lunes, 25 de enero de 2010

David Berlain y Afganistán


Hace unos días vi un documental que, como suele suceder muy pocas veces, me pareció extraordinario. Lo emitió la cadena CNN+, y lo firmaba David Berlain, a quien no conocía. Bueno, nadie lo sabe todo… salvo el Espíritu Santo, que tiene el don de la poliubicuidad o bilocación (que es estar a la vez en varios lugares), pero eso ahora no procede o no importa o ni sé cómo expresarlo. La figura del Espíritu Santo siempre ha sido una de mis debilidades, como Robin Hood o Pancho Villa, aunque comprendo que no sea el momento de abundar en ello. O esa que vamos a lo que vamos.

El documental planteaba, de un modo absolutamente ecuánime y justo, la presencia de las tropas españolas en Afganistán, donde parece ser que dentro de poco llegarán doscientos soldados más. Y me ha gustado, claro que sí. Me refiero al documental. No al hecho de que tengamos que enviar más soldados a un lugar remoto, con el gasto que ello supone, mientras nuestro país está hasta el cuello de parados. Pero el documental me ha gustado mucho. Me ha hecho pensar. Y cuando algo me hace pensar… bueno. Por supuesto, no es lo mismo estar bajo el mando de la ONU que la salvajada de Aznar en Irak. Pero no hablemos de impresentables. O sea que, de algún modo, la presencia de nuestras tropas en Afganistán y, por supuesto, la de las otras potencias europeas, podrían estar bajo el paraguas de la legalidad internacional.

Ahora bien, las preguntas son: ¿Dónde está el objetivo? ¿Hay algún objetivo tras ocho años de nada? ¿Hasta cuándo han de estar las tropas en tierras afganas? ¿Para qué? ¿No se trataba de buscar a Bin Laden? Que no me vengan con el rollo de implantar la democracia porque ya está allí. La democracia no es la panacea, como se ha demostrado más de mil veces con las corrupciones brutales de presidentes electos. Y en cuanto a la seguridad de no sé qué o a la solidaridad de no sé cuántos (cuando las bombas estallan diariamente), tal vez sería mejor que las tropas occidentales volviesen a su casa. ¿Hasta cuándo? Y lo dicho: ¿Para qué? Afganistán es una trampa en todos los aspectos. Y nunca puede ganar la partida quien no tiene un objetivo claro.

(La foto está extraída de telecinco)

1 comentario:

moncho dijo...

David Beriain es una de mis debilidades. Lo conozco desde la guerra de Irak, la de Bush hijo, en la que estaba desplazado como corresponsal en la zona Kurda. Leía sus crónicas en La Voz de Galicia y créeme: eran lo mejor del periódico con diferencia. No entiendo cómo lo dejaron marchar. Luego he visto alguna crónica suya publicada en el ADN, ya en Afganistán. Como no tengo tele no he visto el programa que comentas, pero lo buscaré en la red, seguro que lo cuelgan en algún momento. Sin duda alguna es el mejor corresponsal de guerra que hay ahora mismo en España, y yo diría también que es el mejor periodista.