Un millón de años después de la entrada en vigor de los euros, seguimos contando en pesetas. Es decir: contrariamente a lo que yo creía al principio, nunca nos acostumbraremos a ese cambio de moneda. Porque no hablamos de 50 ó de 500 euros, que sería lo normal, sino de 60 ó de 600 euros, que serían diez mil o cien mil pesetas respectivamente. Y así no hay manera. ¿Tendrán razón los creacionistas, que dicen que el hombre es incapaz de adaptarse al medio y que es mentira eso de que saliera del agua disfrazado de ameba? En virtud de lo visto con respecto al euro, sí. Si no somos capaces de alterar nuestras coordenadas mentales ante un simple cálculo, ¿cómo narices íbamos a dejar de tener pelo? Ahora bien, si estamos hechos a imagen y semejanza del ser supremo, ¿tampoco él se aclara con los euros?
(La foto está extraída de uvitelonline)
2 comentarios:
Grácias César. Pensaba que era el único inadaptado. Nunca me he considerado muy inteligente, pero ahora albergo alguna esperanza. Grácias.
César, lamento comunicarte que eso solo nos pasa a los "puretas".
Los que ya tenemos una cierta edad y hemos vivido un mogollon de años con las pesetas, para darnos real cuenta del valor de las grandes cifras principalmente, tenemos que convertir.
Hablan de 28.000 millones de euros de ayudas o nosequé ... rápidamente tengo que hacer la conversión ... con mi mente privilegiada ... y realizo de que se trata de ¡¡¡ 4 billones seiscientascincuentayocho mil ochocientasocho pelas!!!!, una pasta vamos. PEro con los euros no me doy tanta cuenta.
Sin embargo, mi hijo, mis sobrinos, les hablas de pesetas y no senteran, flipan más que si vieran un teléfono de los de rueda para marc ar los números.
asi es la vida.
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