Es un mail que me ha enviado mi madre (que tiene más de ochenta años y maneja un portátil) y que probablemente esté inundando la red, pero me ha hecho mucha gracia. De modo que lo publico. Sólo es eso: en la foto, la mujer con el mejor físico del mundo.
jueves, 30 de abril de 2009
miércoles, 29 de abril de 2009
Vaya, hombre. Unos manguis han chorrao el ordenador de Carla Bruni. Qué mala pata. Aún no se sabe si lo hicieron a sabiendas o si, por el contrario, arramblaron con lo que pudieron sin saber a quién pertenecía el género. Yo creo en esta última posibilidad. Según he leído, el ordenador estaba en casa del hermano de la ex pareja de
El caso me recuerda a uno que oí contar hace ya muchos años. Al parecer, padre, madre y abuela iban una noche en un automóvil por las curvas del Garraf o por alguna otra parte, da igual. El matrimonio delante y la abuela en el asiento de atrás. Bueno, pues, en una de ésas, va la abuela y se muere. El matrimonio, al darse cuenta, para en un bar para recuperarse del susto con un copazo. Y cuando vuelven al lugar donde habían aparcado el coche, descubren que no está. Está más abajo, a unos cien metros, con la puerta del conductor abierta y la abuela dentro. Por lo visto, un chorizo vio cómo el matrimonio abandonaba el coche para meterse en el bar y robó el coche. Y lo que debió pasar después es muy sencillo. Cien metros más allá, al mirar por el espejo retrovisor, el tipo debió darse cuenta de que llevaba un muerto en el asiento de atrás. “Ah, no”, debió decirse. “Uno es ladrón, pero honrao”. Y, muerto de miedo, frenó en seco, salió del coche y se perdió en la oscuridad de la noche.
(La imagen está extraída de felixjtapia)
Etiquetas: Cajón de sastre, Flipes varios
domingo, 26 de abril de 2009
Después de leer, durante un par de horas, a ciertos autores contrarios a la globalización (a esta globalización, se entiende), uno puede concluir fácilmente que hay alguien, un personaje con nombre y apellidos, detrás de todo este lío. Parece como si estos últimos años hubiesen sido estudiados y programados por una mente malévola, inmoral y perversa a la que, además, le salen muy bien las cosas. Todo cuadra. Todo encaja en los planes del maligno. Todo, salvo el nombre del culpable. Y no hay mente lógica que pueda creer una palabra de un escritor que, después de argumentar al detalle las razones y los motivos del crimen, no sea capaz de ofrecer el nombre del asesino. Sin embargo, todos los autores antiglobalización utilizan el mismo estilo. Al final, uno se queda con las ganas de que le digan realmente algo.
Con eso no quiero decir que yo esté a favor de la globalización. Normalmente estoy en contra de todo. O de casi todo. Y esta globalización no me gusta, claro que no, pero tampoco me gusta que me den liebre por gato. Los gatos me gustan más que las liebres. Vamos, sin comparación. Tuve un conejo en casa y aquello fue Troya. Se comía los cables, el tío, y las cajas de cartón, y los zócalos de madera del pasillo, y cuanto cayera entre sus dientes. Un gato, en cambio, nunca haría eso.
O sea que no. La retórica de los antiglobalización es atractiva, embaucadora. Pero no cuela. El viejo truco nazionalista de echar las culpas de los males del mundo a un individuo inconcreto, sumamente inteligente y lejano me repugna. Sobre todo, teniendo en cuenta que, cuando peor ha ido el mundo en estos últimos años, ha sido durante el gobierno de los tres gobernantes más torpes y más ignorantes de la historia: Bush, Blair y el insigne Aznar. ¿Alguien cree que esas tres mentes pensantes hubiesen podido imaginar un plan, no a escala global, sino provincial, que no fuese la guerra? Dejémonos ya de historias y de lanzar las pelotas fuera. Los culpables de la globalización somos todos. Desde el momento en que nos dejamos llevar por la estúpida placidez que inunda nuestras vidas cotidianas, estamos siendo cómplices de lo que pasa. Lo demás es hipocresía.
(El dibujo de arriba es de El Roto)
Etiquetas: Política
miércoles, 22 de abril de 2009
De modo que ahí estaremos todos, votando. Así demostraremos al mundo que somos unos demócratas civilizados. Hay que votar, sí señor. Y el que pregunte para qué es un beduino que no merece que le sigamos dirigiendo la palabra.
Etiquetas: Política
viernes, 17 de abril de 2009
Etiquetas: Cajón de sastre, cine, El lenguaje, Flipes varios