sábado, 28 de enero de 2012

¿Siria? Ah, ¿pero pasa algo en Siria?


En lugares como Siria es donde se perciben con mayor claridad las diferentes varas de medir de las grandes potencias. Después de la pantomima que ha protagonizado la Liga Árabe, enviando a una comisión de observadores que no han visto nada raro, sigue muriendo a tiros una cincuentena de personas cada día. Y eso sucede desde hace varios meses. Europa no dice nada. Los Estados Unidos de América están demasiado ocupados con sus próximas elecciones. Los demás dejan que pase el aire. Desde luego, no sucedió lo mismo en Libia. En Siria no debe haber nada para traficar. O está todo tan bien repartidito que no es necesario intervenir.

(La imagen está extraída de lavoz.com.ar)

jueves, 26 de enero de 2012

Gallardón o el inesperado regreso a la Caverna


Antes de abordar el tema de hoy, un apunte: el jurado popular ha declarado no culpable al ex presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, del proceso de los trajes y la conexión con la trama Gürtel. Los lectores habituales de este blog ya conocen mi opinión sobre los jurados populares y, por lo tanto, no haré ningún comentario más al respecto.

Respecto a lo otro, sí tengo cosas que decir. Reconozco que me ha pillado desprevenido, que no lo esperaba y que me parece una burrada. O dos. O no sé cuántas. ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo hizo creer a parte de la izquierda que era un tío, cuando menos, presentable? Claro que eran otros tiempos y lo tenía fácil: la alternativa era Esperanza Aguirre, algo mucho peor. Reconozco que he agradecido a Rajoy que dejara atrás a Esperanza a la hora de formar el gobierno. Y he de confesar que no me pareció mal que nombrase ministro de Justicia a Alberto Ruiz Gallardón. Pero ahora ya no digo lo mismo.

Sus primeras medidas como ministro de Justicia son de escándalo, propias del oscurantismo de unos tiempos que creaíamos que no iban a volver.

En primer lugar, no habrá indultos generales. ¿Tampoco habrá amnistía cuando muera el Rey y le suceda su hijo Felipe? ¿Ni siquiera habrá indultos en las grandes ocasiones? Eso, la verdad, es casi una declaración de intenciones. Y huele muy mal.

Como segunda medida ha retocado de nuevo la ley del aborto: las menores necesitarán el permiso de los padres para abortar. Ya dije en otra ocasión que, si una chica ha decidido abortar, lo hará sin ninguna duda. Y dará lo mismo si es menor o mayor de edad. La diferencia estará, entonces, en el lugar donde aborten: mientras que las que tengan permiso paterno podrán hacerlo en unas clínicas modernas, con todos los medios y las garantías, las otras se jugarán la vida en clínicas ilegales de piratas y carniceros. Ya sabemos que eso de la igualdad ante la ley es un cuento japonés. Pero, por si alguien no se acordaba, Gallardón lo ha dicho bien claro: las chicas que quieran abortar tendrán un trato diferente según las familias de las que procedan.

En tercer lugar tenemos algo que abunda en esa desigualdad. Quienes recurran en segunda instancia deberán pagar. No sé sabe cuánto, pero pagarán. Y a eso tiene el descaro de llamarlo co-pago, cuando es evidente que se trata de un re-pago. ¿O no habíamos pagado ya a la Justicia con nuestros impuestos? Los defensores de semejante irracionalidad dicen que así se acabarán los desfiles por los juzgados de los tertulianos chillones de los programas del corazón. Naturalmente, eso tampoco cuela. Porque precisamente esos individuos están forrados con sus apariciones en televisión y las denuncias les proporcionan aún más dinero. Por otra parte, ¿seguro que con dinero se pueden solucionar los muchos problemas de la Justicia en nuestro país?

Pero lo que ya no tiene perdón es la instauración de lo que ha llamado prisión permanente revisable, y que no es otra cosa más que la reinstauración de la cadena perpetua, un regreso a la caverna descarado e intolerable. Gallardón se ha quitado la careta. Pretende justificarse diciendo que solo se aplicará en casos restringidos que causen un gran impacto social. ¿Toma, claro! ¡No va a aplicársela al gitano que ha robado una gallina! ¿O sí?

(La foto está extraída de hispanidad.com)

viernes, 20 de enero de 2012

Un capitán de chiste malo


El fin de semana pasado nos enteramos del episodio surrealista del barco de cuatro mil y pico pasajeros hundido a ciento cincuenta metros de la costa y de la increíble fuga del capitán, que fue uno de los primeros en abandonar el buque. La verdad, eso de que el capitán se vaya el primero al darse cuenta de que el barco se hunde, hasta la semana pasada era territorio exclusivo de los chistes. Pero ha sucedido. Y de hecho me sé un chiste muy bueno al respecto, pero no lo voy a contar por respeto a los muertos y a los pasajeros, que pasaron un miedo terrible. Al parecer, el capitán varió la ruta para poder saludar con las sirenas del barco a los padres del maître, que vivían en una isla cercana, el barco chocó con unas rocas, se escoró y se hundió a medias. Un barco enorme, tremendo, medio hundido frente a las costas, a tiro de piedra. Un desastre inconcebible. Lo peor de todo es que era de noche y los pasajeros, supongo que muertos de miedo, sin noticia del capitán, no sabían que estaban tan cerca de la costa. Solo debían recordar el desastre del Titanic. El capitán, que no sé si es un sinvergüenza o está loco, se fue a la primera en una barca salvavidas, llegó a tierra, se tomó un café y pidió un taxi para irse a un hotel o a no sé dónde. No volvió al barco, como era su deber o como mandan las leyes del mar. Ahora dice que nunca abandonó la nave, que estaba coordinando el salvamento cuando resbaló y fue a caer justo sobre una barca salvavidas en la que, casualmente, también estaban el segundo y el tercero de a bordo. ¿Con qué habían fregado el suelo del puente de mando, para que resbalase todo el mundo? Tengo un amigo marino. Estoy seguro de que aún no se lo cree. Y que, si le dejaran, estrangularía al capitán con sus propias manos.

(La foto está extraída de europapress)

jueves, 19 de enero de 2012

Los otros manifestantes


El tremendo tijeretazo que Artur Mas, president de la Generalitat de Catalunya, está metiendo a los derechos de la gente hizo que ayer se manifestaran los bomberos, los de sanidad y hasta la propia policía. Cerca del jaleo estaban los policías de servicio, los que se encargaban de vigilar la manifestación. No sé por qué, recordé a los manifestantes del 15-M. Me pregunté: ¿Cargarán los policías contra los policías? ¿O aparecerán de repente los del 15-M y cargarán ellos? Los bomberos inundaron de espuma la entrada de no sé qué edificio público y la dejaron hecha un asco. Pero nadie cargó. Qué cosas, ¿no? De todas formas, Artur Mas debería recordar sus tiempos de estudiante. Porque ayer no se le rebelaron los jipis y los perroflautas de siempre, sino su propia guardia pretoriana. ¿Y no recuerda lo que les pasaba a los Césares cuando se les mosqueaba su guardia pretoriana?

(La imagen está extraída de 20minutos.es)

viernes, 13 de enero de 2012

A vueltas con la Iglesia


Palabra de honor que llevaba unos días preguntándome qué papel iba a adoptar la Iglesia ahora que ya no gobiernan los socialistas y que, en su lugar, están los que se supone que son “los suyos”. No sabía si iba a quedarse en silencio, contando la millonada que le regala anualmente el gobierno o si, por el contrario, iba a aprovechar la situación para tensar aún más la cuerda y seguir promoviendo la división de los ciudadanos. Bueno, pues ya lo sé. El obispo de Córdoba, en su carta semanal, ha despejado mis dudas: la Iglesia va a mantenerse igual que antes, cuando mandaban los socialistas, y que antes de antes, cuando la gente viajaba en burra y comía sopas de ajo porque no había otra cosa. Al más puro estilo de los dinosaurios ha dicho, así, porque le ha dado la gana, que en algunas escuelas se incita a la fornicación. Y no contento con eso, ha añadido que sucede lo mismo con los medios de comunicación, con el cine y con la televisión.

La verdad, decir que en las escuelas se incita a la fornicación ya es grave. Pero es que, además, no sé qué periódicos lee el obispo, ni qué películas ve, ni qué cadenas de televisión sintoniza para entender que le están incitando a fornicar. Porque yo, cuando veo la tele, por ejemplo, solo me siento incitado a dormir la siesta. Aunque, bueno, supongo que eso depende de cómo funcione el cerebro de cada cual, sus neuras y sus obsesiones.

(La imagen está extraída de noticiasdenavarra)

miércoles, 11 de enero de 2012

Intereconomía: la otra televisión


Los del canal de Intereconomía son tan de derechas, tan de derechas, que habrían fusilado a Franco por comunista. Pero no es eso lo que llama la atención. A fin de cuentas, en estos tiempos se puede ser de derechas y no tiene por qué pasar nada. Lo que sí pasa es que éstos, aparte de ser de derechas, están chiflaos. Como cabras. Las opiniones de los contertulios de sus programas son alucinantes, paranoicas, increíbles en el segundo decenio del siglo XXI. Yo los veo a veces. Sobre todo cuando estoy deprimido. En seguida me parto de risa y se me pasa el mal rollo.

Todos los programas son de política y, si en principio no lo son, en un minuto hacen que lo sean. Política de ultraderecha, se entiende. No hay lugar para una simple opinión sin tendencia clara ni, por supuesto, de izquierdas.

El programa de cine de Juan Manuel de Prada es un buen ejemplo de lo dicho. Hay que reconocer que las películas que emite están entre las mejores de todas las cadenas de televisión. Eso es verdad y hay que ser justos. Ni punto de comparación con los rollos que nos metía en otros tiempos José Luis Garci, desde luego. Pero los debates de Juan Manuel de Prada y sus invitados sobre las películas… Bueno, ése es otro cantar. Pongamos el caso de que emitan La diligencia de John Ford. Aparece Juan Manuel de Prada en la pantalla y dice: “… Es éste un estupendo western, un clásico donde ya está presente buena parte de las características del cine de John Ford. Y, por cierto, hablando de indios y pistoleros del lejano Oeste, he de decir que la nueva ley del aborto que aprobó el gobierno socialista…” Alucinante, ya digo, de locos, digno de mentes convencidas de que la Tierra es plana. O cúbica. O yo qué sé.

Y el resto de la programación se reduce casi exclusivamente a mesas redondas de diálogo en las que jamás hay un punto crítico con la opinión general de los contertulios, un desacuerdo, nada. En eso sí se parecen a Garci, que llevaba a sus amigos al programa para que le diesen la razón constantemente. Nunca llevó a un actor, a un director o a alguien que pudiera llevarle la contraria. Cuando, por algún motivo, recuerdo a Garci y su programa aburridísimo, resuenan en mis oídos las voces de sus compañeros de tertulia, que decían:

Estoy totalmente de acuerdo contigo, Garci.

Sí. Tu planteamiento es exacto.

No hay réplica posible. ¡Qué cerebro tiene este hombre!

Vale, quizás he exagerado un poco. Pero cómo se notaba quién les pagaba el sueldo.

(La foto está extraída de bimpapedia)

martes, 10 de enero de 2012

Rajoy existe


Sí, señor. Lo vi el día 6 por la tele, con motivo de la celebración de la Pascua militar, vestido de pingüino y rodeado de generalazos cargados de medallas. Lo comento porque, desde que juró el cargo de presidente del gobierno, nadie le había visto el pelo. Y después del día 6, tampoco. La verdad, empezaba a creer que todo había sido un sueño y que Rajoy no había ganado las elecciones. Claro. ¡Cómo iba a ganar Rajoy las elecciones! ¡Vamos, hombre!

Pero no. Lo cierto es que sí ganó las elecciones. Y empieza a parecerse demasiado a sus antecesores.

Ya tuvimos de presidente a Zapatero, que era puro escaparate. Recuerdo que cogió una pataleta tremenda cuando España no fue invitada a una reunión del G-20 ó el G-8 o algo así y que no se le pasó hasta que su amigo Sarkozy le consiguió un asiento a modo de convidado de piedra. Así, Zapatero pudo dejarse ver entre las mujeres y los hombres más poderosos del planeta, pero no pudo decir Esta boca es mía. Estuvo allí, sentado. Eso fue todo.

Y eso que ya habíamos tenido bastante con el otro, el ínclito Aznar, a quien también le iba el rollo de dejarse ver en compañías poderosas y que, aparte de la famosa foto de las Azores, protagonizó aquel patético empeño en comprar, con dinero público, una medalla al gobierno yanqui para colgársela en la pechera. No llegó a hacerlo, pero le fue de un pelo.

O sea que ahora asusta un poco que Rajoy solo se haya dejado ver en semejante ceremonia desde que es presidente. Porque, además, su caso es aún más enfermizo que el de sus predecesores en el cargo: se esconde durante los primeros quince días de su gobierno, se hace la foto con los generalazos y después vuelve a esconderse. Los otros, al menos, seguían dejándose ver después de haber hecho el ridículo.

Pero existe, que ya es algo. Tenemos presidente. Ya he dicho que lo vi por la tele. Un tanto esquinado en la fotografía, como tímido ante tanta medalla, pero estaba.

(La foto está extraída de europapress)

miércoles, 4 de enero de 2012

Las empleadas del hogar: otro cuento chino

La portavoz del nuevo gobierno o no sé quién ha dicho que, a partir de ahora, las empleadas del hogar deberán firmar un contrato para llevar a cabo su actividad laboral y que será la parte contratante quien se ocupe de pagar la seguridad social. De esa manera, según ha dicho, estarán protegidas por la ley. ¿Ese contrato les permitirá ir al paro?, ha preguntado la periodista de televisión. No, ha dicho, tan ancha, la portavoz del gobierno o quien demonios fuese.

Ni en una charla de borrachos se dicen tonterías semejantes. ¿Y quién va a encargarse de que se cumpla lo de los contratos? ¿El Partido Popular? ¿La derecha va a preocuparse ahora, de repente, de las condiciones laborales de las criadas filipinas a las que ha explotado sin miramientos durante decenios? ¿De las peruanas, de las ecuatorianas, de esas africanas sin papeles que, a veces, ni siquiera saben de qué país proceden? ¡Vamos, hombre! Que no me hagan reír, que me micciono. ¿Y cómo van a controlar todo eso? ¿Mandando inspectores por los barrios altos, que vayan de casa en casa, preguntando si hay empleadas del hogar allí, trabajando? Desde luego, hay quien aún sostiene que van a invadirnos los marcianos y todavía hay quien se lo cree.

domingo, 1 de enero de 2012

Feliz año 2012


Este principio de año no voy a hacer un resumen de lo que me ha parecido el año recién terminado ni de lo que opino sobre el que acaba de nacer. El año pasado lo hice y uno de mis lectores casi se mete en un convento. Y este año que viene pinta aún peor que 2011. O sea que mejor me callo. O me callo ciertas cosas y hablo solo de un par de asuntos que me están calentando demasiado las orejas desde hace unos días. Así cumplo y me desahogo, que es de lo que se trata cuando uno lleva un blog como el mío. De modo que vamos pallá.

En primer lugar está Rubalcaba, el zorro, ese hombre frío, de manos ágiles, calvo y cargado de secretos. O mucho me equivoco, lo cual no dejaría de extrañarme y mucho en este caso, o será de nuevo el cabeza de lista del PSOE con vistas a las próximas elecciones generales. ¿O alguien cree que Rubalcaba no sabía que iba a perder en las elecciones pasadas? Tiene todo calculado desde el principio, desde que la Mano Negra obligó a Carme Chacón a echar marcha atrás para dejarle el camino libre. Rubalcaba sabía que iba a perder… como sabe que, al contrario, sí tendrá posibilidades de ganar en el próximo enfrentamiento con Rajoy, dentro de cuatro años. Porque Rajoy lo tiene muy difícil. La situación está tan jodida que no hay nadie capaz de solucionarla en cuatro años. Y menos Rajoy, claro, aunque haya sabido seleccionar un equipo que, por qué no decirlo, no es el peor que podía haber escogido.

Y por cierto, después de prometer que no subiría los impuestos, lo primero que ha hecho Rajoy es… subir los impuestos.

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La otra cosa de la que quería hablar tiene relación con los amos del mundo, con las hamburguesas y los petrodólares. Al parecer, el presidente Obama tenía la intención de dejar cincuenta mil soldados en Irak para evitar las violencias que se están produciendo y que, de una u otra forma, ha generado el gobierno de los Estados Unidos. Pero no. En lugar de eso, ha devuelto a casa a todas las tropas salvo las necesarias para vigilar el territorio de la embajada. Y la razón no tiene nada que ver con el premio Nobel de la paz que tan alegremente le dieron, con motivos humanitarios o con principios de justicia universal. Nada de eso. Los soldados norteamericanos han vuelto a casa porque les han dicho que, al menos en Irak, ha caducado su inmunidad.

Y es que los soldados yanquis gozaban de inmunidad, podían hacer y deshacer cuanto quisieran sin tener que dar explicaciones a ningún Tribunal Internacional. Luego, en caso de escándalo supremo, podían ser juzgados por sus propias instituciones, pero por nadie más. De modo que quien pretenda llevar a juicio a algún militar norteamericano por crímenes de guerra, lo tiene claro. ¿Recordáis a José Couso? Un asesinato en toda regla, ¿verdad? Y además conocemos los nombres y apellidos de los asesinos. ¿Alguien cree que la familia de Couso va a conseguir algo?

Pero los norteamericanos no se han ido del todo. Ayer oí en las noticias de no sé qué cadena de la tele que ahora viene la segunda parte y van a vender toneladas y toneladas de armamento al nuevo gobierno iraquí. Parece un chiste, ¿no? Un chiste sin ninguna gracia.

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Y así estamos. Poco a poco iremos viendo cómo evolucionan las cosas. Veremos qué pasa con Irán, por ejemplo, con Israel y Palestina o con Corea del Norte, cuyo nuevo líder daría risa si no diese miedo. Pero ya llegaremos a eso. Mientras tanto, tratemos de disfrutar de las fiestas que quedan. Y feliz año nuevo, claro.

(La foto está extraída de xtec.es)