LO QUE ESCONDE
Con este asunto de la crisis ha bajado los precios hasta la Mari Loli, la de los masajes a domicilio. Las telefónicas ofrecen contratos de risa, los restaurantes hacen menús por cuatro perras, los coches cuestan la mitad de lo que costaban hace un par de años y, si te atreves a comprar un piso, te regalan otro. Los únicos que no han modificado sus condiciones son los bancos. Pero ésos, claro, tienen enchufe: si les va mal, el gobierno les regala lo que les falte y aquí paz y después gloria. O sea que está todo muy bien. Siempre es bueno que los precios bajen. Pero, sin embargo, uno se pregunta una cosilla. Y es que, si las telefónicas siguen ganando dinero a pesar de las nuevas tarifas, si puede uno comer en un restaurante de lujo pagando menos de la mitad de lo que pagaba hace un año, y si las inmobiliarias no se vienen abajo cuando venden dos pisos al precio de uno… ¿cuánto nos han estado estafando hasta ahora?
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