viernes, 18 de diciembre de 2009

Cataluña y los toros

El Parlamento catalán ha votado a favor de abrir un debate sobre la prohibición de las corridas de toros. Pues muy bien. A mí no me gustan los toros. Pero tampoco me gustan otras muchas cosas, como los imbéciles, las cabezas cúbicas, los referéndums inútiles o la creación de supuestas embajadas catalanas en medio mundo que cuestan millones de euros y no sirven absolutamente para nada.

De todos modos, uno puede ponerse a pensar con estas cosas. Y teniendo en cuenta la cantidad apabullante de corridas de toros que hay en Cataluña, prohibirlas en ese territorio sería igual de lógico que si se prohibieran los viajes interplanetarios, los bocadillos de cerebro de mono o los templos budistas en Villanueva del Trabuco.

O sea que uno piensa, ya digo. Y me parece que detrás de esa posible prohibición no está el amor a los animales. Más bien está otra cosa: la misma canción de siempre. Las corridas toros son fiestas españolas. No así tirar cabras desde los campanarios de las iglesias. Qué curioso. ¿Por qué no prohíben la pesca deportiva? No he visto algo más agresivo: meter un anzuelo en el paladar de un ser vivo, sacarlo de su elemento y dejarlo morir de asfixia.


3 comentarios:

Román dijo...

En efecto, los fines de los políticos son generalmente distintos a lo que pueden parecer, pero no hay que olvidar que esto parte de una iniciativa popular, vamos que es algo que parte de la gente... tal vez es que yo sigo siendo optimista con estas cosas.
Tenga fines partidistas o proindependentistas, y aunque es cierto que sigue habiendo muchisimas crueldades permitidas con los animales, supongo que esto es un primer paso... yo me quedo con lo bueno, que se abra el debate con este tema
Un saludo
Román

Anónimo dijo...

Mi abuelo fué crónico taurino aunque no llegué ni a conocerlo,alguna vez mi padre me llevó a los toros y es espectacular, pero pienso que se podia hacer lo mismo sin matar al animal, en America hacen rodeos enlazan los toros pero no los atraviesan con espadao de un metro y pico no sé, es una lástima, pero antes igual hay que acabar con las guerras.
mike

moncho dijo...

Y después de conseguirlo, la prohibición de matar toros en público, se irán al campo a celebrarlo papándose unos calzots y un churrasquito... Po güeno, po falen...