martes, 26 de enero de 2010

El burka en las calles de Europa


En cierta ocasión, hace ya bastante tiempo, hablé del asunto éste del burka y de la supuesta tolerancia que los europeos debemos tener respecto a todas las religiones. No sé por qué, todo sea dicho, pero supongo que hay que joderse. Pues bueno, ahora vuelve a hablarse del burka en Francia, donde el gobierno quiere prohibir su uso en los edificios públicos. Yo no estoy de acuerdo. Ni hablar. No estoy de acuerdo en que se prohíba el burka en los Juzgados, o en los hospitales, o en las oficinas del paro. Creo que el burka debería estar prohibido… en todas partes y, sobre todo, en la calle. Y no es por religión (que sí lo es, porque, entre otras cosas, no hay que respetar a una religión que te anula socialmente), ni por el derecho de las mujeres (que también lo es, por razones evidentes), sino por una discriminación inversa que, por supuesto, me afecta.

Y es que resulta que esas mujeres, o quien vaya bajo la sotana esa, tienen derecho a enmascararse y pasar tranquilamente ante la pareja de la Guardia Civil. Pero si yo intento pasar ante los mismos guardias con un pasamontañas, en primer lugar me detienen, luego me largan una sarta de hostias por gilipollas y luego tal vez me dejen volver a casa. De modo que no: es una cuestión de justicia y de seguridad. Si yo no puedo ponerme una máscara de lucha libre mexicana y caminar libremente por la calle, ¿por qué ha de permitirse que lo hagan otras personas?

(La foto está extraída de foros.telecinco)

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTOY CONTIGO , NUNCA ME HA GUSTADO EL ROLLO ESE DEL BURKA,VIENEN AQUÍ PERO NO SE INTEGRAN ,nosotros ibamos hechos unos trastos por pura rebeldía pero ellos,as, van así por que están sometidas, a la dictadura de su religión, seguro que a MAHOMA SE LA PELABA EL BURKA,enfin que no me mola.
mike