miércoles, 21 de enero de 2009

LA GUERRA AL ESTILO OCCIDENTAL


Por lo que veo, los países occidentales tienen tres modos de hacer la guerra en este principio de siglo XXI. Hablo en términos generales y ambiguos y, por lo tanto, todo lo que diga es una aproximación. Pero lo digo.

El primer modo de hacer la guerra es el que utilizan los países europeos, cuyos gobiernos suelen contar con el beneplácito de su población para declarar la guerra y, por lo general, tienen en cuenta la opinión internacional. Eso no tiene por qué ser siempre así, pero se mantiene la ficción de que lo es y, por lo menos, funciona durante un tiempo. Salvo en el caso de gobiernos descerebrados como el de José María Aznar, se acostumbra a prestar atención a lo que diga la ONU u otros organismos internacionales.

El segundo estilo de hacer la guerra correspondería al que utiliza Estados Unidos. Para empezar, se convence al pueblo de que la guerra es necesaria para salvar al país o al supuesto estilo de vida norteamericano. Si es preciso se inventa un enemigo y se le atribuyen fechorías de toda clase y condición. Así se consigue el beneplácito de los ciudadanos. La opinión internacional no importa mucho realmente, pero se tiene en cuenta por aquello de guardar las formas. Se escucha a unos y a otros y, si es necesario, se compran aliados. Pero se guardan las formas. Se mantiene la mentira de la ONU, la OTAN y esas cosas y, además, se pretenden respetar los derechos humanos y demás inventos europeos.

El tercer estilo es el más salvaje. Es el que utiliza el Estado de Israel. Da igual lo que opine nadie: se mantiene al enemigo a pan y agua durante años, se le priva de lo más elemental, se le niega hasta la sal y, de repente, se le bombardea. Se bombardean también las sedes de la ONU o de la madre que la parió.

Lo malo de todo esto es que, no sé por qué, me da en la nariz que el estilo de Israel es el que más visos tiene de perpetuarse durante este siglo XXI. Los Estados Unidos, que en principio pretendían convencer al mundo de sus razones para atacar a alguien, empiezan ya a pasar de todo. Y Europa trata de mantener el tipo, pero es evidente que se tambalea cuando ni siquiera critica a Israel o cuando apoya directamente a Estados Unidos. No sé. Parece que el futuro será eso: algo muy parecido al Mundo Feliz de Aldous Huxley. Y está a la vuelta de la esquina.

(La imagen está extraída de atravesdevenezuela)

3 comentarios:

José Luis dijo...

César, ahora que has hablado de Aznar, supongo que te habrás dado cuenta de que Bush en sus últimos meses de mandato se dedicó a dar condecoraciones y reconocimentos a sus amigos, a la gente que le había ayudado a difundir las mentiras sobre la guerra de Iraq, a los asistentes a la reunión de las Azores, etc. A todos menos a Aznar. A Aznar no le ha mencionado ni siquiera. O sea, que José María ha hecho el primo, me recuerda el refrán "además de burro, apaleado". ¿No crees tío?

Anónimo dijo...

Lo que sí que recuerdo es cómo, sin ninguna vergüenza por su parte, Aznar intentó COMPRAR la medalla con el dinero de los contribuyentes españoles. Pero no le salió bien.

er jose dijo...

Lo has clavao tío!
Qué asquito!
Lo de Israel es intolerable, pero parece que seguirán haciendo lo que les rote, y nadie moverá un dedo.
Que jodía vida para el pobre!