Al amparo del supuesto progresismo, vuelve la moral de los Picapiedra. Una asociación de mujeres y, cómo no, una experta en Igualdad, se han cabreado, al mejor estilo del ejército de Salvación, cuando han visto el dibujo del cartel publicitario del Festival de la cerveza de Avilés. En él, vade retro Satanás, puede verse la obscenidad de una mujer ofreciendo cerveza. ¡Madre mía! ¡Dónde iremos a parar! Me recuerdan a los curas franquistas, cuyas mentes enfermizas eran capaces de ver iconos sexuales en una plantación de pepinillos. Porque yo, sinceramente, no veo nada ofensivo en el dibujo. Y sin embargo sí lo veo en la crítica supuestamente igualitaria. Ese ataque decimonónico ofende a la razón, al siglo en que vivimos y a las propias mujeres. Pero como dice Zapatero que para ser modernos hay que respetar hasta a los skins, no me queda más remedio que ceder. En lugar de poner a una mujer normal ofreciendo cerveza… que pongan a una monja. Eso es. Una monja ofreciendo cerveza. Aunque no, claro. Eso aún sería peor. O sea que quizás la solución estaría en que no pusieran a nadie. El eslogan podría ser: “Nadie ofrece cerveza en el Festival de Avilés”. Cojonudo. Ahí está la clave para no molestar a los de la caverna.
(La foto está extraída de lavozdeasturias)
2 comentarios:
Es que tienen razón y no os quereis enterar. El problema no radica tanto en que sea una mujer la que ofrece la cerveza, porque eso es algo que está a la orden del día. Lo que realmente lacera la sensibilidad y ofende a la moral de las buenas almas, es que la susodicha señora sea teutona y no de Castellón de la Plana.
José Luis, tetona se escribe sin u...
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