Algo pasa en Estados Unidos
Hoy he escuchado de nuevo la eterna noticia de una matanza a tiros en Estados Unidos. Como siempre, sin motivo ni razón. Un energúmeno ha llegado a un gimnasio y, por aquello del no sé qué, ha sacado un arma, ha matado a unos cuantos y luego se ha suicidado. De lo único que me alegro, por supuesto, es de que haya acabado matándose. Y no me alegro del todo, porque creo que merecería un castigo terrible, mucho mayor. Pero los cobardes actúan así. En cuanto al modo de enfocar la noticia… bueno. De eso podemos seguir hablando.
Los noticiarios siguen diciendo que el problema está en que las armas pueden adquirirse en cualquier esquina de Estados Unidos. Es cierto que en el supuesto país de la libertad todo hijo de vecino puede adquirir un arma cuando le dé la gana. Lo he visto con estos ojos que se han de tragar la tierra. Pero no creo que la raíz del problema esté ahí. Vamos, ni mucho menos. Hay un montón de países donde la venta de armas es tan libre como en Estados Unidos y donde no pasa nada o, por lo menos, no se producen esas matanzas repugnantes. Ahí está Israel, por ejemplo, donde tiene un fusil ametrallador hasta la madre superiora y nadie va a un supermercado a matar a quien esté merendando. Y eso que Israel no me gusta un pelo. Es un país al que le tengo cierta fobia. Pero es así y hay que ser justos. Tampoco sucede en unos cuantos países musulmanes, donde los Kalashnikof van a precio de risa. Entonces, claro, uno se pregunta: ¿Por qué sucede eso en un sitio y en otros no? ¿Por qué sucede eso en el país donde vale más quien más vende o quien destaca sobre los demás?
Los noticiarios siguen diciendo que el problema está en que las armas pueden adquirirse en cualquier esquina de Estados Unidos. Es cierto que en el supuesto país de la libertad todo hijo de vecino puede adquirir un arma cuando le dé la gana. Lo he visto con estos ojos que se han de tragar la tierra. Pero no creo que la raíz del problema esté ahí. Vamos, ni mucho menos. Hay un montón de países donde la venta de armas es tan libre como en Estados Unidos y donde no pasa nada o, por lo menos, no se producen esas matanzas repugnantes. Ahí está Israel, por ejemplo, donde tiene un fusil ametrallador hasta la madre superiora y nadie va a un supermercado a matar a quien esté merendando. Y eso que Israel no me gusta un pelo. Es un país al que le tengo cierta fobia. Pero es así y hay que ser justos. Tampoco sucede en unos cuantos países musulmanes, donde los Kalashnikof van a precio de risa. Entonces, claro, uno se pregunta: ¿Por qué sucede eso en un sitio y en otros no? ¿Por qué sucede eso en el país donde vale más quien más vende o quien destaca sobre los demás?