El otro día leí en el periódico que en la Universidad de El Cairo (no en París ni en Roma, sino en El Cairo) han prohibido a las alumnas asistir a los exámenes con el velo integral. Toma, claro. Sólo faltaría que los estudiantes pudieran ir al examen enmascarados.
La polémica sigue en la calle. En nuestras calles, se entiende, porque en las calles de los países islámicos no hay polémica que valga. Pero aquí, como a veces somos tontos del culo, estamos discutiendo si debería estar prohibida una prenda que oculta el rostro por completo y que, además, viene impuesta por la religión. Creo que mi punto de vista ha quedado suficientemente claro en anteriores artículos de este blog. No obstante, voy a ver si consigo zanjar este asunto de un plumazo y no volver a hablar de él. A mi juicio, el velo integral, burka o como quiera llamarse, debe estar prohibido en todo el territorio de nuestro país por tres razones fundamentales y por este orden:
1.- Razones de seguridad. ¿Quién se oculta tras el velo? Yo no puedo pasearme por la calle con un pasamontañas.
2.- Razones de dignidad. Y no sólo de dignidad femenina, sino humana. Soy hombre y tanto me indigna que haya mujeres que deban taparse la cara como debería indignarles a ellas mismas.
3.- Razones religiosas. Eliminar ciertos hábitos, usos y otros aspectos morbosos de la religión católica nos ha costado cientos de años, un esfuerzo enorme y muchos muertos. ¿Por qué deberíamos permitir este retorno a las cavernas con la excusa del motivo religioso?
O sea que no hay tutía. Acabemos de una vez con esto y quedémonos a observar qué nueva estrategia ha pensado nuestro presidente Zapatero para salir de la crisis. Seguro que es mucho más sorprendente.
(La imagen está extraída de sursuncorda)
2 comentarios:
amén!
No estoy para nada de acuerdo,y prescindiento de argumentaciones de entrada no me agrada lo Imperativo de los terminos,,uno dos y trees...en fin,,,
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