El humorista Ferreres da en el clavo. Desde el punto de vista de uno de los cuatro millones de parados que hay en España, la situación es la siguiente: Los privilegiados que tienen trabajo se permiten el lujo de no ir a trabajar para quejarse de sus condiciones de trabajo.
(El dibujo es de Ferreres y está extraído de la versión en papel del periódico Público)
2 comentarios:
Qué tristeza... ¿Dónde ha quedado la "solidaridad obrera"?
Por cierto, recuerdo que en mi época (la Segunda epública) se crearon Sindicatos de Parados (y siempre hubo parados vinculados -aunque sin cotizar- a la CNT).
La indignación reglamentada, protocolizada, subvencionada, contenida, dosificada,… una auténtica memez.
Los desgraciados, todos potencialmente, seguimos estando tan abandonados a nuestra suerte como siempre. Al margen de consideraciones retóricas, históricas, sociológicas, políticas,…
Las corporaciones sufragan el coste de esta libertad. Condicional, of course.
Siempre podría ser peor. Y no me refiero a la hipocresía.
Publicar un comentario