El pabellón de España en la Expo de Shanghai ha ganado el premio de bronce al diseño arquitectónico. Ése es el titular de todas las noticias al respecto, aunque en mi opinión debería ser otro.
Cuando empezó la Expo de Shanghai nos enteramos de que España, en su afán de dar a conocer nuestra cultura y nuestra personalidad en el mundo, había colocado en su pabellón… un muñeco elefantiásico, horrendo, espeluznante, que se movía al modo de los autómatas de principios del siglo XX. La verdad es que, con sólo verlo, se le ponían a uno los pelos de punta. Pero ahí se quedó, como el mascarón de proa de nuestra participación en el evento.
Ha pasado el tiempo, la Expo se ha acabado, y España, haciendo gala de sus dotes caballerescas, ha donado a China el muñeco de los cojones. Ése debía haber sido el titular, y no el del premio de bronce: Mediante una astuta estratagema nos hemos deshecho del engendro diabólico. ¡Menos mal! ¿Qué habría pasado, si no hubiera sido así? Probablemente habrían paseado al monstruo por todas las ciudades de España y habríamos tenido muñeco para rato.
Felicitémonos, pues, por semejante donación, y felicitemos a ese alma noble y anónima que, viendo que el muñeco iba a volver a casa, decidió regalárselo a los chinos, aun a riesgo de iniciar un enfrentamiento diplomático de sabe Dios qué envergadura.
(La foto está extraída de elpais)
1 comentario:
Tanto "intelestual-artista", tanto llamar la atención, tanto gastar nuestro dinero, para acabar en lo de siempre:
Mierda grande, ande o no ande.
(Y no veas como debe cagar el bebe en cuestión). Aggggg!!!. Y luego crecen. ¡Allá se apañen!.
Pero ya lo dijo el vidente Zapatero en sus declaraciones sobre nuestro pais en Shanghai:
"Un país cuyo futuro es del tamaño de Miguelín»,
O sea el futuro de España es una enorme mierda...regalada a los chinos.
Vamos bien...
Saludos, Mariano.
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