Es evidente que Zapatero ha gestionado la crisis de la peor manera posible, que no está ni estaba preparado para eso y que lo suyo es la pose y el escaparatismo. Pero él no creó la crisis. La crisis se inició bajo el gobierno de Aznar, ese sujeto indescriptible cuya máxima ambición consistía en dejarse retratar en el rancho norteamericano de su amigo Bush con los pies sobre la mesa. Zapatero, simplemente, no ha sabido qué hacer con la situación. Pero no está solo en asuntos de este tipo: Obama se está enfrentando a una hasta ahora inimaginable suspensión de pagos de Estados Unidos, algo que tampoco ha originado él, sino su antecesor, George Bush, el que ponía los zapatos sobre la mesa junto a los de Aznar.
Los demócratas y los republicanos norteamericanos no han tenido más remedio que entenderse. ¿Qué habría pasado si se hubiese hundido el barco? ¿Los omnipotentes Estados Unidos de América habrían tenido que pedir pasta a los del turbante y la gumía? ¿O aún más a los judíos? ¿Habrían declarado otra guerra? Parece increíble que el país que ha expoliado a medio mundo durante un siglo se encuentre en un fregado semejante.
De un modo u otro, la cosa está clara. O casi. El sistema capitalista solo puede existir si un tercio de la población del planeta vive a costa de la miseria de los otros dos tercios; y por aquello del mercado, de un tiempo a esta parte se han levantado China y el mundo árabe. Con eso cabe decir que hay menos miseria en el mundo y que, en consecuencia, el capitalismo se encuentra en un verdadero problema. Caerá. Tardará años todavía, tal vez décadas, pero se irá al cuerno de una vez por todas y tendrá que dejar paso a otra cosa. De momento, lo que toca: para salvar al sistema, y para demostrar que el capitalismo se nutre de la miseria ajena, van a empezar a pagar los de siempre: los jubilados, los enfermos, los pensionistas y los que tienen menos.
(El dibujo está extraído de socialismo o barbarie)
2 comentarios:
Yo creo que lo que está cayendo no es el capitalismo, es el nacionalismo. Si no pregúntaselo a los chinos.
Son las barreras nacionales lo que ha perdido todo su sentido, estúpido y racista. Nuestros políticos son títeres, nuestras naciones son falsas. Tenemos que organizarnos de otras maneras, nuevas.
El mundo se ha hecho pequeño. Ya no hay lugar para egos nacionales. Sarkozy, Bush, Zapatero, Berlusconi... Nos sobran gallos y nos faltan huevos.
Cuentan de un sabio que un día, tan sólo y mísero estaba que sólo se sustentaba de unas hierbas que comía...
¿Será EEUU el sabio?
¿Se estará fumando nuestra hierba?
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