquier parte del globo terráqueo. Faltaría más!
No hay más que ver como se entretienen en contarlos y recontarlos y en comunicar las cifras con los resultados del recuento al mundo entero.
Me tienen harta!
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